Hola tod@s un abrazo, capitulo dedicada a cada uno de los que siguen la historia.
Sé que no somos nada, pero se me antoja hacerte de todo...
Bako
Doy media vuelta, no quiero quedarme viendo como Alessandro hace el ridículo delante de Amalia, con su extraña manera de querer espantarla. Pero Amalia igual no parece incomodarle.
Camino a mi auto y sonrió internamente, pues veo que se le ha bajado el aire a una llanta al carro de Alessandro.
Me subo a mi auto, y cierro la puerta. Miro por el panorámico hacia la dirección que esta Amalia, Alessandro la mira con descaro. Me da fastidio, pero no peleo por nadie, ya suficiente tuve con el mal rato en el desayuno que acabo de pasar.
Enciendo mi auto y cuento hasta tres para arrancar. ¡Es tu ultima oportunidad Amalia!, lo digo desde lo más profundo de mi ser, y comienzo a contar. Tres, Dos, veo que Alesandro le da un beso en la mejilla y veo a Amalia caminar hacia mi auto.
Siento satisfacción en mi interior, fue ella la que decidió venir conmigo.
-Bako vamos- me dice mientras abre la puerta del auto y sube.
-Por supuesto hermosa- se lo digo sin más. Su sola sonrisa hace que olvide el perturbador desayuno. Arranco de una vez y le hablo desde el auto a Daniel y Alessandro.
-Nos vemos a la entrada-
-Bien me dice Daniel con su dedo pulgar arriba. No quiero quedarme a ver el cambio de llanta, así que pisó el acelerador, ¡entre más rápido mejor!
Hay un silencio en el auto y no es incómodo, cualquier momento es mejor con Amalia.
Pienso en que Geovanny, Daniel y Alessandro estarán cambiando la llanta en este momento.
- ¿qué te causa risa Bako?-
-Por qué preguntas eso?
-Te estoy viendo sonreír-
-Estaba pensando en algo hermosa, eso es todo- no me di cuenta que estaba riendo mientras imagino el encarte de mis primos y Alessandro.
-Que es lo que piensas Bako-
-Hermosa si te digo me odiarías-
-Que exagerado eres Barak-
Detengo el auto orillándolo en la carretera, tomo del brazo a Amalia mientras la miro fijo a sus hermosos ojos.
-Amalia ya te dije que para los amigos y en especial para ti soy Bako-
-¡y que!, ¿te llamas así?- Responde insolente.
-con el fuego no se juega hermosa-
-No tengo miedo a las quemaduras- sus palabras que solo me retan, crean en mi curiosidad por ver hasta dónde está dispuesta a llegar Amalia.
-Siendo así, de ti depende que tanto te acercas al fuego-
-Woo haces pensar que eres violento-
-No Amalia, pero si hago valer mi postura-
-¿Y cuáles son tus exigencias Bako?-
-La primera para ti, es que no me digas por mi nombre-
-Y es que el señor tiene más reglas-
Son bastantes, pero para ti esa es la primera, pero no menos importante que las demas. Pero como pareces una gata curiosa, sé que en algún momento buscaras acercarte al fuego y ver qué tan caliente esta. Espero que no te duela tanto las quemaduras hermosas. –
Le digo con una leve sonrisa en mi rostro.
-Suéltame- exclama Amalia, la veo, está nerviosa y respira profundo. Sus labios tiemblan levemente y esta ruborizada.
-No soy una niña para estar jugando con fuego Bako- responde de manera altiva y con seguridad en sus palabras.
- ¡Eso suena a una propuesta belleza! –
-En realidad es una afirmación-
-woo una proposición afirmativa, eso es aún más interesante Amalia-
-eres un engreído Bako-
-y tu una mentirosa hermosa, hablas muy altiva y segura, pero te veo que estas ruborizada. Tus palabras intentan ocultar lo que tu cuerpo habla por sí solo.
Sueltame Bako,
-Hermosa te solté hace un momento. - la guio con mis ojos hacia mis manos.
Lo siguiente que veo es una Amalia muy furiosa bajando del auto hacia el borde de la carretera se recuesta de lado a uno de los grandes árboles que hay en hilera, mira hacia abajo, hacia el rio, y se ve tan hermosa que me es inevitable no apreciar el paisaje que adorna con su delicada belleza.
Estaciono el auto menos cerca a la vía, tomo mi cámara y bajo. Un poco cerca de ella, tomo una ráfaga de fotos, es sencilla, hermosa y natural, toda ella combina con el panorama.
Dejo mi cámara en el auto, me acerco con cautela, sabiendo que me espera. Pues no hay nada peor que enfrentar a una mujer ofendida por su mismo actuar y pensar. Pues el reconocerlo las irrita aún más, solo que culpan al primer hombre que se encuentra a la redonda… ¡solo Dios, puede salvarme de mi incierto destino en este momento!
-Amalia, vamos al auto, solo estábamos hablando, no te molestes por favor-
-No Bako, estabas burlándote de mí-
En ningún momento me atrevería a tanto hermosa-
-Y lo continúas haciendo en este momento-
-Amalia hermosa, estas molesta, si mi juicio dependiera de ti terminaría en la orca.
-¿tú crees Barak?-
Es una gata curiosa e insolente, solo ella me enciende de esta manera, su ironía al hablarme solo me reta e impulsa mis deseos por sentirla mía y someter esa boca que, aunque bella, trata de aniquilarme en este momento. Con lo que no cuenta Amalia es que su actitud es quebrantable, la mía no, lo cual no me permite salir perdedor jamás.
-Amalia -¡te voy a besar hasta borrarte ese nombre de tu boca-
Amalia
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Editado: 19.04.2023