Concéntrate. Fíjate en las letras que fueron el inicio de tu existencia. Mira el color. Enfócate en su forma. Ése eres tú. Es tu esencia. Es lo que eres. No tienes forma plana. Tienes forma humana. 3D. Siente tu piel. Mueve tus extremidades. Pisa firmemente el suelo. Respira profundamente. Expande tus pulmones. Siente el calor o frío que te rodea. Abre los ojos.
Aquí comienza lo serio. Si de verdad quieres matar a tu autor, deberás tomar la tarea a conciencia. ¿Cuál será tu apariencia? ¿Cómo lograrás acercarte a él/ella?
Me es indiferente tu color de piel o lo que tengas entre las piernas. Pero si para tu autor eso es importante, toma ventaja de ello. Mi consejo es que tengas el rostro de su musa o... ¿muso? Los escritores son estúpidamente superficiales, disfrázate del rostro que más le llame la atención y te invitará a tomar té con él/ella.
Si tu autor es como el mío y no tiene musa o... ¿muso? entonces te recomiendo que escojas a alguien que tiene gran influencia en él/ella. No es necesaria la admiración, no es necesario el amor. Con respeto será suficiente. Alguien a quien tu autor escuche, puede que ni siquiera le agrade pero sí pone atento los oídos a cualquier cosa que dicha persona diga.
¿Tu autor no tiene a alguien así? ¿Nadie que lo influya en su vida? Entonces no te preocupes por matarlo, él mismo lo hará en su inútil y putrefacta vida.
Cuando tengas a la persona por la que te harás pasar, recuerda adoptar todo de ella, pues es la única forma que tu autor dejará que te acerques. Por alguna razón yo tengo el rostro de su asesor de tesis.
Si quieres ser más cruel, disfrázate de un agente o miembro de editorial y prométele que harás que sus libros se vendan y que vivirá de eso.
Musa, muso, asesor, celebridad, edito o agente. Toma su rostro, su voz, sus gestos, su insignificante personalidad y tendrás a tu autor de rodillas frente a ti.