Lamentos , era lo uno que se escuchaban dentro de esas malditas cuatro paredes , exceptuando las asquerosas palabras de esa lunática .
Sabía mejor que nadie que gritar no me serviría de nada , pues había gritado y suplicado piedad por muchos años a viva voz y nunca nadie había venido a mi rescate , así que solo rezaba con que todo terminase rápido . Unas veces corría con suerte , otras no tanto .
Ese día fue uno de los buenos , o por lo menos lo tan bueno que podía ser comparado con mis otras experiencias dentro de ese maldito cuarto . Puesto que mi sufrimiento momentáneo llegó a su fin con la interrupción de uno de los lamebotas más fieles de la desquiciada que tenía en frente .
— Mi señora – eran todos aquí tan sumisos y sin voluntad que causaban asco .
— Qué acaso de no dije que no se molestase ?! – le cuestionó la lunática a gritos al hombre que tenía enfrente .
— E-el señor la ha mandado a llamar , my lady – fue la respuesta de aquella gelatina viviente – su invitado ya ha llegado .
— Dile al señor que enseguida estoy con él y nuestra visita – y como el cobarde que era , este salió corriendo ni más ella terminó de hablar .
— Te has salvado de esta por el momento , pero sabes que volveré , aunque esta vez puede que no lo haga sola – no me preocupaba lo que implicaban sus palabras sino aquella sonrisa psicópata que portaban sus labios carmín, la cual no pronosticaba nada bueno para mi .
— De qué visita hablaba tu lamebotas o cómo quieras llamarlo ?? – a sabiendas de que no me diría nada y solo estaba gastando la poca energía que tenía , hice el intento de saber si la supuesta visita era tan importante como para que Deborah McGreen y el señor de la casa , pospusieran sus visitas a mis deslumbrantes y acogedores aposentos ( nótese la ironía ) tan solo por complacerlo o complacerla .
— No te apresures Rarita , pronto lo sabrás , y realmente desearás haber muerto hace años .
— Ya lo hago , todo cortesía vuestra – y no mentía , estas personas habían logrado acabar con mi voluntad de vivir .
— Lástima , porque lo que te hemos hecho nosotros son solo caricias a comparación de lo que te depara el futuro a manos de él – lo admito , sus palabras lograron su cometido , asustarme , porque si todo lo que había sufrido este tiempo eran caricias comparadas a lo que él me podría hacer , tan solo podía imaginarme pisar lo más profundo del infierno aún y estando viva .
No sé en que momento me quedé sola en aquel cuarto , pero lo estaba una vez más , algo que a muchos le angustiarían pero que para mí era el mismísimo paraíso .
¿ Quién es él ? – fue mi último pensamiento antes de caer en la inconsciencia debido al agotamiento físico y mental al que había sido sometida una vez más solo por haber tenido la mala suerte de caer en manos de aquellos monstruos .
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Editado: 08.05.2024