Me baje del auto junto con Tatiana que llevaba en sus manos el vestuario.
Las dos subimos hacia el último piso donde se realizaría la sesión de fotos.
—¿Estas descansando bien? —pregunto la chica que me estaba maquillando.
—Mmm no —respondí tratando de disimular el cansancio que tenía.
Aquella mañana había sido de las más incomodas de todas.
Desayunar sola era algo que hacía bastante tiempo que no lo hacía.
Y eso solo sentía que contribuía a mi soledad.
—¡Muy bien señorita Fontaine! ¡Hoy es su momento de lucirse! —dijo el fotógrafo que ya había arreglado la escena.
La sesión de fotos era importante para lanzar la nueva campaña que estaría a cargo de mí.
Pero mi estado de ánimo no estaba colaborando para que todo saliera bien.
Había pasado toda la noche pensando en todo y sobre todo en la actitud de mis padres hacia mi.
¿Por qué todo había cambiado de repente?
Solo podía sentir que ellos esperaban más de mí.
—¿Mis padres vendrán? —pregunté a Stuart que estaba allí conmigo.
—No señorita sus padres avisaron que no podrían venir —volví mi mirada al espejo— pero dejaron las indicaciones para que todo salga perfecto.
¿Cuándo mis padres habían estado ahí?
Nunca, ni siquiera para eso que era importante para los Fontaine.
—Buenos días joven Fortier —saludaron a mis espaldas.
Me puse de pie para observar al recién llegado.
¿Qué carajos hacia Emeric ahí? Era la última persona a la que quería ver en esos momentos.
El estaba vestido con una camiseta de color blanco y unos pantalones verdes, y zapatillas blancas. Se notaba que ahora era Tatiana quien nos vestía.
—¿Por qué estás aquí? —dije sin muchos ánimos— ¿Te mandaron a que vinieras?
El me mostro una sonrisa y negó con su cabeza.
—Escuche que hoy era la sesión de fotos así que me pareció buena idea venir.
Por un momento sentí que todos los presentes nos estaban observando.
La sesión no duro tanto como esperaba pero si sentía su presencia en aquel lugar.
Una vez terminada salimos de la sala y nos dirigimos hacia el despacho para retirar los papeles.
Fue en ese momento donde recordé lo que había sucedido el día anterior.
—¿Lo hiciste a propósito verdad? —pregunte rompiendo el silencio.
—¿De que estas hablando? —era claro que no iba a asumir que hacía eso para dejarme mal parada.
—Me dejaste como una persona sin corazon —dije mirándolo con molestia.
—Eso no lo hice por ti Elise —me detuve en el camino y el me miro— esos padres necesitaban ayuda.
No podía creer que aquello estuviese saliendo de los labios de Emeric, pero realmente se veía decidido y era sincero lo que decía.
—Me cuesta creer que tu hagas algo para ayudar —dije siguiendo el camino.
—¡Oye no digas eso! —el apareció otra vez a mi lado— pienso que también lo hubieses hecho si entenderías lo que es estar realmente solo.
Parpadee varias veces y lo mire disimuladamente sin poder creer que Emeric hubiese dicho eso.
No dije nada pero solamente me puse a pensar. ¿Emeric también se sentía tan solo como yo?
Los dos entramos a la oficina de Gerald.
—Buenos días, Gerald —saludamos los dos a la vez.
El rostro de Gerald mostraba cansancio y preocupación.
—Buenos días, chicos —dijo el mientras seguía mirando unos papeles.
Al ver su rostro podía notar más su preocupación y confusión que tenía.
—¿Sucede algo? —pregunto Emeric.
El soltó un suspiro y nos miró a los dos tratando de mostrar su mejor sonrisa.
—Pienso que el día que la empresa llegue a sus manos nada de esto pasara —dijo dejando los papeles.
—¿A qué te refieres? —pregunte acercándome más al escritorio.
El hizo silencio y miro a Emeric, y luego a mí.
—No sé si me corresponde decirle esto a ustedes, pero hay algunas inconsistencias los números no dan.
—¿No hablaste con papa? —pregunté, pero su reacción me sorprendió.
—Elise tu padre fue el que me dejo algo confundido pensé que Olivier era el que me estaba confundiendo —el volvió a mirar a Emeric— pero veo que hay algunas cosas que no coinciden de ambas partes.
Trague saliva al entender a lo que se refería Gerald. ¿Acaso papa estaba tramando algo?
—Hace un tiempo atrás Elise y yo también habíamos encontrado unos papeles que figuraban sobre la demanda era mucho mayor que la oferta.
—Es a eso lo que me refería exactamente Emeric —el tomo las hojas— no puedo saber a donde va exactamente el dinero.
Fue en ese momento que Emeric me miro. Como si pudiese relacionar toda la duda se despertó dentro de mi.
¿Qué era lo que estaban tramando nuestros padres?
¿Y las actitudes sospechosas de mis padres? ¿los cambios de actitud hacia los Fortier?
—Bueno muchachos disculpen por molestarlos sé que ustedes no…
—Puedes confiar en nosotros Gerald esta también es nuestra empresa —agrego Emeric con una débil sonrisa.
—Quiero que la empresa llegue a sus manos libre de toda cosa extraña pero hasta ahora no se que pensar…
Y fue en ese momento que Gerald hizo silencio cuando la puerta se abrió.
—Señor Fortier y señorita Fontaine sus madres los esperan en la sala de reuniones —dijo el secretario de Olivier.
Los dos asentimos, pero antes de salir Emeric se acercó a Gerald.
—Si sabes algo no dudes en confiar en nosotros —dijo el.
Salimos de allí y nos dirigimos hacia la sala de reuniones.
—¿Tú dices que nuestros padres ocultan algo? —dije deteniéndome antes de entrar.
El se detuvo y me miro a los ojos.
—Siempre lo hicieron, pero ahora nosotros vamos a descubrirlos —dijo el con seguridad.
—¿Qué te hace pensar que tu y yo estamos en el mismo equipo?
—¿Somos sus títeres o no te das cuenta de eso? —el se volteo para abrir la puerta de la sala de reuniones.
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Editado: 22.07.2024