El amor es como los fantasmas, todos hablan de él… pero pocos lo han visto…
Miro el cielo y veo a lo lejos como caen rayos y el cielo se ilumina de una espléndida luz blanca, Bako se levanta y comienza a fotografiar el horizonte.
-Hermosa nos tenemos que ir, va a llover muy fuerte- lo miro con asombro mientras levanto una ceja para hablarle – es el desierto amorcito, ¡aquí no llueve! - el me mira con sorpresa por el sarcasmo que utilizo para hablarle.
- si no fueras mi novia te dejaría aquí tirada a merced de la tormenta que se avecina- escucho sus palabras y veo que ha regresado el arrogante, solo que ahora es mi arrogante.
- ¿entonces, Debo agradecerte el hecho de que sea tu novia? - Le digo con fastidio y risa en mi voz. él me toma entre sus brazos y con su nariz pegada a la mía me habla dulcemente en un susurro. - debes de agradecer que eres tú y nadie más. - me da un pequeño beso, recoge la manta del suelo y me la pasa, guarda su cámara y me extiende su mano para regresar. Es inevitable reconocer que este caballero no se consigue en ningún lado, y bien escondido que tiene su galantería, pues no se nota este ser encantador detrás de su postura segura e indescifrable.
-Bako más despacio, me llevas casi corriendo- Hermosa no vez que se está oscureciendo, si llueve muy duro esto será solo lodo en un momento, además estamos en bajada Amalia, ¡puedes apurarte un poco hermosa! – veo y ya estamos cerca, se ve la luz de nuestra fogata encendida, por lo que le hablo - tienes razón, el que llegue primero a la parte baja- y sin más me suelto de su agarre y lo paso, lo escucho decir que soy una tramposa, le contesto que eso dice porque viene detrás de mí.
-Amalia ten cuidado no estás viendo bien por donde vas, en ese momento siento que resbalo por una duna de tierra y grito, porque ahora si siento que me he lastimado el pie al caer. Enseguida Bako llega y me alumbra con la luz del celular. – hermosa sí que causas problemas- lo miro con fastidio, mientras el me ofrece su mano - ¿puedes levantarte? - yo dudo en dársela, me mira con risa – hermosa vamos, va a llover esto se comenzara a llenar de agua, más ahora que estamos en la parte baja.
Le extiendo mi mano muy a mi pesar y veo que en realidad me duele el tobillo, no digo nada, pero Bako me mira con un poco de preocupación. - ¿Te duele verdad? - sí, me duele no puedo apoyar mi pie- el me sonríe y me da un beso en la mano que tiene entre la suya- no es nada hermosa, te cargo- lo miro y sonrió, Bako nota mi duda… - hermosa vamos, ¡no pasa nada! y no estamos lejos, pero debemos salir de aquí antes de que llegue la lluvia. -
El ante mi duda me toma desprevenida sin más y me carga – pensé que pensabas mucho hermosa, tanto drama. - ¡Bako bájame por favooorrrr! - el ríe mientras me habla – disfruta tu paseo en mi hombro- me quedo callada, y admirada por su fuerza ha subido la duna y lo hizo sin detenerse a descansar, muy seguramente su ejercicio se ha de basar en las pesas, ¿cómo más se conseguiría ese cuerpo, ese físico y la fuerza?, por más que sea está cargando 50 kilos.
Al llegar a la parte alta me baja con cuidado – Amalia te toco ir a mis espaldas- siento que es demasiada vergüenza el hecho que me cargue en su espalda y guardo silencio.
-Amalia, ¿puedes caminar? - con mi mano sobre su hombro intento, pero me es muy molesto apoyar mi pie- lo miro y le respondo- tendré que aceptar tu ayuda. El me mira con ojos de asombro – la engreída eres tu Amalia- Bako como me dices eso, en mi estado- el ríe y me mira de pies a cabeza- ¿te veo en un magnifico estado mi hermosa- su mirada acompañada de sus palabras me hacen sonrojar totalmente.- Hermosa o te subes a mi espalda o me obligas contra tu voluntad a cargarte de nuevo- lo miro negando con mi cabeza, - está bien, esta bien- hay gracias al cielo Amalia, sí que resultas difícil siempre-
He de reconocer que el regreso en la espalda de Bako no fue tan tormentoso como esperaba, siento como pequeñas gotas de agua empiezan a caer sobre nosotros.
-Amalia vamos al auto, será más como dormir dentro- el me baja de su espalda y yo le hablo, - Bako, no me voy a perder el camping- el me mira con malicia antes de hablar – wooo hermosa tranquila, no pensé que te murieras por pasar la noche con migo- lo miro son rabia, y le tiro la manta que traía en mis manos en su pecho- Ay hermosa ¿qué te disgusto?- me dice de manera divertida, yo solo quiero golpearlo por odioso- ¿Bako de donde crees que me muero por pasar la noche con tigo? – el me mira con sorna y se acerca lentamente a mi dándome un beso en los labios para luego apartarse y hablarme con sarcasmo.
- ¿Mi hermosa, si te fijas hay tres carpas, dos están ocupadas, ¿dónde vas a dormir?, ¿en la mitad de Geovanny y Mariana o mejor entre Daniel y Diana?, lo que desees está bien por mí- el muy engreído me pregunta de una manera tan sarcástica que solo me produce risa. ¡no diré nada, él tiene razón!, es lógico que tendría que dormir en su carpa.
Bako disfruta tanto mi silencio que agrega - ¿o mi bella novia trae un camping y quiere que se lo ayude armar? - suelto una carcajada, acabo de notar que Bako no es engreído del todo, él tiene un humor agrio. Amor debes perdonarme, pero si me gusta acampar- él se queda viéndome con asombro y no entiendo por qué, solo se acerca y me da un beso que me enciende en medio del frio que comienzo a sentir
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Editado: 19.04.2023