Como estrellas

Capítulo 9

Yo: algo me dice que no lo vas a hacer, que te vas a echar para atrás en el último momento

Él: no pienses en eso ahora mi mariposa hermosa

Yo: es que tengo que hacerlo, yo necesito una estabilidad, no voy a estar toda la vida esperando a que ella se vaya de tu casa para que me vuelvas a escribir, yo quiero estar contigo, quiero tomarte de la mano y besarte delante de todos y que no lo vean como algo malo porque sencillamente lo que siento por ti es demasiado grande, demasiado importante y estoy harta de esconderme y sentir que estoy haciendo algo malo pq este sentimiento no puede considerarse así

Él: no quiero que te pongas a pensar en esto ahora, éramos felices

Yo: no quiero ilusionarme pq yo sé que ella no va a dejar las cosas tan fácilmente y tú vas a terminar cediendo.

Él: no será así linda, ya verás

Yo: verás que al final tengo razón
Ahora voy a dormir, tengo mucho sueño, nos vemos mañana

Él: adiós mariposa
Hasta mañana
Cuídate💜💙

Me conmovió que pusiera esos dos corazones, eran nuestro símbolo, lo habíamos decidido hace unos días, cuando él decía que no sabía cuando le dedicaba un estado o no, entonces yo le dije que cuando le dedicara pondría un corazón azul porque ese era su color favorito y uno morado porque era el mío. Sin embargo no paraba de darle vueltas, tenía miedo, porque algo me decía que saldría mal, esa sensación no dejaba de atormentarme y me hacía imaginar múltiples escenarios donde él estaría junto a ella, frente a mí, besándose, abrazándose, amándose, y yo solo podía observar la escena mientras mi pecho ardía y mi mente me recordaba una y otra vez lo estúpida que era al pensar que él dejaría una relación así por mi o que alguien era capaz de amarme. Temía que el día de mañana llegara, porque si al final tenía razón y él se arrepentía sería un golpe demasiado duro y me costaría afrontarlo. Estuve teniendo pensamientos negativos y llorando hasta que en algún momento de la noche finalmente me quedé dormida.

✨✨✨

Nuevo día, nueva mañana, el día de hoy aparentaba ser perfecto, al fin un día perfecto en mi vida, siempre leía sobre ellos en los libros pero nunca había vivido uno en carne y hueso, digamos que la vida era un poco hija de puta conmigo normalmente, pero al parecer hoy iba a dejar de lado su mala voluntad conmigo al menos un día y me iba a dejar vivir en paz.
Ok soy un poco bipolar¿Ya lo había dicho no? Pero esa mañana había despertado con nuevas emociones, nuevos sentimientos, siempre me iba mal en la vida, no podría ser posible que fuera siempre así¿No es cierto? Se supone que era mi momento, se supone que ahora comenzaría a irme bien, tenía un chico maravilloso que estaba loco por mi, finalmente estaba en algo lindo, viviría momentos hermosos junto a él, teníamos un gran futuro por delante, su relación le hacía mal y se sentía infeliz en ella, yo sería su escape, el pequeño empujoncito que le faltaba para abandonar el barco que se estaba hundiendo, después de tanto sufrimiento finalmente había encontrado la felicidad, estábamos destinados, lo sentía en cada parte de mi corazoncito acelerado y loco por verlo.

Todo estará bien

Pensaba mientras terminaba de arreglarme, este día tendría que estar lo mejor posible, quería impresionarlo.

-¡Rach!-me había gritado Am entrando por la puerta de mi casa.

-¡Hola mi esposa!-había dicho mientras la abrazaba y cogía mi mochila, solo me faltaba el nasobuco, tenía como tres en la mesilla, las personas normales combinaban su nasobuco con su ropa y lo cambiaban a diario, sin embargo yo me iba por lo sencillo, tomaba el primer nasobuco que encontrara y me lo ponía mientras salía.

-¡Hoy es el gran día Am!-grité cómo histérica mientras caminábamos.

-Me alegro mucho por ti Rach-me dijo Am, pero había algo en su mirada, algo le preocupaba, estaba triste.

-¿Que pasa Am?-le pregunto sujetando su hombro para hacer que dejara de caminar y me mirara directamente.

-Pues no lo sé, lo noto extraño, como que algo está mal, ni siquiera siento que esto sea una relación, a penas hablamos y en la escuela ni siquiera me hace caso-me dice al borde de las lágrimas,se estaba conteniendo pero podía notar el nudo en la garganta que estaba intentando tragarse, y lo sabía porque yo también podía sentirlo, si algo teníamos nosotras tres era una conexión increíble, podíamos sentir lo que sentía la otra, solo que aún no lograba decidir si eso era algo bueno o malo.

-¿Crees que va a terminar contigo?-le digo directamente, pero con delicadeza en mi voz obviamente.

-No lo sé, está demasiado seco y me dijo que tenía que hablar conmigo-me responde.

-Eso no tiene que ser que vayan a terminar precisamente Am, puede ser cualquier otra cosa, no seas negativa-le recomiendo a mí mejor amiga, de verdad que me gustaría poder darle un consejo mejor o decirle algo sobre él, pero no lo conocía, solo había intercambiado algunas frases por WhatsApp con él, ni siquiera le había hablado en persona jamás.

Seguimos caminando a la escuela, pero justo una cuadra antes de llegar algo llama nuestra atención.

-¡Amber!-grita alguien detrás de nosotras y ambas nos volteamos, como había dicho antes teníamos una gran conexión, volteábamos cuando llamaban a la otra y todo, como si fuéramos nosotras mismas, éramos extrañas, lo sé, pero creo que eso era lo que más me gustaba de nuestra amistad, lo extrañas que éramos y como a pesar de eso nos entendíamos perfectamente.

Cómo iba diciendo, un chico trigueño con unos hermosos rizos que caían sobre su frente y unos ojos negros profundos estaba llamando a mi perra, el chico llevaba uniforme, por lo cual obviamente era de nuestra escuela, pero era algo extraño, era la primera vez en lo que llevábamos de escuela que alguien saludaba a Am y yo no lo conociera.




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