Capítulo 5

Ya estábamos en la rueda de la fortuna, es gigantesca, estaba concentrada observándola cuando Nil interrumpe mis pensamientos.

-¿Qué sabor de helado te gusta?

-Chocolate –le digo mientras miro el lugar.

-Aquí tienes tu orden-extiende su mano con el helado-¿Te gustaría subir a la rueda de la fortuna?

-Si tanto insistes- digo en forma de aceptación a su pedido.

-Espera, déjame hacer la petición mejor-hace una pausa para pensar en lo que dirá- ¿Desea usted permitirme pasar un agradable paseo en las nubes con su compañía?

-Nada me daría más gusto- tomo la mano que me ha extendido para poder subir.

Al subir la rueda empieza a moverse es muy reconfortante sentí el viento en mi rostro, volteo  a ver a Nil, su cabello esta hacia atrás por el viento pero aun así no deja de verse bien, sus ojos tiene  un brillos más intenso ahora.

-La vista es muy linda ¿verdad? –me pregunta niebtras obserava los hermosos colores del cielo.

-Sí, estoy maravillada con lo lindo que se ve.

-Como tú. - Dice en un susurro que logro escuchar.

-Tú también luces muy bien Nil.

Volteo hacia el cielo para evitar su mirada. Me siento extraña pro que nos tratamos con una confianza a pesar de solo haber conocido hace una semana, su coqueteo me resulta agradable, sin embargo, no me siento lista para sentir algo por alguien, al menos no aún.

Me siento tan libre por estar aquí, su compañía es muy agradable, aparte me ha comprado un peluche para mí a pesar que le ha costado mucho, pero allí está en medio de los dos, estoy segura de que si no lo acepto va a cumplir lo que dijo.

Bajamos de la rueda de la fortuna luego de una agradable vista al cielo.

-¿Ahora a dónde quieres ir? -pregunto Nil.

-Pues no lo sé, a comer hamburguesas- puse cara de inocencia.

Era obvio que quería ir a comer hamburguesas es la mejor comida chatarra del planeta.

-Me parece una idea genial, una hamburguesa en camino.

Me reí por su actitud, su compañía me resulta agradable, dice cosas raras creo que está un poquito mal de la cabeza.

Al llegar al puesto donde vendían hamburguesas nos saluda el cocinero.

-¿Qué desean bellos jóvenes? –Cuestiono la señora que atiende el puesto de hamburguesas.

-Una hamburguesa con doble carne y doble queso, doble salsa doble tomate doble lechuga por favor- sonreí satisfecha.

-De casualidad no cerras doble pan también? – pregunto Nil con una mirada juzgadora- para mí una hamburguesa normal.

La señora se pudo manos a la obra a preparar nuestras deliciosas hamburguesas.

-Oye – le di un golpecito con el codo- deja de mirarme así, compréndeme las hamburguesas son deliciosas.

-Y no lo niego, pero prefiero la piza de pepperoni.

-¿Pepperoni en serio?, pfff que original

-¿Qué? Confórmate que no me gusta la pizza con piña.

-Bueno, es verdad.

Esperamos pacientes mente nuestras deliciosas hamburguesas.

He dicho deliciosas hamburguesas como 10,000 veces. Pero es la verdad son deliciosas.

Luego de alrededor de 9 minutos nos dieron las hamburguesas.

-Provecho, que lo disfrutes Laia.

-Igual tu Nil.

Di un bocado gigante quedé con la boca extremadamente llena, parecía que no hubiera comido por años.

Solo escuche cuando Nil soltó una carcajada que luego hizo que se ahogara por los residuos de hamburguesa que tenía en su boca.

Luego fiu yo la que me reí y me termine ahogando igual que el

-Perfecto ahora los dos hicimos el ridículo- comente luego de haber calmado mi toz.

-jajajaja, por burlarte de mi – puso cara indignado- eso no hacen los amigos.

Terminamos de comer las deliciosas hamburguesas.

Nil me acompaño a buscar a mis padres para poder irnos a  casa

-Hey nil que haces por aquí- lo saludo mi padre.

-Disfrutando de la feria señor Cris y de paso me encontré a su hija.

-Sí eso veo, gracias por cuidarla Nil.

- No hay nada que agradecer señor.

-Bueno aquí nos despedimos.

-Espero volver a verlos pronto.

-Adiós Nil, descansa.

-Adiós mora.

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