[Escucha "Dangerously" de Charlie Puth]
Jace condujo en silencio a pesar de que Injae preguntó de vez en cuando por el lugar a donde iban.
— ¿Qué es este lugar? —Protestó al bajar del auto.
El chico la ignoró mientras bajaba las mochilas de ambos con su ropa.
—Es sábado, abren y cierran más temprano así que no te sorprendas si no ves a nadie —avisó tajante.
Entraron y mientras Injae inspeccionaba el lugar con la vista, Jace los registraba con el hombre a cargo. Este mismo miró de reojo a Injae y esbozó una sonrisa lujuriosa al seguirla viendo de espaldas.
Jace se dio cuenta, se aclaró la garganta para que el hombre se diera cuenta de que fue sorprendido en su acto y en cuanto el chico terminó de anotar sus nombres fue hacia Injae para tomarla de la espalda y acercarla con fuerza hacia él.
—Es un lugar para aprender a pelear… ¿Qué hacemos aquí? —Murmuró Injae.
—Solo camina.
La guio hacia un cubículo que apartó para ellos. Puso las maletas sobre la banca de la pared, luego tomó la de Injae para dársela.
—Ve a cambiarte —ordenó tajante—. El vestidor está allá.
Le señaló y de mala gana la chica fue. Jace se quedó frente a la banca donde se quitó su chaqueta y la camiseta para ponerse una playera deportiva; Injae entró al vestidor para cambiarse, pero la puerta estaba descompuesta del pasador y ella no lo notó por lo que se abrió cuando ella se había quitado su ropa de la parte superior.
—Que rápido… —comentó Jace volteando hacia el vestidor.
El chico escuchó el abrir de la puerta y creyó que Injae ya estaba lista, pero al voltear le miró su espalda desnuda y se puso nervioso, aclaró su garganta queriendo desviar su vista hacia otro lado, pero en ese momento ella se inclinó y dejó ver más claro una pequeña marca de nacimiento en el medio de su espalda, lo que le llamó la atención a Jace.
Injae terminó de vestirse y salió.
— ¿Ya vas a decirme lo que hacemos aquí o debo adivinarlo yo?
Jace le dio un ataque sorpresa que Injae esquivó de suerte.
— ¿Qué diablos, Jace? —Reclamó molesta—. Sabía que no te agradaba, pero esto…
— ¿Quién dijo que no me agradabas?
Jace siguió atacándola mientras Injae trataba de esquivarlo.
— ¿Por qué no atacas? ¡Solo estás esquivando! —Alegó molesto—. Dices que lamentas no haber salvado a tu amigo cuando pudiste haberlo hecho, pero preferiste ser una cobarde.
Los ataques se hicieron más rápidos y los comentarios más hirientes para hacerla enfurecer.
—Evitas todo lo que te lastima, eso me desagrada de ti… siempre supe que eras débil ¡Y aun así John te dejó ser parte de nosotros! —Despotricó exasperado.
Injae terminó acorralada contra la pared por Jace que siguió molestándola con sus palabras.
—Eres débil y una cobarde, preferiste esquivar tus problemas, así como esquivas mis golpes. ¿Por qué crees que Liam te dejó? —Susurró.
— ¡Ya cállate, Jace! —Gritó furiosa empujándolo.
—Ah mira, creí que nunca ibas a reaccionar… ¿seguirás esquivando o ya vas atacarme?
Jace lanzó un golpe y ella lo detuvo, luego lo empujó golpeando en su pecho.
— ¡Hazlo! ¡Golpéame, pequeña Venator!
Injae le dio un golpe tras otro en el rostro aumentando su fuerza en cada uno hasta que lo tiró porque le rompió la nariz.
—Carajo —masculló adolorido—. ¿Era tan dificil hacer eso desde el inicio? No estás en forma y aun así dolió.
—Vete al demonio, Jace.
El rubio se levantó y se acomodó la nariz con su propia mano haciendo tronar su hueso mientras ella se sobaba los nudillos enrojecidos y muy adoloridos.
— ¿Sabías que eres la primera en romperme la nariz? Felicidades.
—No vuelvas a hacer esto —ordenó seria.
—Entonces deja de esconderte detrás de la imagen de la familia perfecta que intentas mantener aquí y acepta lo que eres… una cazadora.
—Lo haré cuando tú aprendas a confiar en los demás.
Jace la jaló hacia su pecho manteniendo la respiración de ella y la suya agitada.
— ¿Qué haces?
—Siguiendo tu consejo —murmuró—, por alguna y muy estúpida razón confío en ti.
Ambos mantuvieron la cercanía entre sus rostros, Jace se inclinó para besarla e Injae lo permitió sin embargo antes de hacerlo él se arrepintió y retrocedió molesto.
—No puedo. —Se dio la vuelta y resopló.
Injae permaneció de pie atrás de él sin entender el motivo del cambio en Jace.
— ¿Por qué no? Ya no estoy Liam —vaciló—. ¿Qué es lo que te detiene? Y no mientas, sé lo de tu discusión con él.
— ¿Me oíste hablando por teléfono? —Reclamó indignado—. Demonios, Injae.
— ¿Creíste que me tragué ese cuento de “tomar un descanso”? Ahora sé el motivo por el que estás aquí y no lo entiendo. —Se encogió de hombros—. No seas bueno con alguien que no lo ha sido contigo…
—Liam si lo es —afirmó serio—, así que no puedes decir eso.
Injae frunció el ceño indignada.
—Diré lo que quiera sobre él porque él me alejó cuando yo quise estar cerca y cuando más lo necesitaba, pero me dejó sola… —alegó con la voz cortada—. Mi madre murió por una enfermedad, pero ¿mi hermana y mi padre? Ellos están muertos y es mi culpa.
Jace bajó la cabeza por remordimiento de haber estado presente en esos momentos.
— ¿Dónde diablos estaba Liam cuando eso pasó? No estaba porque me mandó al carajo, él decía amarme y ni siquiera fue al funeral de mi padre, pero tú sí.
—Estás molesta con él, entiendo eso… es el enojo hablando, pero sabes bien que Liam siempre te quiso a salvo y fui yo quien le pidió que rompiera contigo cuando Rebecca murió —confesó tragando duro—. La última vez supo que no podría mantenerte a salvo, aunque quisiera y por eso te alejó, no puedes enojarte con él por querer salvar a quien ama. ¿Por qué crees que mantengo lejos a mi hermano?
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Editado: 04.04.2024