Al llegar al lugar de la cita antes de poder bajarme del auto Nil corre abrirme la puerta, lo cual me parece un lindo gesto. Nil me extiende su mano la cual yo tomo para salir del coche.
-Gracias-Le agradezco mientras le doy una pequeña sonrisa.
-No hay de que Laia.
De nuevo pronuncia mi nombre con una delicadeza, lo admito me gusta cuando dice mi nombre, me gusta escuchar como pronuncia cada letra de mi nombre.
Al mirar donde me ha traído veo que estamos sobre un colina donde se logra ver toda la ciudad, a un costado de nosotros hay un árbol muy frondoso con muchísimas hojas y flores rosadas, del árbol cuelgan dos columpio que parecen algo viejos y en sus cuerdas están enredadas unas flores, al lado de estos columpios me encuentro con una manta y sobre ella hay una cesta con platos y dos vasos.
-WOW – es lo único que pude emitir al estar frete a tanta belleza- es todo muy hermoso.
-Gracias, me esforcé demasiado, ven – me extiende su mato para invitarme a sentarme.
Me siento y aun no puedo creer lo que esta pasado, nunca antes había estado en un lugar así y menos que alguien se esforzara por esto.
-Es mi primera vez en una cita – confieso algo apenada y con la mirada puesta en las luces dela ciudad.
-He de admitir que es mi primera vez también – veo como pone su mano en su nuca
-¿En serio? – pregunto con algo de emoción y ni siquiera sé por qué.
-Bueno, en una cita tipo picnic, las dos veces que he ido a una fue en restaurantes-
-Oh – emití ese “Oh” casi inaudible.
-Ey – lo mires y otra vez me topé con esos hipnotizaste ojos- Digo que es mi primera cita porque jamás había invitado a una cita a alguien y menos me esforcé tanto porque quedara bien.
-Nil, no tienes que dar explicaciones. Como supiste de este lugar- interrogue para cambiar de tema.
-Es hermoso cierto. Lo conozco desde que era niño siempre venia aquí para relajarme.
-¡Qué bien! ¿Y no viene mas gente aquí?
-Nah, mi padre lo compro porque me gusto.
-Ey, eso es muy ambicioso.
-Lo sé, díselo a mi padre.
Ambos reímos seguimos conversando. Hablar con Nil era genial, me trasmitía mucha paz y sobre todo era muy divertido. Conversábamos de absolutamente todo hasta que Nil pregunto:
-El día que nos conocimos, ¿Qué hacías por allí?
-Um – me sentí un tanto incomoda con esa pregunta- estaba saliendo de ver a mi psicóloga- respondí su duda finalmente.
-Una psicóloga, ¿por qué?
-por problemas, traumas específicamente que dejo mi ex – agache la mirada porque, en seio detestaba hablar de eso, me recordaba los malos tiempos.
-¿Quieres contarme? Recuerda que ya me gane la pista.- Nil trataba de buscar mis ojos peo yo no quería mirarlo, en serio estaba incomoda.
Oh si recordaba que el día que me lo encontré en mi casa, exactamente cuando estaba en los columpios le dije que se ganara la pista del porque no sonreía mucho.
-No, no quiero hablar de eso, cambiemos de tema por favor- ese por favor sonó a una súplica como si mi vida dpendiera de ello.
-Bien, no quiero que estés incomoda, solo espero que algún da lo superes y quieras contarme.
Nil al ver que estaba decidida no dirigirle la mirada, se arriesgó a acercar su mano a mi rostro para que lo voltear a mirar.
-Laia, no estás sola, estoy aquí, somos amigos ¿No? Estoy aquí para ti, te ayudare para que dejes de sentirte mal, lo prometo.
-¿Por qué haces esto?
-¿Hacer qué?
-Hacerme sentir segura, sabes, tarde muchas horas en aceptar esta cita porque tengo miedo, mucho miedo de enamorarme y que vuelva a pasar de nuevo.
-Ey, ey Laia mírame favor- sono tan suplicante que tuve que mirarlo- Nadie ha hablado de ser novios, es verdadme atrae, pero no estas listas y no te voy a presionar, todo a su tiempo llevamos solo un mes y medio conociéndonos, aún falta mucho por recorrer, no quiero que te sientas así, solo quiero ser tu amigo por ahora, quiero apoyarte y hacerte saber que no estás sola, que en mi tienes a un amigo en quien confiar, y sobre todo nunca te va a juzgar.
Por mi mejilla ya estaba corriendo una lagrima, me di cuenta que nadie estaba presionándome ese estúpido trauma me ha hecho pensar cosas donde lo las hay, es cierto Nil en ningún momento me ha dicho algo comprometedor hasta ahora, yo soy el problema al pensar que volverán a pasar cosas malas, al pensar que al ser amigos de una vez vamos a pasar a un romance y no es así…
-Yo soy el problema Nil – le digo con lágrimas en los ojos.
-No, el problema fue que ese tipo se cruzara en tu camino, eres una buena persona, una buena hija y una buena amiga Laia, en ti no hay ningún problema, solo tienes que superar lo que sea que él te haya hecho.
-No es fácil y aun siendo nosotros amigos es difícil porque hay amigos que también se traicionan.
-entonces esos no son amigos, los verdaderos amigos no hacen ese tipo de cosas y te lo demostrare con mi amistad, solo confía un poco en mí, puedes?
-creo…-le respondí con cierta duda, en realidad confió, pero mi mete sigue siendo más fuerte que mi corazón
-Genial, estoy aquí Laia no lo olvides, vas a salir de esta, vamos a salir de esta Lil.