Todos nos sentamos a esperar que el plato gigante empezara a girar.
—¿No hay seguridad? —pregunto Emeric al ver que todos estaban sentados.
—Solo debes sostenerte niño rico! —exclamo Marion entre risas.
Emeric la fulmino con la mirada, todos se sostenían de las barandas que había a la vuelta.
Sostuve con una de mis manos y no me dio tiempo para agarrar con la otra. El plato empezó a girar y a tomar más velocidad.
Algunos saltaban en sus lugares por el movimiento.
Al menos la vestimenta que había optado era la mejor, pantalón de jean y una blusa, y por supuesto tenis.
Emeric estaba vestido como yo pero en versión masculina.
—¡Ay! —exclame porque estaba agarrando mal.
—¡Elise! —Emeric solto una de sus manos y me tomo de la cintura.
¡Maldita cosa violenta!
<< Vaya fuerza la de Emeric >>
Sonreí al ver que en su rostro apareció una sonrisa, no soltó su agarre hasta que el plato se detuvo.
—¿Te lastimaste? —pregunto observando mis brazos.
—Estoy bien —sonreí sin despegar mi mirada de sus hermosos ojos.
Maldito Emeric y su belleza que me hacía escapar de la realidad.
Subimos a varios juegos mas hasta que por último decidimos entrar a la casa del terror.
—¡Nunca mas vuelvo a entrar a ese sitio! —grito Lilian para luego ser abrazada por Simon.
—¡Eso estuvo buenísimo! —de lo contrario Marion estaba con una sonrisa de oreja a oreja.
—¡Coincido con mi amorcito! —Alban paso uno de sus brazos por los hombros de Marion.
—¿Qué les parece si vamos a comer algo? —propuse mirando a todos.
—Me parece perfecto —mire a Emeric que me guiño un ojo.
Definitivamente el mejor día de mi vida.
Caminamos juntos a los puestos de comida que había dentro del parque.
—Iré al baño —dijo Simon.
—Vamos contigo —Alban se acercó a él y asintió— ¿Emeric?
—¿Qué ahora son mujeres? —el levanto una ceja— no pueden quedarse solas.
—Claro que si —Marion se cruzó de brazos.
Apoye mi mano sobre el brazo de Emeric y lo mire con una sonrisa.
—Vayan nosotras compraremos —el estaba dudoso, pero al final se fue.
—¡Simon es un amor! —exclamo Lilian una vez que ya estábamos solas.
—Ya nos dimos cuenta de lo mucho que se gustan —dijo Marion con desagrado.
Me reí al ver como Lilian miro a Marion.
—Tu no digas nada porque no te separaste en ningún momento de Alban —Lilian me miro a mi y yo asentí.
—¡Porque no tenia otra opción! ¡Ustedes están con esos imbéciles! —dijo ella acercándose al carrito de perritos calientes.
—Emeric y yo sin la salsa verde —dije ella me miro y levanto una ceja.
—¿Eres su madre? —negué con mi cabeza.
—Marion tiene su temperamento dios mío —comento Lilian sin dejar de sonreír.
Estaba siendo la mejor tarde y Emeric se estaba comportando como siempre había querido.
—Vaya vaya… mis queridas amigas —Lilian y yo nos giramos.
Para nuestra mala suerte la pelirrubia teñida estaba ahí en frente de nosotras.
—Ivonne —asumía que Lilian ya sabia de lo ocurrido por Marion.
—Lilian querida —Ivonne soltó una risita— ¿Así que estas en una relación con ese raro de Simon?
No iba a permitir que esa perra arruinara nuestra noche.
—¿Qué es lo que quieres? —fruncí el ceño mirando con molestia a ella.
—Eres poca cosa Elise das risa… ¿O ya olvidaste lo que te conté el día de hoy? —ella se acercó a mi mirándome desafiante.
Trague saliva y aprete mis puños, pocas veces las personas colmaban mi paciencia, pero este caso era la excepción.
—¡Sostén esto Lilian! —exclamo Marion— ¡Le daré su merecido a esta zorra babosa!
—¡Me tocas un pelo y no dudare en demandarte! —exclamo Ivonne mirando a Marion horrorizada.
—¡Elise debe saber que yo me acosté con su novio! —dijo ella en forma de burla.
—¡Te arrancare esas extensiones! —grito Marion avanzando hacia Ivonne.
—El problema no es contigo salvaje —Ivonne me miro a mi y avanzo quedando a pocos metros— Elise la perfecta Elise Fontaine… ¿Cuéntame que sientes al saber qu…
Ella no termino porque aparecieron los chicos.
—¿Saber qué? —pregunto Emeric que tenía su ceño fruncido.
Ivonne se quedó inmóvil simulando una sonrisa. El se paro a mi lado y tomo mi mano, sin despegar la mirada de molestia a Ivonne.
—Eres muy poca cosa al lado de Elise no te molestes en mentir —el giro su cabeza y miro a Alban que estaba con una sonrisa en su rostro.
Alban tomo su teléfono y lo levanto para que Ivonne mirara a la pantalla.
—Deberías aprender a controlarte cuando te emborrachas porque ese video no creo que diga que eres la mas santa de todas —dijo el con una sonrisa de lado.
La peliteñida miro la pantalla y miro a Alban como si el tuviese la culpa.
—Te acostaste con Patrick el suplemente y la mascota del equipo —dijo Alban en tono de burla— y aquí se ve cuando te metiste en la habitación de él y también se ve como Emeric está sentado bebiendo.
—¡En tu maldita cara zorra! —exclamo Marion.
Ivonne estaba desconcertada por lo que acababa de ver. Ella me miro a mi como si quisiera eliminarme con su mirada.
—¡Tu me las pagaras! ¡Maldita mojigata! —Emeric dio un paso cubriéndome con su cuerpo.
—Llegas a tocarle un solo pelo a Elise y tu saldrás perdiendo —me sentía pequeña detrás de Emeric.
Sentía que mi corazon iba a salirse de mi pecho.
<< ¡Emeric me esta defendiendo! >>
—Ya lo verán… ¡Los dos me las pagarán! ¡Tu serás mío! ¡Y esa…! —grito retrocediendo.
—Me encargare yo de darte tu merecido —intervino Marion que estaba de pie a mi lado.
Ivonne se alejo y Lilian me envolvió entre sus brazos. Solté el aire contenido y mire a Emeric que tenía el rostro serio.
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Editado: 22.07.2024