Eilean en un movimiento rápido hizo girar mi cuerpo para que quedara frente a él, se inclinó para estar a mi altura y puso su boca sobre la mía.
Pero no, nuestros labios no llegaron a juntarse, por lo tanto no nos besamos¿Quieren saber por qué?
Pues sencillamente porque los nasobucos de ambos cubrían nuestras bocas, impidiendo que pudiéramos probar el sabor y la textura de los labios del otro, sin embargo fue suficiente para acabar con mi estabilidad emocional, tal vez no haya sido un beso, pero esa había sido su intención.
Lo más raro del caso es que él solo siguió caminando, sin levantar sus manos de mis hombros, después de unos segundos de salir del shock donde me encontraba logro seguir caminando y justo cuando miro al frente veo a Harry aparecer en nuestro campo de visión, estaba solo a unas dos cuadras de nosotros, Tyler y David estaban allá también, saludando al recién llegado y los tres iban hacia el colegio, aunque en la distancia en que estaban solo tenían que dar unos pasos más para entrar. Al parecer nadie había visto nada de lo ocurrido y eso era un alivio para mi, no soportaría tanta vergüenza.
—Eilean, Harry está ahí, va a ver como...—digo haciendo un movimiento en círculos entre su brazo y mis hombros para que me comprendiera porque no sabía cómo llamarlo.
—No me importa—me dijo mientras me alentaba a seguir caminando a la escuela y una sonrisa bailaba en mis labios.
Fue ahí cuando lo comprendí, esa era su forma de asegurarme que todo acabaría pronto, por eso no le importaba lo que Harry le contaría a su prima, porque él planeaba dejarla primero.
✨✨✨
Correr...
Tiempo...
Velocidad...
Joder Rachel hablando así ni yo que sé a lo que te quieres referir.
¿Les he dicho que odiaba a mí consciencia? Porque nunca me cansaré de repetirlo, era insoportable.
Bueno lo que quieras, pero¿vas a acabar de explicarles de qué demonios estabas hablando o tendré que hacerlo yo?
¡Tú cállate! Solo eres una consciencia que a nadie le importa, ni siquiera eres la protagonista. Cómo iba diciendo...
Eran unas de las primeras clases de educación física y por lo tanto el profesor tenía que hacer algunas pruebas para saber nuestro rendimiento deportivo, la cosa es que hoy nos tocaba la resistencia¿o era la velocidad? Bueno total, que teníamos que correr mucho y muy rápido, daba igual el nombre técnico que tuviera esa tortura.
Había corrido lo más rápido que podían aguantar mis piernitas, OJO y repito "lo más rápido que podían aguantar mis piernitas" en ningún momento había dicho que lo hubiera hecho bien.
La cosa es que había hecho demasiado ejercicio, no estaba acostumbrada a ello y por lo tanto estaba mareada, a punto de tirarme al suelo porque mis piernas no podían soportar el peso de mi cuerpo y con ganas de morirme para dejar de sentir este horrible malestar interno.
Me había sentado junto a Eilean, el chico estaba preocupado por mi estado, claro, no era normal que una chica estuviera agonizando tanto por una carrerita, pero yo no era una chica normal, si me iba a querer tenía que hacerlo con mi mala suerte para las carreras incluida.
Por alguna razón habíamos comenzado a hablar de cómo las mujeres cambiaban tanto su físico que dejaban de verse como eran en realidad, por ejemplo, como teñían su cabello, como se hacían cirugías para hacerse un trasero más grande, etc, etc.
—Bueeeeno, digamos que yo tampoco es que sea cien por ciento natural—le digo un poco avergonzada con la confesión, me levanté un momento para arreglarme el short y vi como Eilean me observó atentamente de repente.
—¿O sea que tú...—dice mirándome el trasero—lo tienes hecho?—me pregunta y me quedo atónita durante unos instantes.
—¡Claro que no!—me defiendo—¿Te parece que esté hecho?—le digo mirándolo fijamente con cara de asesina serial.
—Pues...digamos que...—al parecer intentaba buscar sus palabras.
—Ajá..?—le digo animándolo a hablar, pero preparando la mano de la cachetada si me decía que parecía la típica rubia con cuerpo perfecto por ser operada.
—Que tienes un trasero grande—me dice y me sonrojo con sus palabras, no esperaba que se hubiera fijado en mi trasero¿Acaso se dedicaba a vacilarme en secreto? Me sentía violada, en el buen sentido.
—Oh—digo aún sonrojada.
—Pero...si no era eso¿Por qué dijiste que no eras cien por ciento natural?—pregunta y vuelvo a bajar la cabeza al recordar lo que iba a decirle.
—Pues...digamos que mi cabello no es tan lacio como parece ser—confieso y él me mira extrañado—o sea que me pongo algunos productos para que sea más lacio, pero no es así naturalmente.
—Eso no importa—me dice y sonrío, no pensé que fuera a hacer un comentario grosero pero siempre estaba esa posibilidad.
Ambos hablábamos sobre cosas triviales, cualquiera que se nos pasara por la mente como había pasado hace unos segundos, hasta que finalmente llega la hora de irnos a la casa otra vez.
Salíamos a comprar un helado como de costumbre, había un grupo grande de personas, Elena saca su celular y en ese momento saca una fotografía de todos posando, más tarde se la pediría, me gustaba eso de tener tu galería llena de momentos especiales que siempre que las veías y lo primero que se te pasaba por la mente era: "desearía repetir ese día" u "ojalá todo fuera como antes"eso demostraba que habían sido buenos tiempos.
Hicimos una larga cola porque como de costumbre también habían muchas personas que también querían helado, sin embargo cuando finalmente llegó nuestro turno, adivinen qué...pues nos habíamos quedado sin helado, habíamos estado media hora haciendo una cola por gusto, así que todos decepcionados nos fuimos de ahí. Era viernes, a penas las tres y media de la tarde, demasiado pronto para ir a la casa y no volver a salir hasta el lunes para ir al colegio, así que todos decidimos dar una vuelta por nuestra pequeña cuidad. Eilean volvió a ser el Dj de la tarde y puso su álbum de Camilo, se había algo vuelto una rutina, sin embargo era una rutina que me gustaba, sobretodo porque la primera canción en sonar siempre era Desconocidos, nuestra canción...
Editado: 14.08.2021