Epílogo

Viendo La Luz

Antuan*

Dos Años ha sido una larga espera pero aquí estoy, Megan tiene dos horas en la sala de operaciones, sus padres y hermanos están postrados en las sillas de las sala de espera mientras yo me paseo de un lado a otro, dando vueltas, víctima de la desesperación de no saber nada.

Mi celular suena en mi bolsillo y atiendo la llamada de mi madre ella quería estar con nosotros este día pero la niñera de Sami no pudo presentarse hoy para cuidarla, la Señora Santana quería quedarse pero ella no lo permitió alegando que tenía que estar con su hija en este instantes. Pero había estado llamando cada media hora.

Cada media hora que podía escuchar la dulce voz de mi pequeña de un año balbucear palabras.

- ¿Cómo van las cosas Ant? - tomo la costumbre de llamarme Ant igual que Megan.

-Aun nada mama, nadie nos dice nada-

-Tranquilo mi niño, ya verás que todo estará bien- me alentó - esa nuera mía es muy fuerte, no se dejara vencer por un simple trasplante de corneas-

-Lo se mama, mi esposa es la mejor- susurre con una sonrisa plasmada en mi rostro- Apenas sepa algo te llamo-

Cada segundo que pasaba la desesperación crecía. La puerta que daba hacía los quirófanos fue abierta y me apresure a acercarme al Miller. Él no estaba en la operación de Megan.

-Miller- grite llamando su atención.

- ¿Qué pasa hijo? - pregunto.

- ¿Puedes ver qué pasa en la operación de Meg? Aun no nos informan nada después de casi 4 horas-. Dije al borde de la desesperación.

-claro muchacho ya vengo espera aquí-

Miller entro de nuevo, media hora después salió y nos informó que Megan ya había salido de su operación aparentemente todo estaba bien. Ahora solo faltaba esperar. Para ver como se adaptaba.

Megan*

Los doctores dijeron que después de la operación debía dejar que mi vista se adaptara al exterior.

Al principio lo único que veía eran formas borrosas, tenues, intentaba no forzarla demasiada, según ellos era normal los primeros días. Una semana después cuando al fin pude ver perfectamente a los más grandes amores de mi vida sentí que volvía a ver la luz.

Sami es hermosa ese cabello rubio parecido al mío y esos graciosos ojos verdes iguales a los de su padre.

Pero al ver a Antuan me volví a enamorar, encontrar en su mirada y el gesto de su rosto de devoción hacía mi, mi corazón latía erráticamente como si quisiera salir de mi pecho y esa sensación solo la causaba él. Lo amaba, lo veneraba y nunca podría agradecerle a dios que hubiese puesto en mi camino a alguien como él.