Un nuevo final se ha escrito, pero solo es para dejar paso a nuevos y arriesgados proyectos. Mientras escribía las peripecias de Romy y compañía, debo admitir que varias veces dejé el teclado tranquilo, mientras mi mente evocaba viejas glorias. Y es que, aunque no lo crean, la gran mayoría de las vivencias aquí reunidas, no son sino adaptaciones de mi propia infancia y juventud.
Si hay una novela en la que más he dejado de mí, es sin duda esta, pero no me preocupo, aunque cada escrito y cada dibujo se lleve un poco de mi esencia, es mucho más lo que crezco como persona y como artista.
No me queda más que despedirme por última vez en este libro y esperarlos con las letras listas y el corazón abierto en mis otros trabajos.
Nostálgicamente: Yuki.
Editado: 10.04.2022