CAPITULO IV: UN SECRETO QUE OCULTAR

CAPITULO IV: UN SECRETO QUE OCULTAR 

mientras rosa le presentaba la familia a la señora Williams, Josh y Anabelle seguían discutiendo en la planta alta
-escúchame Ab *así le llamaba josh a Anabelle de cariño* no voy a seguir peleando con una niña de 8 años, no lo entenderías 
-escúchame josh puedo ser muy pequeña pero yo también tengo cosas con las cuales lidiar 
-asi? ¿Como que?
-pues... me toca ir a la escuela, comer respirar, existir, hacerte feliz a ti y a mamá * con cara tierna *
-jajja, no lo puedo creer, como puede ser tan estupido? Tengo a la hermana más tonta del universo entero 
-gracias... espera ¡¿QUE?! ASHHHHH JOSH VUELVE AQUI NO HE TERMINADO CONTIGO!
Si, ese era el mejor recuerdo que tenía con su hermano, la señora Williams, su madre y su familia casi completa, cada vez que Anabelle recordaba esa última cena de navidad, se lamentaba el no haber hecho nada antes para decirles a todos sus allegados, lo que realmente sufría su hermano, algo de lo que ni ella se hubiera enterado, de no haber sido, por la vez que entro a la habitación de su hermano a guardar la ropa, recién planchada que le había entregado su madre, y probablemente para una niña de su edad no sabría identificar que significa la palabra: adiccion al alcohol,  era lo que encontró en la hoja sobre la cama de aquel lunes 13 de mayo del 2011 un año antes de que su hermano lo confirmara, con la condición de no decirle ni siquiera a su madre, que el en algún momento lo haría.
-Anabelle, querida la señora Williams se tiene que marchar!
Anabelle volvió en si y bajo más rápido que pudo las escaleras para despedir a la señora Williams, pero a la mitad de las escaleras, un pequeño e inofensivo charco de agua, haría que se cayera, y perdiera el conocimiento.
-¡Anabelle!
-¿Hija estas bien? despierta, Anabelle, ANABELLE!
-¿¡MAMÁ!?
-hija por favor, despierta.....t-e lo pido, lo siento, perdóname por todo pero despierta.
-mamá que paso?
- lo sentimos mucho señora Robinson 
-q-ue?!
-con todo mi dolor como médico, hicimos todo lo que pudimos, lamento su pérdida, pero tendré que pedirle que se retire llegara la morgue a llevársela 
-NO N-O NO ES MI HIJA ELLA NO SE PUEDE IR TAMBIÉN PORFAVOR, DÍGAME QUE NO POR FAVOR ELLA TAMBIÉN NO.
-como me gustaría que así no fuera pero no pudimos hacer nada, sufrió...
-SILENCIO, NO QUIERO OÍRLO, solo... déjeme sola
-si señora no se preocupe, le doy los minutos que faltan para que llegue la morgue por ella. 

Y así en un abrir y cerrar de ojos Anabelle quien tanto había sufrido, quien tanto tenía por delante, se fue sin dejar nada resuelto,  sin saber la verdadera razón por la que sus amigos la dejaron o el saber que paso esas noches, en las que Anabelle no despertaba en su habitación, era una extraña sensación que la aturdia, todo el tiempo, hasta ahora......