!Hola¡ Bueno vamos a hacer un super salto de los 11 años que tenía en el último capitulo a los 13 años ¿Que por que? Pues por que ese año fue muy monótono, pero bueno comencemos.
Había pasado un año al fin me podía adaptar a todos esos cambios que sufrí, tenía más amigos mi acento se mezcló rápido; nos habíamos mudado a una casa grande solo había visto a mi padre una vez en todo ese tiempo pero no estaba mal pude conocer mejor a mi madre.
Y justo cuando apenas me adaptaba a mi nueva vida, sucedió otro cambio después de este verano entraré a la secundaria, me separaría de los 5 fantásticos que era lo que más me costaba pues fueron mis primeros amigos en el país pero bueno no podía hacer por detenerlo todos asistíamos a distintas escuelas.
Casi al final de verano, llamaron a la puerta de mi casa mi mamá abrió, yo estaba en mi cuarto leyendo, escuché tanto alboroto que decidí bajar y mi mirada chocó con uno de mis primos que después sería mi favorito, mi amigo y confidente, vamos a ponerle Gatito; Gatito estaba en la puerta con varias maletas mientras mi mamá le decía que bueno que había llegado y lo mucho que amaría tenerlo en casa, si como leyeron en casa y lo peor es que yo no sabía de eso; para mí era un casi extraño, era de mi edad pero pensábamos muy diferente, teníamos amigos diferentes, vida diferente, pero era bueno tenerlo aquí pues era como tener alguien que me comprendía de lo difícil que era emigrar y dejar todo. Pero bueno dejemos esto resulta que sus padres saldrían de viaje durante 8 meses y nadie dejaría solo a un chico de 14 años a si que mi madre se ofreció a cuidarlo creía que algo de compañía no me haría mal, como si yo fuera una de esas señoras ancianas que necesitan de alguien para no olvidar quienes son. En fin el presumido, fastidioso, consentido, niño rico de mi primo me saludó casi como si le interesará que fuera de mi vida.
A si pasaron dos semanas más apenas si nos hablamos teníamos intereses diferentes en ese momento pero no todo fue tan malo pues ese día por la tarde recibí una llamada que lo cambiaría todo para bien, mi mejor amiga venía a vivir al país, eso hizo que el entrar a la secundaria no fuera tan malo por ahora.
1 semana después, llegó la hora de ir al colegio pero no estaba tan mal "M" iba a ir conmigo y gatito pero eso le daba igual; entramos al colegio y choque de frente con un chico, ambas le soltamos una sonrisa idiota no es que fuera muy atractivo pero había algo en él que a más de una nos hizo voltear, le vamos a poner Satanás.
Después de un día lleno de las presentaciones de siempre y conocer todo el colegio llegó el descanso que nos merecíamos pues a un que "M" tenía días aquí no habíamos podido hablar bien; nos sentamos en el lugar más escondido del colegio o al menos eso creímos pues Satanás salió de la nada con esa sonrisa idiota metido más en su libro que en lo que pasaba a su alrededor como siempre, se tropezó con nosotras y nos pidió una disculpa bajando su libró se sentó a un lado nuestro y comenzó a hacer la típica charla de cuando conoces a alguien nuevo nos pareció muy encantador, bueno por ahora. Después de esa media hora de hablar notamos que teníamos varias cosas en común los 3 pero el timbre del termino del descanso nos interrumpió él nos dijo que era del salón de a lado del nuestro, se levanto de nuevo poniendo su libro enfrente suyo mientras nosotras solo lo mirábamos caminar, cuando se alejo lo suficiente "M" y yo nos miramos y simplemente nos reímos; a si pasaron unas cuantas horas hasta que el sagrado timbre de salida toco, tomamos nuestras cosas y salimos Gatito ya nos es estaba esperando afuera mientras hablaba con algunas chicas, como siempre aprovechando la oportunidad para ligar. Al salir Satanás nos estaba esperando ambas lo saludamos y nos dirigimos hacia la salida mientras hablábamos de cualquier tontería, hasta que sentí la mirada de Gatito de una forma muy amenazadora a si que simplemente nos tuvimos que despedir, él se acerco y nos dio un beso en la mejilla lo cual al menos a mi me hizo estremecer tenía un delicado aroma a loción pero mi momento fue interrumpido por el jalón que Gatito me dio a si que solo me despedí rápido y de alguna manera tenía razón era nuestro primer día de entrenamiento, por alguna razón me deje convencer por Gatito y "M" para volver a jugar fútbol americano cosa que no hacia desde que tenía unos 5 años a si que era hora de correr ya que el tiempo era muy justo; mi madre nos estaba esperando subimos al auto sin decir mucho hasta que al idiota de mi primo se le ocurrió decir de aquella despedida que tuve con Satanás mi madre solo me miro por el retrovisor con una sonrisa mientras tanto yo sentía como mi temperatura subía y el color de mis mejillas aumentaba por alguna razón que no entendía en ese momento.
Si me dijeran en ese momento que esa sensación de ahí en adelante seria mucho mas recurrente le diría que esta loco.
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Editado: 31.10.2019