Concierto Navideño

ENCUENTRO EN CENTRAL PARK

Por @BellaBaumen

La nieve embelleciendo el hermoso panorama del Central Park y algunas luces navideñas comenzaban a titilar como las nacientes estrellas en el cielo azul marino. Yo caminaba abrazándome a mí misma para guardar mi calor, pero, aunque así mucho frío, aún no tenía ganas de regresar al hotel. Me encantaba ver a las parejas caminando de la mano y sonriendo, a los niños jugando y patinando con sus gruesos gorros de lana. Era un cálido ambiente envidiable. 

 

Me senté en una banca para observar el paisaje, ver las carretas pasando y las personas disfrutando. De pronto, un perrito muy simpático se me acercó demasiado. Comenzó a olfatearme, a chillar mucho y a mover la cola, como si quisiera decirme algo… Fue una sensación muy extraña, yo también sentía como si lo hubiera visto antes… 

 

Mientras él se levantaba con sus patas traseras y quería alcanzarme, yo me hincaba para mirar la placa en su cuello. Él me lamía demasiado que ni siquiera me dejaba ver… casi quería que lo cargara o lo abrazara, y hasta hacía unos sutiles gemidos, como si tratara de decirme algo importante.

 

―¡Qué pasa, chiquito! ¿De quién eres? ¡Espera! Ya me diste muchos besos, jaja… A ver, déjame ver tu collar… ¿CH? …. ¿Qué extraño nombre para un perrito? ¿Serán las siglas de una marca de lujo? ―le hablé como si me entendiera y sentí como si ya lo conociera.

 

―Son las iniciales de mi nombre… Él se llama Buddie… Lo siento señorita, normalmente él no es tan encimoso, pero creo que tú le caíste muy bien ―dijo el dueño del perrito.

 

―No hay problema, señor CH… ¡A mí también me cae muy bien! De hecho no sé… creo que me recuerda mucho a la perrita que tuve hace diez años… Era mi mejor amiga, pero una terrible enfermedad la arrancó de mis brazos… Nunca lo superé, por eso hasta la fecha no he tenido un nuevo perrito ―le conté con confianza al dueño…

 

―Este chico es mi mejor amigo también… Por alguna razón me enamoré de él cuando acompañaba a una amiga al albergue de mascotas, desde entonces hemos sido inseparables… Por cierto, no eres de aquí, ¿Verdad?... Me he dado cuenta por tu acento ―comentó el caballero, de forma muy amigable…

 

Al ver que aquél hombre quería charlar un poco gracias al encuentro con su perrito, me levanté del piso y traté de mirarlo de frente. Pero con su gorra, lentes oscuros y bufanda, no podía ver mucho su cara… Sin embargo, tenía muy bonitos labios y una elegante barba. Se notaba que era alto y que tenía buen cuerpo y porte, pero sus ojos no logré percibirlos, aunque me esforcé…

 

―Sí, así es,vengo de la Ciudad de México, pero ya sabes lo que dicen, si vienes de tierra caliente, más vale que te prepares para el frío, algo que obviamente no hice… Quizás sea mejor que regrese al hotel ―mencioné, ya que ya estaba temblando…

 

―¡Oh! ¡Eso veo! ¿En qué hotel te estás quedando? ―me preguntó.

 

―En ese que se ve desde aquí… el Reen… Reex ―tartamudeé, al no recordar el nombre...

 

―¿El Resse & Carl Thoms? ―acertó.

 

― ¡Justamente ese! Muy bonito, por cierto… 

 

―¡Qué coincidencia! Yo también me estoy hospedando ahí… Escucha, ya que vamos al mismo lugar, ¿por qué no te pones mi abrigo y me lo regresas cuando entremos al hotel? ―se ofreció amablemente, mientras se quitaba el abrigo…

 

En esos momentos, mi mamá y todos los demás ya me hubieran dicho "SOS, secuestrador". Pero, algo en mi interior me decía que podía confiar en ese misterioso desconocido.

 

― ¡De acuerdo! ¡Qué amable eres con una desconocida! ―bromeé un poco.

 

―Bueno… quizás se escuche raro, pero siento como si ya te conociera… Y ya ves, Buddie también lo sintió… Por cierto, soy Chris… vivo en Los Ángeles ―se presentó mientras me ponía su abrigo…

 

― Y yo Bella, vivo en Ciudad de México…

 

―¡Lo ves! ¡Ya no somos desconocidos! ¿Y qué te trae por estás frías tierras invernales? Normalmente en estas fechas, las personas de aquí van a tu país para huir del clima… ―comentó Chris, motivando la plática entre nosotros.

 

―Vengo a disfrutar de la navidad al máximo, con su nieve, sus canciones navideñas, las luces, los árboles, el patinaje, los muñecos de nieve… Por eso me quedaré una semana… ―conté sin entrar en detalles sobre mi premio… además quería sonar importante...

 

―¿Así que solo una semana? ¡Qué mal!... Entonces eres una fanática de la navidad ¿eh? ¿Qué harás en Navidad? ―expresó Chris, caminando a mi lado.

 

―¡Demasiado! Soy una fanática de todo lo relacionado con la navidad… Aún no lo decido… Pero se aceptan recomendaciones ―admití, mostrando mi mejor sonrisa amigable…

 

Mientras más nos acercábamos a la luz, más guapo se veía, aunque aún no conociera por completo su rostro ni sus ojos, pero sin su abrigo, se distinguía que era un hombre que hacía bastante ejercicio.

 

―Bueno, si no se te ocurre nada mejor qué hacer, podríamos ir a patinar y hacer muñecos de nieve juntos, y si gustas, podrías cenar con Buddie y conmigo, en familia ―me invitó Chris, y me encantó la idea…

 

― ¡Suena maravilloso! Y me encantaría tener compañía ese día… ¡Prrrrr! ―temblé. El frío era calador en verdad, y él estaba soportándolo por mí…

 

―Pero tendrás que conseguir algo más abrigador ―me advirtió Chris…

 

―¡Lo sé! ¡Lo sé!... Pero afortunadamente siempre habrá un caballero que me preste su abrigo como tú, Chris ―bromeé.. Pero en el fondo, sabía que me era imposible comprar un abrigo ahí.

 

―Hahaha, buena respuesta… Porque sabes que eres muy guapa… Y, ¿Eres casada?... ―me preguntó con buenas intenciones, pero me hizo sentir como si yo pareciera una señora.

 

―¡Odio que me pregunten eso! Lo dices por mi edad ¿Verdad?―bromeé, defendiendo mi dignidad, jaja...




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