Capítulo 2 - Comprador Supremo

Resultó que sus padres y hermanas le habían estado mintiendo cuando le dijeron que estaban trabajando en el extranjero.

Después de eso, Gerald llamó directamente a sus padres. Inicialmente estaban enojados porque su hermana le había contado sobre su riqueza sin su permiso, pero después de un rato, decidieron disculparse con Gerald.

El padre de Gerald le dijo que no tenía más remedio que hacerlo porque quería criarlo para que tuviera una personalidad humilde. Después de eso, su padre le explicó muchas cosas.

Gerald luego retiró cientos de miles de dólares del banco antes de ir de compras con algunas de las tarjetas bancarias negras que su hermana le había acabado de enviar por correo a él.

De hecho, Gerald todavía no estaba completamente convencido.

‘¿Fue esto solo un sueño?’ Gerald estaba muy emocionado en ese momento.

“Jajaja. Xavia, si no hubieras roto relaciones conmigo, podría haberte comprado cualquier cosa que quisieras ahora”.

“Yuri y Danny, ustedes me insultaban y burlaban tanto de mí en la universidad. Me pregunto cómo reaccionaran en el futuro”. Gerald sonrió amargamente para sí mismo.

Ya era casi mediodía cuando salió del banco. En ese momento, el celular de Gerald sonó y se dio cuenta de que era una llamada telefónica del director de su dormitorio.

“¡Hola!”

“Gerald, ¿estás bien? ¿Por qué no estás en el dormitorio?”

“¡Oh, me fui a dar un paseo!”

“Algunos de nosotros estamos muertos de miedo. Nos preocupamos mucho por ti. Por cierto, hoy es el cumpleaños de Naomi. Como no pudo contactarse contigo, ella me pidió que te preguntará si asistirás a su fiesta de cumpleaños esta noche. ¡Ella dijo que te había mencionado la celebración de su cumpleaños hace unos días atrás!”

Después de escuchar sus palabras, Gerald revisó la lista de llamadas perdidas en su teléfono antes de darse cuenta de que efectivamente había perdido algunas llamadas de Naomi.

Naomi era la compañera de clase de Gerald y no solo era muy hermosa, sino que también era muy cercana a Gerald. Aparte de Xavia, Naomi era la única amiga de Gerald. De hecho, Gerald recordó que Naomi le contó sobre su cumpleaños hace unos días. Sin embargo, no dijo nada porque ya estaba luchando para simplemente alimentarse hace unos días. Pero ahora...

Gerald decidió vivir como una persona normal en su círculo habitual de amigos.

‘Entonces, ¿por qué no iría a la fiesta de cumpleaños?’

“Tengo que darle un regalo de cumpleaños, ¿verdad?”

Después de colgar el teléfono, Gerald miró a su alrededor y lo único que lo atrajo fue la tienda de Hermes. Este era una tienda de lujo mundialmente famoso que ofrece artículos muy lujosos.

Aunque era sumamente caro, a muchos chicos ricos de segunda generación de la universidad de Gerald les gustaba venir aquí principalmente por su prestigio.

Gerald no tenía intención de entrar en la tienda, pero de repente pensó en la Tarjeta del Comprador Supremo Globalmente Universal que su hermana había enviado a él hoy.

Se sintió muy tentado en ese momento. Inicialmente se mostró muy reacio a gastar dinero, pero cuando pensó en la tarjeta, la culpa de Gerald disminuyó de inmediato.

Después de respirar profundamente, Gerald entró inmediatamente a la tienda boutique Hermes.

“Hola señor, ¿qué puedo hacer por usted?” Una vendedora muy hermosa en el interior saludó a Gerald muy cortésmente. A pesar de que había un rastro de desprecio en sus ojos cuando miró la ropa de Gerald, seguía siendo muy educada.

Ella sabía que todos los que entraban a esta tienda normalmente mirarían a su alrededor primero, pero no entendía por qué alguien como él querría entrar en la tienda boutique.

“Voy a echar un vistazo alrededor de la tienda primero”, Gerald respondió inmediatamente. Esta era la primera vez que entraba en una tienda boutique tan lujosa, por lo que realmente no sabía qué comprar. La vendedora tenía una expresión fría en su rostro mientras miraba a Gerald.

“Yuri, ¿puedes comprarme una bolsa?” En ese momento, una voz familiar llegó al oído de Gerald y vio a una hermosa chica entrando a la tienda mientras sostenía el brazo de otro hombre.