Llegué bastante tarde al colegio, mi hermano se había tardado siglos en bajar y me iba a ir con él.
– Por tu culpa llegaré tarde a contabilidad, voy fatal en esa clase y tu me retrasas –
– Deja de quejarte y entra de una vez –
Él se fue al edificio de los pequeños y yo me metí al grande.
Caminé casi corriendo por los pasillos para llegar rápido a mi casillero y no tener que retrasarme más, aunque cuando llegué a él se me fueron todas las ganas de ir a contabilidad
En la puerta del casillero había una rosa blanca pegada, un chocolate, una carta y una notita que decía “Buenos días ” Sonreí y despegue la carta del casillero para leerla
“Bienvenido este lindo encuentro, soy un admirador tuyo, obviamente sabes quien soy, y esto es para demostrarte que haría lo que fuera por llegar a tener tu corazón.
Esperó mis regalitos te gusten, nos vemos después saekki goyang”
– No sé si avergonzarme o sentirme feliz por tener un pretendiente – dije despegando las demás cosas.
Dejé la carta y la nota en él casillero, la rosa la metí entre él libro de contabilidad y él chocolate me lo comí.
Me fui a la clase y él profesor me regañó, aunque me vio con la cara de idiota enamorado, así que me dejo pasar sin decir mucho.
Alex me pasó diciendo, durante todo él periodo, que por qué estaba con la sonrisa de idiota, aunque yo no le dije nada.
– Bien, ya me harté – dijo él en cuanto acabó la clase – me vas a decir el porqué de tu sonrisa de idiota o dejaré de ser tu amigo – él nunca dejaría de ser mi amigo
– Yuan me dio unas cosas y fue un detalle muy lindo – Dije sacando la rosa del libro para enseñársela
– Que lindo...– puso sonrisa de idiota al igual que yo – incluso te dio tu tipo de rosa favorita
– Sí... –
– Que lindo –
Algunas veces se nos salía lo femenino y empezábamos a actuar como un par de chicas adolescentes a las que habían invitado a un baile, aunque casi nunca sucedía
– Eso significa que le gustas – Me abrazó y me sonrió – te imaginas que te dé tu primer beso después de que te regale una rosa... Sería tan lindo...
– Sí, pero sabes que mi primer beso está reservado para mi hermano –
– Incestuoso gerontofilico –
– Mi hermano tiene 21, no 80 – a veces suele molestarme con eso, aunque no es muy seguido
– Ya lo sé, pero hasta que sepa como llamarte cuando te pones de gata en celo con tu hermano, te seguiré llamando así –
– A mi me gusta mi hermano, a ti te gusta el profesor de ciencias y él tiene 29, así que no puedes llamarme gerontofilico –
– Callate, te pueden escuchar – me tapó la boca con ambas manos
– Por favor, todo él colegio sabe que te gusta, incluso el profesor lo sabe –
– Ya lo sé, pero igual me da vergüenza que hablen de eso... Me costó mucho hacer que se olvidaran de eso... –
– Alex – me puse serio – te traes babeando al profe, se te queda viendo cada que puede y cuando estamos en natación él siempre te mira él culo – me reí un poco – te deberías insinuar un poco con el profesor
– Creo que debería... Aunque no sé...
(Pregunta random: ¿Quieren ver a alex haciendo de las suyas o seguimos únicamente con Neithan?)
– Bien, ya llegó el profesor – le di un codazo suave para molestarle, pues nos tocaba ciencias – yo que tu le preguntaba si podrían hablar en el pasillo un rato –
– Lo dice el chico que ni siquiera ha besado –
– Eres un maldito –
– Buenos días clase, hoy hablaremos sobre la proyección de la luz sobre los objetos, así que tendremos la clase afuera – todos nos emocionamos y salimos rápidamente de la clase... Todos excepto Alex que se quedó unos minutos a solas con el profesor
El profesor nos llevó a la parte trasera de la escuela y, para mi mala o buena suerte, Yuan estaba practicando natación, junto un montón de chicos que me daban totalmente igual
– Señoritas, Alexander, Christian y Neithan, la vista hacia mí – dijo el profesor un tanto enojado
– De acuerdo profe, después de todo usted no está nada mal – dijo Chris en modo de broma y todos hicieron un "Uhhh"
Alex se puso un poco celoso, pues Chris era una zorra con complejo de gata en celo y si se lo proponía terminaría con el profesor lamiéndole el culo
– Parad ya, no sois unos niñatos de diez años para que os comportéis así – todos empezaron a prestar atención, pues si el profesor Alberto se enojaba, todos terminaríamos en castigo – Ahora, alguien puede decirme ¿Por qué los colores son como nosotros los vemos?