Nada me gustaría más que hacer el amor.
Sentir ese deseo indescriptible.
Sentir esas ansias de caricias.
Sentir pasión... ese calor que te hace arder y te impulsa a saborear todo el placer que puedes llegar experimentar si te esfuerzas lo suficiente.
Sentir el desespero de llegar a lo más alto del momento.
Sentir un fuego consumidor que te desarma hasta que gritar no basta para liberar eso que te lleva a una satisfacción absoluta.
Y luego llega la paz y una tranquilidad sorda que te abruma, pero da sosiego porque disfrutaste lo que hiciste.
Ese ardor de que ondulas tan ligera como una hoja separada del árbol porque llegó su tiempo y es ayudada por el viento a seguir su destino.
Todo esto es lo que quiero sentir, por eso quiero hacer el amor.
Hacer el amor con mi pasado que por todos los errores cometidos me perturba y me carcome.
Hacer el amor con mi presente que es un reflejo del daño que mis errores, ya que aún me atormentan las consecuencias de los mismos.
Quiero hacer el amor conmigo misma porque necesito sentir esa pasión por vivir que estoy perdiendo.
Porque quiero recuperar ese deseo indescriptible que significa cumplir metas y nuevos anhelos que me debo.
Porque quiero llegar a lo más alto y por primera vez sentirme orgullosa de lo que logrado de manera limpia, transparente.
Y porque finalmente quiero esa paz y tranquilidad de haber cumplido con la finalidad de todos los seres humanos en esta tierra que es vivir la vida con todo y cosechar las suficientes victorias y desterrar los fracasos para poder ser feliz en la pequeña oportunidad que se nos da al estar de paso por el mundo.
Deseo tanto... hacer el amor.