Amelia
Despues de llegar al departamento me voy directamente hacía mi habitación ya que no quiero encontrarme con Isa, no creo que tenga un buen semblante, ni tampoco tengo ganas de explicar nada.
Al estar a solas me inundan unas ganas de llorar, me siento tan rara, no estoy segura como me siento, una parte de mi se siente sucia y como si otra vez las heridas quisieran abrirse, pero por otro lado me pude defender, no sé como lo logré, de donde salio esa fuerza de mi, pero hoy me queda muy claro que nadie nunca me va a volver a dañar como lo hicieron antes.
Me meto a la ducha, necesito sentirme fresca y limpia, arrancarme el olor de ese idiota de mi piel.
Mientras estoy bañandome comienza una oleada de imagenes en mi mente de lo sucedido esta mañana.
<<<-Sueltame Simón, dejame salir- le digo de manera suplicante, siento como si me quemara su tacto en mi piel, es un ardor que no soporto.
-Hoy si vas a ser mia, te guste o no- me dice de una manera tan asquerosamente pervertida.
-Dije que me sueltes idiota- le digo al mismo tiempo que lo empujo con todas mis fuerzas apartandolo de mi.
Veo como pierde el equilibrio y cae hacia atras dándose un golpe en la cabeza contra las repisas que estan en el armario, haciendo que caiga inconsciente en el piso y logro ver que comienza a sangrar.
No puede ser, me quedo en shock al verlo tirado, lo logré, logré quitarmelo de encima.
Salgo de mi petrificación al abrirse la puerta y ver a Mauro que esta mirando a Simón con incredulidad.
No me detengo a querer dar ningún tipo de explicación y salgo lo mas rapido que puedo del armario dejando atras a Simón en el piso.
Siento como una mano me toma de la mia con fuerza, al voltear a ver de quien es veo que es Mauro quien me esta agarrando.>>>
Sentir el agua en mi piel es tan reconfortante, me limpia no solo mi cuerpo tambien mi alma, llega a mi mente Mauro, me porte bastante grosera con el, a pesar de que al parcer solo queria ayudarme, se veia genuinamente preocupado por mi, pero no tenía ganas de dar ninguna explicación de que pasó, ni yo sabia bien como conseguí apartarlo de mi.
En eso un pensamiento perturbador inunda mi mente -y si lo maté, si el golpe en la cabeza le ocasionó un gran daño- necesito salir para saber que paso con Simón, se que se lo merecía, pero necesito saber si lo de hoy me va a afectar de alguna manera después.
Mientras me estoy vistiendo, veo mi mano que tomó Mauro, un hormigueo me recorre en todo el brazo, como es posible, su tacto no provoca ese dolor en mi, solo es calides, se siente tan bien, tan correcto.
Sacudo mi cabeza tratando de sacar a Mauro de mi mente, algo que tengo muy en claro es que si debo disculparme con el por mi manera de actuar, pero tampoco tengo prisa por hacerlo, lo haré si se presta la ocasión menos no.
Salgo de mi habitación tomo mi sudadera y mis llaves cuando escucho la voz del "fabuloso" novio de Isa.
-Buenos días o tardes, ¿que hora se supone que es?-
-Son las 12:30 amor- dice Isa que va saliendo de su habitación unicamente con la playera de su chico- Amiga ese milagro que fuiste una persona normal y te despertaste tarde despues de una fiesta- me dice con sorpresa en su voz
Al parecer nunca se percato que sali en la mañana del departamento, mejor para mi, asi no tengo que explicar nada de lo que paso en este lapso de tiempo.
-Ya vez al parecer ya me estas contagiando de tu flojera matutina- le digo levantando una ceja y ella suelta una risa -Tengo que salir y hacer algo de provecho con mi día, nos vemos despues- le digo despidiendome e ignorando por completo al chico sin playera que la acompaña.
Comienzo a caminar en dirección a la cafetería que esta a dos calles, yo creo que si algo paso son Simón seguro ahí me puedo enterar, sin contar que tengo mucha hambre, ya es muy tarde y no he comido nada.
Cuando entro me inunda un exquisito olor a cafe fresco, me encanta ese aroma, me acerco al mostrador y pido mi Frappé favorito y un muffin de frutos rojos, al pasar a pagar, una mano con una tarjeta pasa sobre mi hombro y escucho la voz de Mauro diciendo -cobrate los dos pedidos aquí por favor-
Me giro para poder mirarlo -que te pasa ¿por que vas a pagar mi cuenta?- le digo algo molesta, no quiero deberle nada.
-Te debia un café, del primer día que te conocí te tire el que llevabas en la mano ¿recuerdas?- me dice encogiendose de hombros.
-Tu lo haz dicho un cafe, no todo un desayuno- le digo tajantemente.
-Pues si, pero creo que seria muy complicado pedirle a la chica que separe el muffin de la cuenta, ¿Por que no puedes unicamente decir un gracias? Siempre peleas por cualquier cosa, piensa un poco en tu vesícula- me dice tomando su vaso del mostrador y dando la vuelta para dirigirse a una mesa donde hay dos chicas mas.
Carajo, me siento mas molesta al ver a las chicas que por lo que me dijo, decido sacar 2 dólares de mi cartera y dirigirme hacia la mesa, los pongo sobre ella y le digo -Asi ya no te debo nada, ni me debes-
Doy la vuelta y camino hacia una mesa que esta en una pequeña jardinera del mismo café donde me siento a desayunar.
Mauro pone los dos dolares en mi mesa y se sienta.
-Por que eres tan complicada, nunca te dije que me debias algo, solo te dije que un gracias estaria bien-
-No quiero sentir que te debo algo, es asi de sencillo podrías entender eso- le digo mientras le doy un sorbo a mi café.
-Pues no me debes nada, por cierto no se si te interese por que a mi no me interesaria si hubiera estado en tu lugar, pero Simón se encuentra bien, supongo que con un dolor de cabeza increíble pero bien- me dice mientras sonríe como si recordara algo que le causara mucha gracia.
-Tienes razón no me interesa- suelto un suspiró interno, no lo maté y eso es bueno para mi libertad- ¿no tienes que regresar con tus amigas?- le pregunto sin saber si me gustara su respuesta.