Cómplices Del Destino (trillizas Hiltmoose Libro 1 y 2)

56. Nina

Publicado Originalmente: 1 de mayo de 2022

Espero que les guste.

*****

«Tú naciste para ser parte de esta familia»

    

Nina observó a través de la ventana como los empleados comenzaban a llegar para el que sería el gran acontecimiento del año. Así lo habían descrito en las noticias y por todos los medios de comunicación. Cuando la noticia salió, Nina casi coge el primer vuelo que apareciera para salir del país y huir. Se había puesto demasiado nerviosa al ver su rostro en los medios.

«Céntrate en la fiesta y que George se dé cuenta» esas habían sido las palabras de Dimitry Ivanov. Ahora no estaba nada segura de querer ser el centro de atención de ese psicópata.

Sin embargo, era demasiado tarde para arrepentimientos o dudas. El día había llegado y aunque sabía de antemano que la fiesta sería en el castillo familiar de los Hiltmoose. Ahora sentía que ese castillo imponía demasiado a su presencia. Una parte de sí no encajaba del todo ahí. Entendía que se debía a que creció en un entorno muy distinto, lejos de testamentos con títulos y con una imagen de perfección a seguir.

Eso se lo dejaba a sus dos hermanas. Que sufrieron las consecuencias desde que nacieron. Ahora su título había dejado de ser la huérfana Evans, para pasar a ser la trilliza pérdida que se convertiría quizás en duquesa.

Había dejado ver en numerosas ocasiones que no quería reclamar el título. Quería que Lina siguiera teniéndolo, porque estaba demostrando que ella es toda una duquesa feroz y que con sus acciones podía hacer un cambio en ese círculo. Puede que en el pasado lo hubiera dudado, pero eso se debía a que su hermana no estaba en su mejor momento.

Lina aun cuando tenía sus propios problemas en Starglight, seguía demostrando que no era una chica tonta y que no supiera en donde estaba parada. Solo era cuestión de madurar. Ahí sabía que todos lo había hecho de una forma u otra.

No quería arrebatarle algo que hasta ella misma estaba segura qué estaría mejor en sus manos. Aunque estaba segura de que sus mayores no pensaban lo mismo. Los había escuchado hablar sobre la posibilidad de darle un título. Y hasta ahora eso era algo que se quedó en su memoria. 

«Piensas demasiado» le había dicho Walden en el pasado.

Y puede que tuviera razón. Puede que se detuviera a pensar demasiado sus decisiones. Le gustaba tener el control absoluto y no podía evitarlo.

—¿Todo bien en esa cabeza? —preguntó Alexa mientras se acercaba hasta la ventana.

En esos momentos era difícil que alguien pudiera entenderla o ponerse tan quisiera en su posición. Todo la abrumaba más de lo que le gustaría.

—Todo en orden por ahora, Lex. Aunque imagina cuando todos esos jardines estén llenos de personas ajenas a mí. ¿Cómo crees que estará mi cabeza con todo eso? —preguntó con tono preocupado.

—Estoy segura qué tu cabeza se pondrá para su número y será objetiva. Conocerás a personas que pueden interesarse en tú trabajo en la compañía familiar. Habrá otros tantos que será mejor que tengas como amigos. No veas esta fiesta como algo trágico. Intenta concentrarte en lo bueno que puedas sacar de aquí. Porque al final, seamos sinceras, esa gente buscará obtener algo de ti y tú debes hacer lo mismo. ¡Al diablo con lo demás!

Nina rio mientras le golpeaba el brazo para que dejara de gritar. Se alejó de la ventana y caminó hasta la gran cama para sentarse en el borde. Aún le faltaba arreglarse y sus ánimos no estaban del todo en la página que deberían estar.

—Lo sé, aparte de que existe la sospecha de que George vendrá de incógnito. No sabemos qué plan tiene este hombre ahora mismo y estoy asustada, Lex. El no tener el control de lo que está pasando, me agobia. Ya tú sabes cómo me pongo cuando estoy estresada.

—Lo sé, te vuelves ¡insoportable! —le dijo en broma—. Tranquila, Nina, dudo que ese hombre se aparezca. Si lo hace es porque está bastante loco. Al menos no creo que sea hoy —respondió Alexa de forma sincera. Nina pensó en decirle que su tío abuelo era un psicópata controlador, pero decidió no soltar esa información.

Pocos lo sabían por protección y porque hasta ahora no sabían quiénes podían ser cómplices de George dentro del castillo. Por lo que Dimitry y Rose preferían mantener todo dentro del círculo importante: el Rey Arthur, su abuelo Garret, su padre Arturo y por supuesto que ella y Walden. Walden lo supo por curioso y ella por casualidad. Vaya pareja que eran.

Escucharon un celular sonar y eso hizo a Nina brincar de la cama para desperezarse. Aún debía bañarse antes de que llegaran los maquillistas.

—Ese es el mío, debe ser Lennox, dijo que vendría más tarde porque el tráfico estaba horrendo.

Nina sonrió.

—Eso le pasa por no aceptar mi invitación. Pensé que mi jefe ya había entendido que fuera del trabajo soy solo Nina, la mejor amiga de su novia. Pero por lo visto le da mucho recelo que su empleada sea hija de duques. En fin, no sabes cuánto me alegro de verte tan feliz con mi jefe, Lex. Después de todo, dijiste que el amor no estaba destinado a ti.

Su amiga sonrió.

—Lo soy, Nina. Realmente amo mucho a Lennox y quiero que las cosas funcionen. No te vas a escapar de nuestra charla tonta —le dijo antes de salir de la habitación para responder la llamada.



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En el texto hay: secretos, trillizas, destinos

Editado: 21.10.2022

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