…El amor no es gratis, el que ama paga un precio….
¿Porque suenas celular? Me remuevo un poco mirando hacia el relog de pared, con sorpresa veo que son las 11 am, tomo el celular y contesto sin ver el identificador.—
Halo —
¡Hola bella! ¿Qué? ¿Enserio aun duermes? —
Geovanny, porque me despiertas a esta hora de la madrugada, ¿tengo que recoger otra de tus conquistas? —
Muy graciosa linda. Veo que se te olvido que íbamos hacer el almuerzo. Aquí esta Daniel con Diana, y se están quejando, que por que la que sabe cocinar eres tú, que como hacen la comida sin ti. —
No se me olvido, solo no puse alarma —
Pues Diana te manda decir que si no llegas pronto ya no hacemos la dichosa paella.
Hay no puede ser ya me arreglo y salgo. Dame media hora, dile por favor a Diana que no sea tan estresante, y más bien que saque los mariscos de la nevera. —Doy un salto al piso después de colgar. Me encanta cocinar, y de vez en cuando hacemos el almuerzo junto en la cabaña de los padres de Daniel, donde el tonto me empujo a la piscina hace unos días.
Corro al igual que siempre, mientras me cuestiono ¿porque nunca llego a tiempo a ningún lado?, me baño y esto quita más tiempo de lo usual, siempre que salimos mi cabello que da con ese terrible olor a cigarrillo, así que trato de apresurarme, lavándolo rápidamente.
Hoy será este lindo pantalón negro entubado y muy ceñido, una sencilla blusa color gris, mi pelo lo arreglo con crema para peinar dejándolo suelto, no hay tiempo para secarlo. Es inevitable, así no quiera tiene que ser tenis hoy... Un poco de rímel mi crema para el cutis, protector solar, labial color rosa claro y mis lentes para el sol.
No reparare más en mi aspecto, me siento muy cómoda tal cual quede, así que me dirijo por mis llaves y salgo apresuradamente tomando mi celular.
Por fin logro llegar, Daniel, me recibe con un gran abrazo, su cariño suele entre mis costillas al juntarse. Es como un hermano, un caballero, un amigo que pocas mujeres tienen el gusto de tener, no me mira con deseo ni malicia, solo con cariño. Respondo a su abrazo dejando un beso en su mejilla. —
¿Qué? ¿Dormiste aquí, que me llamaron como si estuvieran muriendo de hambre? —
No, Amelia acabamos de llegar, pero supusimos que estabas dormida. —
¿Cómo te fue ayer Daniel? —
Nos quedamos hablando en un parque después que salimos de la disco, se nos hizo tarde. La mamá de Diana, cuando pase a dejarla en la casa salió y dijo que como se me ocurría llevar a la niña tan tarde —Lo miro extrañada, la señora es muy amable. —
A qué hora la llevaste luego —
Casi las tres de la mañana —Me sorprende que el haya quedado mal con la mamá de su novia, si prácticamente le toco hacer promesa de matrimonio con tal de que la dejaran ser su novia. —
Se te paso la mano Daniel, debiste dejarla más temprano a ella, esa señora es muy buena gente, te confía a su hija que es menor que tú 7 años —Trato de que razone, hasta me siento molesta.
Yo le dije que disculpara que no volvía a pasar. Asi que deja de regañarme, esta mañana casi muero de la verguena. —Me escudriña con la mirada, mientras rie suavemente con aires de reproche.
Y la señorita de donde me juzga, cuénteme donde amaneció. —
En mi casa, por supuesto —hablo casual.
¿Te llevaste a mi primo para tu apto a dormir? —Abre los ojos como ternero degollado, parece que no me conociera para decir tal cosa. —
¿Perooo de donde sacas eso Daniel? —
-Jumm parcera, es que conozco a mi primo y a él no se le escapa nada que se mueva —Siento un baldado de agua fría, esperaba que lo que pensaba de Bako, solo fueran juicios apresurados en mi cabeza, pero es peor de lo que pensaba entonces, Daniel lo acaba de afirmar. —
Daniel que poca fe me tienes —sonrió escondiendo el mal trago que me ha causado esa verdad. Ese hombre es de los que va solo por un rato. —
Me dejo en mi casa y se marchó. —
Le dije cuando lo llamé después que me enviaste el mensaje de texto: cuidadito con mi amiga patán. —Me da gracia su forma de cuidarme y lo abrazo muy fuerte. —
Eres un bello conmigo. —El me habla sin soltarme —
¿Porque te fuiste con el entonces, y sin despedirte?. Hubieras visto a Cristian estaba de un fastidio, tanto, que se fue a la media hora. Con la extraña excusa de que los tragos le cayeron mal. —Lo miro a los ojos con un poco de incomodidad, por tener que recordar la seria situación en la que me vi envuelta. —
Cuando fui al baño un hombre trato de propasarse, me sentí muy incómoda y quise irme, Bako estaba ahí y fue quien me libro de ese acosador. Como me sentí indispuesta por lo sucedido, le dije a Bako que me iba, fue entonces que él se ofreció a llevarme a casa. En fin, por eso me fui con él. —Lo miro y suelto el aire suavemente, mientras pienso que lo de anoche fue terrible, pero me llevo a un momento muy agradable con ese hombre que pareció y no al mismo tiempo tener la intención de besarme.
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Editado: 19.04.2023