cómplices "un amor aprueba de balas"

Capítulo 14

Amelia:

Respiro profundo una y otra vez intentando recuperar el aliento, tengo un revolcón de sensaciones que me taladran el estómago, continuó recostada sobre el pecho de Jack que tampoco ha dicho nada, solo está allí acariciando las hebras de mi cabello que salen de la coleta que desecha.

-¿Qué voy hacer contigo Amelia? –Pregunta al fin.

-Darme una oportunidad. –Respondo sincera y él suspira en respuesta. –Déjame demostrarte que puedo hacerlo, juro que no te voy a decepcionar. –Prometo mirándolo a los ojos.

-Jamás he dudado de tus capacidades Amelia, sé que eres capaz de eso y mucho más, es solo que tengo miedo, si te pasara algo yo… -Continua diciendo pero lo detengo.

-En algún momento todos moriremos Jack, eso es algo que no puedes evitar ni frenar, por eso lo mejor que podemos hacer hasta ese día es disfrutar el hoy, ya no tengo más miedo al mañana, solo quiero vivir esto pero quiero hacerlo contigo. –Confieso.

-¿Sabes qué? Tienes razón, no puedo luchar siempre contra la corriente, es inútil  hacerte cambiar de opinión, vamos hacer esto, juntos. –Asegura antes de sellar nuestro nuevo trato con un beso. –Debo advertirte que debes entrenar muy duro durante al menos un año, para que tengas las mejores bases antes de presentarte con el jefe, porque me imagino que es lo que quieres. –Pregunta dudoso.

-claro que sí, te prometo que voy a dar mi 100% -digo complacida.

Un año después…

Definitivamente hoy puedo decir que este año ha sido un punto crucial en mi vida, no puedo ni reconocer a la chica que veo en el espejo, en realidad físicamente no hay muchos cambios siempre fui de contextura delgada, solo que ahora soy más atlética, este lugar abrió un brecha gigante entre lo que era y lo que soy ahora, estaba equivocada en cuanto al miedo, aprendí que no debo eliminarlo, por el contrario debo usarlo como una herramienta, es normal sentirlo dice Becca, el día que no lo sintamos más estaremos muertos, debo admitir que nunca recibí tantas golpizas, desgarres de tendones, raspones, torceduras y fracturas como en este último año, pero jamás me sentí mas conforme conmigo misma, estoy orgullosa de mis logros y todo el aprendizaje que he obtenido, pensé que no era capaz de muchas cosas pero el tiempo me ha demostrado lo contrario.

Hoy puedo decir que comprendí porque nunca quise estudiar nada en especifico, el motivo más real es que nací para esto y eso no lo enseñan las universidades afortunadamente ya que esto es algo así como adictivo, el sentir la fuerza, la adrenalina correr por las venas haciendo palpitar más rápido el corazón, tuve que aprender diferente técnicas de pelea, desde defensa personal, hasta los tipos diferentes de artes marciales, también me dediqué mucho al entrenamiento mental, saber golpear no es suficiente, aprendí ramas de la psicología, donde se estudian las personalidad, comportamientos y reacciones, según Becca y Jack esto era importante para saber manejar a cualquier tipo de personas sin fallar en el intento, también aprendí a manipular armamento de todo tipo, casi por que conocer todos los tipos requeriría una década al menos, sin embargo tuve la oportunidad de manipular las más usadas como lo son: AK-47, AR-15, la Beretta de 9 milímetros, el Rifle GP-1975 y mi preferida la FN Herstal Five-Seven, también estudié algo de armas químicas que aunque me parezca aterrador es un secreto a voces que se está expandiendo cada día y todo entrenamiento es poco contra esto.

Becca siguen siendo prepotente cuando se refiere a mí, pero me enorgullece haberle callado la boca en más de una ocasión, Jack por otro lado por fin comprendió que no podía hacer nada al respecto y se concentró en hacerme la mejor, dice que soy su obra maestra.

-¡Hola guapa! ¿Estás lista? –Pregunta Jack acercándose sigilosamente.

-no lo sé, estoy demasiado nerviosa, ¿Qué tal si tu jefe no considera que soy buena? Y ¿Qué tal si pierdo todo el esfuerzo? –Empiezo a preguntar limpiando el sudor de mis manos en el pantalón.

-¡Ya Amelia! debes calmarte, todo va salir bien, haz trabajado muy duro, despejaste todas mis duda e hiciste que Becca se tragara su orgullo, ¡nena eres la mejor! –Asegura Jack y quiero comérmelo a besos por sus palabras.

-Gracias cariño, te amo tanto. –digo depositando un beso fugaz. -¿Vamos? –Pregunto ansiosa.

-¡No! Espera un momento, aun falta algo. –Dice sacando una caja aterciopelada de su espalda. –Esto es para ti preciosa. –Dice entregándomela.

-No me pedirás matrimonio ¿Verdad? –Me burlo y él sonríe coqueto, entonces abro la elegante caja. -¡no es cierto Jack! –Grito efusiva al ver que me regaló una pistola CZ SP-01.




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