Capítulo IX

*Quiero ser el abrazo cuando la vida no te sonría*
                                       Evert Lebranz                     

  **Leonardo**
 

Después de que Scarlett se calmara me contó sobre la pesadilla que tuvo dónde todos desaparecían incluído yo,tuve la necesidad de volverla a abrazar y decirle que todo estaría bien y que nadie se alejaría de ella ni siquiera yo, no sé porqué pero aunque nos detestamos siento la necesidad de no irme de su lado y aunque sea para molestarla pero me gusta hablar con ella,ella ha sido la única persona a la que le he contado lo de mi verdadera madre, siento que puedo contar con ella y que no se lo dirá a nadie.

- Ya debería irme.- me dice levantándose de la cama y yendo a buscar su ropa.

- Está bien,yo te llevo.- le digo y en ese momento cae un trueno y se va la electricidad.

- ¡Ahhh!.- grita Scarlett corriendo hacia la cama trepándose encima de mí y abrazándome.

- ¿Acaso hoy es el día de los abrazos?.- le pregunto divertido.

- No eres gracioso...es que le tengo miedo a la oscuridad.- me confiesa con su mejilla apoyada en mi hombro y su respiración agitada golpea contra mi cuello.

- Tranquila,yo estoy aquí, el monstruo no te va a comer.- bromeo y ella me pellizca.- Auch, era una broma fierecilla indomada.- le digo haciendo referencia a la obra de Shakespeare “La fierecilla domada"

- Estúpido.- me dice y puedo notar que está riendo.

Trato de ignorar lo que está causando que ella esté a horcajadas encima de mí pero poco a poco se va haciendo más incontrolable, cómo estoy sin camisa los pechos de Scarlett que solo están cubiertos por mi camiseta chocan con mi pecho haciendo que me ponga más duro , Scarlett no me gusta para nada pero no puedo negar que soy humano y soy hombre así que esto me afecta.

Parece que Scarlett siente algo duro debajo de ella y se remueve un poco, si supiera que eso empeora la situación. Ella se separa un poco de mí y me mira confundida.

- ¿Qué es eso duro que siento allí abajo?.- me pregunta, que ingenua es.

- Es una linterna.- le miento.

- ¿Si tienes una linterna por qué no la enciendes?.- me pregunta molesta y yo me empiezo a reír pero paro cuando siento su mano bajando hasta esa zona y me toca por encima del pantalón, parece que se da cuenta de que la linterna no era precisamente de las que se encienden,aunque mi “linterna" estaba súper prendida.- ¡Idiota!.- me grita bajándose de mí y se sienta en la cama no puedo evitar reír por su reacción. De pronto llega la luz y veo cómo Scarlett se queda mirando el bulto en mi pantalón.

- ¿Qué miras,te gusta?.- le pregunto divertido y ella se sonroja.

- ¿Cómo te atreves?¡Noo! Pervertido.- me dice nerviosa.- ¿Y eso lo provoqué yo?.- pregunta curiosa,yo asiento y ella ríe nerviosa.- Lo siento, es que tenía mucho miedo de la oscuridad.

- Tranquila.- le digo- Ahora tienes que bajarlo.- bromeo y quedo satisfecho por la cara que pone.

- ¿Ehhh? Eres un pervertido.- me grita golpeándome en el brazo.

Este juego me está gustando,me encanta ponerla nerviosa aunque mi amigo se ponga peor. La agarro de los brazos y la acuesto en la cama acorralandola,me pongo encima de ella.

- Leonardo suéltame.- me pide con la respiración agitada.

- Tú eres la culpable de esto.- me señalo el pantalón.- Así que vas a pagar.

- Nooo por favor.- me dice cuando empiezo a hacerle cosquillas por todos lados, en un momento de distracción Scarlett logra librarse de mi agarre y da una vuelta quedando encima de mí, ahora es su turno de venganza y comienza a hacerme cosquillas, si supiera que eso solo despierta más a la bestia que se esconde dentro de mi pantalón.

- Scarlett por favor para.- le pido cuando empieza moverse descontroladamente encima de mí con su ataque de cosquillas pero ella no me hace caso.- Sky por favor.- suelto en un gemido involuntario, hago que se pare agarrando sus caderas con mis manos y logro sentarme con ella encima.- Mira cómo me has puesto.

- Eso es culpa tuya, nadie te manda a hacerme cosquillas.- se defiende y yo sonrío.- ¿Me puedes soltar?.- me pide.

- ¿Y si no lo hago?.- la provoco agarrándola más fuerte y esto hace que la camiseta que lleva puesta se arrugue y suba un poco más dejando ver la esquina de sus panties,ella suelta un gemido involuntario al pegarla más a mi erección.

«Si no me controlo va a ser peor,pero me gusta este juego»

- Pues te vas a poner peor y te aseguro que yo no te voy a calmar.- me dice sonriendo.

- Te queda muy bien mi camiseta, te da estilo.- le digo.- Pero te verías mejor sin ella puesta.- bromeo y ella pega un brinco para tratar de zafarse de mí.- No hagas eso que me tientas.

- Estúpido, suéltame.- me dice nerviosa y colorada con la respiración agitada.

Decido soltarla y ella se separa de inmediato y se hecha aire con las manos.

- ¿No me digas que te puse caliente?.- le pregunto divertido.

- No para nada.- me dice y sé que está mintiendo.- Por favor ¿ya me puedes llevar a mi casa?.

- Sí claro.- me levanto de la cama.- Pero primero me tengo que encargar de mi amigo.- le señalo el pantalón.

- ¡Estúpido pervertido!.- me grita y yo entro riendo al baño.

**Scarlett**

Cuando Leonardo entró al baño pude respirar mejor.

«¿Qué fue eso Dios mío? »

Toda esa situación me había puesto muy nerviosa, pero en el fondo me gustó, ya sé que detesto a Leonardo, ahora hemos empezado una amistad pero sigue siendo un pesado,pero no puedo negar que me emocioné un poco, a fin de cuentas él fue mi crush hace tiempo y mil veces me había imaginado con él así.¡Ay mi cabeza es un lío!.

Comienzo a recoger mi ropa para cambiarme, me quito la camiseta de Leonardo y en ese momento sale él del baño con la cintura envuelta en su toalla, me quedo paralizada porque estoy en ropa interior y para colmo solo tengo puestos mi panties porque el ajustador me lo quité, ¡es que no me gusta dormir con sujetador!.