Con P mayúscula

Capitulo 20:

Cameron

 

Después de una noche inquieta durmiendo en el sofá de Asher, finalmente me arrastro y voy a la cocina, donde lo encuentro limpiando el desastre.

—¿Sucedió algo entre tú y Felicity? —Voy directo al grano.

—¿Algo? —Me mira por encima del hombro—. ¿Cómo qué?

—¿Te acostaste con ella?

—No, no me acosté con ella. ¿Por qué, dijo ella algo? —Continúa arrojando a una bolsa negra todos los vasos y botellas vacías. A veces me pregunto que ama más; la fiesta o la mañana siguiente, porque nunca había visto a un chico limpiar como Ash lo hacía.

—No, pero la vi y ella parecía molesta. —No había querido hablar de eso, y sabía que Asher había desarrollado un extraño interés en ella. Pero por el ceño fruncido grabado en su rostro, tal vez me había precipitado a pensar eso.

—¿Y naturalmente crees que tuve algo que ver con eso? —Sus ojos se abren con incredulidad

—. Gracias por el voto de confianza.

Me sirvo un vaso de agua y me recuesto contra el mostrador.

—Solo pensé que… olvídalo.

—Esas chicas te tienen todo confundido. Te vi llevando a Hailee a tu habitación, y no fui el único. —Me da una mirada acusadora—. Espero que sepas lo que estás haciendo.

—Estaba borracha y no tenían forma de llegar a casa. ¿Qué se suponía que debía  hacer, dejarla dormir en el patio?

—Antes de toda esta mierda con Thatcher, eso es exactamente lo que habrías hecho. Demonios, probablemente también hubieras hecho algo mucho peor. —Frotando una mano sobre mi cabeza y bajando por la nuca, suelto un profundo suspiro. Pero Asher no ha terminado—. ¿Te gusta, no?

—Yo…

—Advil. —Jase entra en la habitación y me trago las palabras—. Necesito un Advil.

—Sí claro, hombre. Ya sabes dónde están. —Asher me lanza una mirada que me dice que esta conversación no ha terminado.

—¿Con quién terminaste anoche? —le pregunta a Jase, quien toma dos píldoras y bebe un vaso de agua antes de hundirse en uno de los taburetes.

—Kayla o Kylie, mierda si puedo acordarme.

—¿En serio, pensé que ella tenía sus ojos puestos en Cam? —Asher me sonríe y lo tiro a espaldas de nuestro amigo.

Jase se encoge de hombros, ninguno más sabio.

—Ella no se quejaba cuando tenía mi polla en su boca.

—Entonces, hmm —me aclaro la garganta—. Probablemente deberías saber que Hailee y Felicity están durmiendo arriba.

—¿Qué coño? —Se pone rígido, su estado de ánimo se vuelve más negro que una nube tormentosa—. Dije invitarlas a la fiesta, no invitarlas a una pijamada.

—Hailee estaba borracha, ¿verdad, Cam?

—Sí. La puse en mi habitación.

Los ojos de Jase se reducen a hendiduras.

—¿La metiste a tu cuarto?

—Relájate, no así. —Disimulo mi expresión—. Pero no sabía qué más hacer con ella.

—¿Y Felicity está allá arriba también?

Asiento, seguro de haber captado un nudo en su voz cuando dice su nombre.

—¿Le dijiste algo?

—¿A quién? —Él frunce el ceño.

—A Felicity.

Jase retrocede, con los ojos muy abiertos.

—¿Qué coño le iba a decir?

—No sé, parecía molesta por algo. Pensé que tal vez Asher tenía…

—Una vez más, gracias por eso —agrega Asher mientras se mueve por la cocina limpiando  los mostradores, silbando una melodía demasiado alegre para esta hora de la mañana.

—No, no le dije nada. Estaba demasiado ocupado inclinando a Kayla sobre la cama de tu mamá y tu papá. —Le sonríe a Asher, y la sangre desaparece de su rostro.

—Dime que, no. No, otra vez, hombre. Prometiste…

—Relájate. —Se ríe oscuramente—. Usé una de las habitaciones.

—¿Ella todavía está allá arriba?

—¿Tú qué crees?

—Úsalas y déjalas, nene. —Asher levanta las caderas golpeando el aire. Cuando ruedo los ojos, agrega—: Deberías intentarlo alguna vez, Cam, o de lo contrario Miley podría tener la impresión equivocada, pensando que estás buscando algo más que el pequeño arreglo que tienes. Hablando de la encantadora Miley, ¿por qué no la vi anoche?

—Vete a la mierda —articulo.

Justo entonces, el sonido de voces femeninas flota en la cocina.

—Que alguien se deshaga de ella, por favor —se queja Jase, pero ya es demasiado tarde.

Hailee y Felicity aparecen en la puerta.

—Esto, hola. —Ella no me mira a los ojos y en ese momento sé que lo recuerda. Mierda.

Esperaba que estuviera demasiado borracha para recordar.

—Damas, entren, tomen asiento, el desayuno será servido en… —Asher se frota la mandíbula



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En el texto hay: problemas, amor, futbol

Editado: 13.12.2020

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