Cómplices Del Destino (trillizas Hiltmoose Libro 1 y 2)

37. Walden

Publicado Originalmente: 2 de diciembre de 2021

Como se que llevo mucho tiempo sin publicar. Hoy se vino doble autopublicacion. Espero que lo disfruten y me dejen todo su amor en comentarios.

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«Claro, puedes seguir mintiéndote si quieres»


Walden para esas alturas no lograba conciliar el sueño luego de haber visto a Nina en el balcón. Al principio creyó que aquella voz que estaba escuchando solo estaba en su cabeza. Luego, cuando la seguía escuchando con más claridad se dio cuenta de que provenía del balcón continuo. Sus intenciones solo eran ver y darse cuenta de que estaba soñando y que no era real el haber escuchado la voz de Nina. 

Por supuesto que la realidad volvió a jugar en su contra. Al abrir la puerta del balcón se dio cuenta de que la chica con una bata de seda color roja y tirantes delicados era nada más y nada menos que Nina, su amiga. Su garganta quedó seca al verla. 

Nina lucía más delicada, incluso más delgada. Ya no tenía la palidez con la que la vio por última vez. El color había regresado a sus mejillas y el brillo volvía a sus ojos. 

Pensó que se trataba de una fantasía. En cambio, a medida que la escuchaba responder se daba cuenta de que era real. Muy real y que estaba al otro lado de la baranda. Fue entonces que ahí llegaron las preguntas que tuvo estancadas durante mucho tiempo. 

«¿Por qué no le avisó sobre su partida? ¿Por qué luego no respondió sus mensajes?» 

«¿Realmente no lo había considerado nunca su amigo?» 

No quería creer que esa pregunta final fuera real.

Cuando vio como Nina lo salvaba se preguntó demasiadas cosas. ¿Por qué lo hizo? Luego ella misma dijo que lo había hecho por su amistad. Entonces, ¿porqué se marchó luego de ser dada de alta? Durante esos casi tres meses pensó que habían forjado una amistad. No se despegó de ella en ningún momento.

Era increíble todo lo que hacía para intentar distraerla de sus miedos y temores. Le leía historias en voz alta, porque a Nina le dolían demasiado las manos como para sostener libros o tablet. Se quedaba a su lado cuando ella decidía ver películas de terror y no tenía voto en esa cabida. Se esforzó para que su recuperación fuera lo más amena posible. 

Incluso había hablado con Alexa para que no le revelaran tantos detalles que podían alterarla. Walden se entregó de una forma directa. Reforzando esa amistad, consolándola cuando lloraba diciendo que iba a morir y que quería regresar con su familia. 

Verla de esa forma tan vulnerable le rompía el corazón. Le hacía querer menguar su tristeza. Porque no le gustaba verla sufrir de esa manera.

Sabía que esa amistad podía ser malinterpretada. Lo sabía porque Lina le había soltado un comentario sobre que posiblemente le estuviera gustando Nina y no lo supiera. Recordaba haberse enfadado. Haberle dado la espalda y se había marchado. 

Porque la realidad era exactamente esa. Nina le gustaba desde incluso antes del accidente y sabía que una posible relación entre ellos era inexistente. 

Sabía lo que la gente podía pensar. Y eso es algo que intentaba no tenerlo presente.

«Míralo, como no pudo con la hermana, ahora lo intenta con su reemplazo»

«Todo queda entre hermanas»

—No… —dijo sacudiendo la cabeza.

Jamás permitiría que hablaran de esa forma de Nina. Lo que pudieran hablar sobre él le daba por completo igual. Simplemente que las cosas no funcionaran con Lina, no iba a ir a meter sus narices en su trilliza. 

Sin embargo… cualquier cosa que pensara antes de esa noche daba absolutamente igual. Todos sus esfuerzos durante los meses que Nina ha estado fuera, fueron en vano. Porque luego de ver a Nina con esa delicada bata que acentuaba su cuerpo, no podía sacar su imagen de la cabeza.

—Estás muy jodido, Walden —dijo en voz baja mientras se levantaba de mala gana y trataba de centrarse en el trabajo que tenía entre manos. 

Nina era hermosa, dando igual en la faceta que este. Y verla de nuevo confirmaba lo que ya sabía, que su rostro marcaba un destino lleno de baches. Que su esencia seguía siendo la misma que la del principio. La de una chica directa y segura de sí misma que no tenía reparos en responderle con su mismo sarcasmo. 

No podía evitarlo, algo en su interior había despertado. Algo había cambiado y no quería aceptar que otros estuvieran en lo cierto. Se negaba a creerlo. 

Porque si bien en el pasado ya lo había asumido, nunca lo había dicho con plena conciencia. 

Si Nina decidía regresar a Roseville.  El proyecto en el que trabaja estaría nuevamente en sus manos. Tendría que lidiar nuevamente con su presencia a pesar de que en esos momentos solo le interesaba mantener distancia. No podía creer que estuviera ante esa situación.

Y mucho menos podía creer que se estuviera cuestionando su amistad.

—Solo somos amigos, Walden. Si es cierto que hiciste cosas que no hubiera hecho por otros. Pero eso no quita que sigan siendo amigos —dijo en baja intentando mentalizarse. 

Borraría las imágenes de Nina de su cabeza. Se esforzaría en verla como realmente era y no había nada más que decir.



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En el texto hay: secretos, trillizas, destinos

Editado: 21.10.2022

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