Damos un salto en el tiempo, semanas después del evento deportivo, Estableciéndose a tan solo 1 día de los exámenes semestrales.
Durante todo ese tiempo transcurrido, Itta y Paora convivieron mucho más de lo normal, saliendo de vez en cuando entre amigos dentro y fuera de la escuela. Akane, mientras tanto, debido a sus visitas a la preparatoria, convive junto a ellos.
Después de esperar casi medio año, por fin estaba a punto de acontecer el hecho que cambiaría todo, lo que me permitiría avanzar o solo quedarme en el mismo lugar en donde estoy.
Así es, llegaban los exámenes semestrales. El temor de cada estudiante estaba a punto de pasar en aproximadamente 24 h, básicamente nada, lo que alarmaba a todo mundo, incluso a los más preparados para ese momento. En mi caso era lo contrario a lo que demostraban los demás, no me aterraba el hecho de presentaros, estaba preparado para hacerlos; inclusive, la idea de estudiar me parecía innecesaria. Estaba demasiado confiado.
Mi confianza no está basada en considerar los exámenes fáciles; sin embargo, el hecho de aprender, memorizar y recordar todo lo mencionado en clases facilitaba su realización.
Tan solo faltaban 5 minutos para la hora del almuerzo, mientras tanto, la profesora explicaba los últimos puntos importantes del tema para por fin saber lo que vendría en el examen de mañana. Algunos compañeros habían empezado a organizarse para tener sus propias reuniones de estudio al término de las clases de hoy; sin embargo, se notaban más preocupados por ver a quienes invitaban que descuidaban los apuntes de la pizarra. Antes de darse cuenta, la profesora había resuelto una ecuación con un procedimiento bastante largo, Aquellas personas que no habían puesto su atención en él, tendrían problemas para saber la manera de llegar al resultado.
Para mi buena suerte había comprendido todo bastante rápido, prácticamente tendría posibilidades de pasar todas las materias con buenas notas.
─ Alguien podría decirme ¿Cómo es que llegué a este resultado? ─
Mencionó la profesora con un tono de voz bastante parecido al enojo y la ira, luciendo una expresión en su rostro bastante intimidante.
De repente, un silencio invadió el salón por completo, lo que significaba que prácticamente nadie había puesto la atención necesaria como para comprender la ecuación. Por suerte, lograron salvarse de una participación. El tiempo restante de la clase había terminado, por lo que había llegado la hora de disfrutar del almuerzo escolar, el punto que culturizar estudiante de la escuela disfruta. Pese a tener precios bastante altos, vale la pena cada centavo, el sabor, el olor, la consistencia y la manera en la que luce, logra satisfacer el hambre de cualquier persona.
Antes de poder ordenar algo, recibí un mensaje de Paora.
En él decía:
─ ¿Podrías venir a buscarme a mi salón? ─
─ Quería preguntarte algo importante ─
Al ver la palabra ¨importante¨, rápidamente decidí salirme de la fila, cosa que, cuando reaccioné, me di cuenta de que estaba a tan solo 2 lugares de haber pasado. Tristemente, el almuerzo tendría que esperar. Sin perder más el tiempo me dirigí hacia donde está ella.
Antes de eso, obviamente tuve que preguntar hacia donde estaba.
Al parecer, estaba mucho más alejado de lo que esperaba, prácticamente estaba del otro lado del edificio, por lo que me tendría que dar prisa para llegar a tiempo, de lo contrario no solo podría escuchar la pregunta que quería hacerle, sino que llegaría tarde a clases. La distancia prácticamente era un problema; sin embargo, no me molestaba ir. Poder ayudarle hace que valga la pena cualquier sacrificio que sea; aun así, la próxima clase que tendría es una de las que más domino, así que no habría problema de falta, todo mientras no noten mi falta.
Mientras iba dirigiéndome hacia allá, comencé a pensar una serie de cuestiones al momento de llegar con Paora. ¿Qué es lo que tendría que decir al momento de llegar? ¿Hola? Tal vez ¿Busco a Paora? ¿O tan solo entrar a su salón sin decir nada?
No lo sé, cualquier opción podría ser la correcta; sin embargo, corría el riesgo de causarle algún problema sin darme cuenta. Pronto, aquella preocupación había cambiado a miedo, el cual no era cualquier cosa, actualmente me estaba impidiendo pensar con claridad las cosas, lo que significaba que sería mucho más difícil de lo que pensaba.
Cada vez más me acercaba a mi destino, pensando, reflexionando y sobre pensando las cosas, aunque debía controlarme. Esto ya no solo se trataba de mí, sino también de Paora, prácticamente ella me dijo que necesitaba algo bastante importante, por eso me dirigí hacia allá.
Antes de darme cuenta, ya estaba prácticamente al frente de la puerta, tan solo era acercarme y preguntar por ella, sonaba demasiado fácil; sin embargo, para mí era incluso, mucho más difícil de lo normal, debía de pensar las palabras que necesitaba usar, quería evitar a toda costa algún error de pronunciación,
Conocía el riesgo de equivocarme en frente de alumnos de último año, prácticamente debías ser lo más profesionalmente posible al dirigirte a ellos, prácticamente sienten una superioridad ante los demás años inferiores a ellos. Era un riesgo que debía evitarse cuidadosamente; aunque, nunca los volvería a ver y mucho menos interactuar con ellos, era un punto válido para intentarlo y no temer nada.
Editado: 25.03.2024