Concluimos bastante bien el año escolar, inicie con el pie incorrecto, pero de a poco logré mejorar mi interacción ante las personas. Disfruté bastante las vacaciones de verano con mis nuevos amigos, salimos bastantes veces que perdí la cuenta, pero lo importante es que pude estar con otras personas sin ser juzgado.
El tiempo transcurrió con un ritmo acelerado y cuando me di cuenta ya estábamos en el siguiente año de preparatoria, por suerte el último día de vacaciones salimos a un parque algo alejado de la ciudad con la finalidad de ver las estrellas en el cielo, ya que en donde vivimos todos no somos capaces de apreciarlas a gusto, así que optamos por esa idea, no nos preocupaba estar tan tarde, pues la madre de Nori pasaría por nosotros en su auto y regresaría los a la ciudad al terminar nuestra visita en el parque para no perdernos el primer día, por el hecho de que era de los días más relevantes y sobre todo para lograr sentarnos todos juntos.
Cuando llegamos al parque nos dimos cuenta de que estaba bastante vacío, ya que como mañana se reanudarán las clases, muchas personas preferían estar cerca de las zonas y evitar tráfico por las tardes. Para algunos era aburrido estar muy pocas personas, para nosotros era la mejor cosa que nos pudo pasar, puesto que disfrutaremos más el día sin exceso de personas.
Mientras esperábamos a qué anocheciera, quisimos explorar la zona para encontrar el mejor lugar para ver las estrellas. Mientras tanto la madre de Nori buscaría en donde estacionarse, no había problema para que hubiera 35 espacios libres y solo 6 ocupados sin contar el que ocuparemos mientras estamos en el parque.
Por otro lado, mientras buscábamos el sitio, notamos las vistas hermosas que tenía la zona, este parque es bastante popular por eso, pero esta vez me sorprendió la mínima cantidad de personas de las que usualmente visitan.
Masaru en un acto arriesgado decidió tomar una foto por el lindo paisaje que había cerca de la orilla del camino, sorpresivamente la parte en donde se encontraba se desprendió y el término al fondo de la bajada que se encontraba ahí, ya que las plantas cubrían esa parte.
Varios, Nori y yo no pudimos hacer nada y Masaru terminó en el fondo, rápidamente decidimos bajar para ver si se encontraba bien y si no estaba herido.
Por suerte solo se había ensuciado, estábamos bastante aliviados que no tuvimos que ir al hospital; sin embargo, Nori se dio cuenta de un camino que nos llevaba a un lugar que se veía algo abandonado, el camino estaba lleno de moho e incluso había bastantes insectos.
Tomamos la decisión de explorar aquel camino abandonado, mientras tanto veíamos que oscurecía poco a poco mientras avanzábamos, pronto llegaríamos a una colina bastante despejada. Aquel sitio estaba muy bien cuidado y tenía una gran vista hacia el cielo, sin que los árboles evitaran la visibilidad del cielo.
Al anochecer logramos ver aquellas estrellas que anhelamos admirar, mientras que Nori y yo íbamos a buscar a su madre y Haruo se quedaría con Masaru en el punto que habíamos encontrado para que ninguna otra persona nos quitara el nuevo paraje que descubrimos.
Al llegar al estacionamiento vimos que su madre ya estaba durmiendo en el auto, al aparecer estaba bastante cansada del viaje, aunque vimos que tenía varias bolsas de botanas abiertas y vacías, supusimos que al tardarnos mucho su mamá disfruto de las frituras. Ya que tardamos era obvio que terminaran acabándose.
Pasaron los minutos y creímos que sería mejor quedarnos cerca de su mamá por si despertaba y regresar a nuestras casas, tan solo éramos Nori y yo, aunque sabíamos que Haruo y Masaru estaban lejos y solos esperaríamos a que ellos mismos regresaran cuando se dieran cuenta de que ya es tarde.
Mientras los esperábamos estuvimos conversando Nori y yo, dándonos cuenta de que interactuamos con bastante fluidez, conversamos de las cosas que habíamos hecho en estas vacaciones, en cosas que retomaremos este año de preparatoria e incluso ideas.
Por parte de Nori, ella pensaba en anotarse en el consejo estudiantil para mejorar, apoyar y lograr mejorar académicamente y emocionalmente a cada estudiante de la escuela.
Me parecía una muy buena idea, en el aspecto de que le preocupaban los demás, por mi lado decidí acompañarla, ya que no tenía otra cosa mejor que hacer en la escuela, también intentar mejorar las interacciones sociales con las demás personas de la escuela.
Era una decisión bastante positiva para nosotros y sería más fácil sobrellevar una convivencia sabiendo que un amigo estaría con el otro por si se necesita algo.
Sin darnos cuenta iban llegando aquellos dos que habíamos abandonado, ya que era demasiado tarde y debíamos llegar a buena hora a la ciudad para no perdernos nuestro primer día de clases.
Al final tuvimos que despertar a la madre de Nori y regresar, mientras estuvimos platicando Nori y yo pudimos apreciar las estrellas, tan brillantes y hermosas cuando no hay luces que impidan su visibilidad, del lado de Haruo y Masaru también lo disfrutaron, aunque evitaban mirarse y actuaban demasiado extraño.
Al final fue un buen día, básicamente el día que concluiría con nuestras aventuras en las vacaciones y Tendríamos que volver a la escuela, aunque no era una rutina bastante mala, tendríamos menos tiempo de disfrutar.
El primer día de clases había llegado, muchas personas estaban bastante animadas, ya es un buen día para conocer nuevas personas y sobre todo, tener un gran primer día.
En mi caso me entusiasmaba, ya que como contaba con amigos no me preocupaba estar solo; sin embargo, aquel miedo seguía estando presente en cualquier momento, ya sea bueno o malo, disfrutando todo, pero sabiendo algún momento podrían cambiar las cosas.
Luego de un tiempo en la escuela me sentía bastante cómodo, había cambiado los sentimientos que llegaba a tener a lo largo de las clases, al final lograba disfrutar un poco la escuela, en el descanso acompañe a Nori para inscribirnos en el consejo estudiantil.
Editado: 25.03.2024