Cómo puedo amarte

Capítulo 3: Mi primer amigo se llama…

Los exámenes habían concluido sin ningún problema, se podía percibir el olor a vacaciones del fin de año, era la oportunidad perfecta para disfrutar tu juventud mientras la tengas, ya que solo eran pasos pequeños dirigiéndonos a la universidad.

Mientras todos se preocupaban por los exámenes y sus resultados, yo solo podía pensar en el tiempo que había transcurrido durante esos casi 6 meses de estudio.  Luego de un tiempo de misterio, habían publicado los resultados de los exámenes y puntuaciones finales del semestre.

Por suerte no solo me había ido bastante bien, sino que estaba entre los 5 mejores de mi grupo, era algo que en el exterior no mostraba ningún gusto o satisfacción ante gran resultado beneficiarte para mi meta de estudiar en una buena universidad, pero en mi interior me daba cuenta de que aun siendo un logro bueno me llegaba a emocionar bastante.

El último de clases fue bastante tranquilo de lo que esperaba, ya que aunque se notaba la emoción de loas personas para poder ser libres de la escuela, se comportaban de una buena manera, siendo pacientes hasta el momento en el que dieran por terminadas las evaluaciones y clases de este semestre.

Al salir de la escuela me topé con mi amigo justamente a donde yo me dirigía, conversamos bastante mientras caminábamos juntos, nos estábamos divirtiendo entre los dos, compartiendo las buenas cosas que hemos vivido estos meses.

Por mi parte le agradecí por la amistad que llego a brindarme cuando yo estaba solo y no contaba con amigos, había sido la persona que logro hacer un cambio positivo en mí, saber que tengo la mejor manera de poder tener amigos es confiar en uno mismo, tomando en cuenta que las amistades solo surgen cuando deben surgir; no pueden llegar a ser forzadas o anticipadas.

─ Sabes ─ Las cosas pasan por algo, como seres humanos, tenemos las posibilidades de decidir que hace con nuestras vidas y qué decisiones tomar al respecto ─ Lo que no podemos es crear las situaciones de nuestro día a día y mucho menos las personas que aparecer en nuestro alrededor ─ Habrá personas buenas como malas ─ Pero debemos saber que lograríamos aceptar y lo que rechazaríamos ─. Menciono mi amigo mientras nos dirigimos a un lugar sin importancia.

Acepte al final sus palabras, él tenía razón, aquellas cosas que esperamos pueden suceder como lo contrario, es como tirar una moneda al suelo y esperar el resultado que esperamos. Podríamos acertar, pero depende de lo que debe de pasar, el futuro de las cosas que pueden llegar a pasar ya están escritas, pero nosotros seremos quienes dirijamos nuestro rumbo a donde queramos, sabiendo que llegaríamos a caernos en ese transcurso, pero todo depender de que hagamos después de eso. Él después ya está y hay distintas posibilidades, pero nosotros mismos seremos quienes tendremos que elegir una de ellas.

Volviendo con la caminata que al final se volvió paseo, todo iba bien, era un momento bastante bueno entre nosotros. Habíamos caminado por un tiempo bastante largo, sin darnos cuenta de que ya estaba atardeciendo, sin ninguna razón, decidí voltear hacia la dirección contraria de la puesta del sol y en ese preciso momento volví a ver aquel color caramelo que con tan solo verlos me fasciné, como había pasado la última vez que la vi.

Era aquella chica misteriosa de nuevo, solo que esta vez estaba con unos chicos, supongo que eran sus amigos.

Su mirada y la mía se habían vuelto a cruzar momentánea una vez más. Sin pasar siquiera 3 segundos mi amigo salió apresuradamente hacia la dirección de esa chica, por alguna razón parecía que ya se conocieran, pronto mis sospechas se harían realidad, pues lo que imagine era lo correcto.

Quería evitar alguna interacción con ellos y tan solo decidí pasar a una tienda de conveniencia que justamente estaba a mi lado.

No era miedo o vergüenza, sino que era una sensación de no querer depender de él para tener amistades, la última vez gracias a él obtuve a dos nuevos amigos; sin embargo, no me parecía justo que tan solo él hiciera el intento de esforzarse en presentarme personas, debía ser yo el que tuviera la intención de socializar con ellas.

Al término de mis compras decidí salir y ver si su plática había terminado, por suerte mía ya había concluido. Al parecer mi amigo evito decirme algo sobre lo ocurrido, siguió con normalidad todo, hasta que habíamos llegado al punto de tomar caminos diferentes, en frente de un parque para mascotas.

Terminamos despidiéndonos y esperar vernos en las vacaciones de fin de año. Tan solo di cuatro pasos y lo escucho gritar

─ Que te parecería si la siguiente semana nos organizamos y vamos a un lugar sin especificación alguna? ─ Más específicamente el sábado por la tarde o noche? ─ Grito a mis espaldas esperando una repuesta a su propuesta de amistad.

─ Supongo que ese día estaría bien, en el transcurso de la semana nos ponemos de acuerdo bien si? ─ Sería una buena oportunidad para poder pasar un buen momento con mi amigo.

Al final acepto y cada quien tomo su camino. Pronto podríamos volver a ver, esperemos que sea un buen día, después de todo es mi primer amigo.

El día esperado había llegado, concordamos que nos veríamos el sábado a las 16 h, decidí llegar unos minutos antes para ser el primero en llegar al sitio establecido. Por otro lado, mi amigo había llegado cinco minutos tarde de lo que habíamos quedado, no le dimos mucha importancia, así que proseguimos con la salida.

Visitamos un museo que estaba cerca del centro de la ciudad, bastante popular por las pinturas que se presentaban, era un lugar que me interesaba bastante visitar, mi amigo decidió apoyar mi idea y el destino que visitaríamos sería ese museo. 

Yo estaba fascinado con las pinturas que había, cada una de ellas tiene un trasfondo importante, desde su elaboración, su estructura, la técnica que se ocupa y con qué sentimiento se creó.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.