Conquista en el Hielo

Capítulo 20: Dominic

12 de febrero de 2018

Han sido unas semanas infernales, fui arrojado a la divina comedia de Dante. Por dónde empezar … 

Todo estaba yendo de acuerdo al plan, en el sentido de que había tenido una especie de citas con una adolescente loca. Me había impuesto horas en las cuales, tenía que recogerla del centro comercial o esperarla a que termine sus prácticas en el rink que estaba a media hora del mío. Todo esto evitando a intentos de paparazzi deportivo que empezaban a aparecer mientras las fechas de torneos locales estaba cada vez más cerca.

Con eso, me quedaba poco tiempo para ser yo, el Dominic normal. Paula había mantenido su distancia de mí, como amigos. Nos veíamos por las prácticas, pero esas horas de práctica pasaban rápido, ella se quedaba practicando en el gimnasio o se despedía y se iba diciendo que también estaba atrasada con los informes para la escuela. Era su último año, así que tampoco podía retenerla, cuando sé que se siente genial terminar la secundaria en verde y eso es un logro para las personas como nosotros.

Pero hoy era diferente, no habían moros en la costa de ningún tipo y acabamos de terminar de ensayar el tango que teníamos para el programa corto de la temporada.

Para aliviar tensiones tenía planeado invitar a Paula a comer algo delicioso y nutritivo, por desgracia no podía ser comida rápida ya que estábamos en fase de asimilación. Así que la opción es un restaurante de comida sana. Pensé en “The Fresh Fish Co”, era la opción perfecta, además las conversaciones con P siempre eran inesperadas y divertidas, creo que necesitaba eso.

Pero todos los planes se hundieron como el Titanic, muy profundo en el Atlántico. La seguí mientras salíamos hacia los estacionamientos. Y la ví con un tipo que la saludaba con un abrazo bastante cariñoso.

Se subió al auto de P, como copiloto y ambos se fueron por la autopista. Y ahí estaba yo, en medio del estacionamiento, sintiéndome un idiota.

Supongo que el almuerzo será en la cafetería del rink. Por suerte, aún estaba Yulia, quien también vio como me intenté acercar a P, ya demasiado tarde.

 

- Comamos, así me cuentas como va tu dilema. Ser joven es muy interesante - me dice.

- Mi dilema es como una telaraña.

- Solo si tu lo ves así.

- Padres controladores y un tanto bocazas, una acosadora rica y loca, pérdida de una amiga. Sin contar que no tengo idea de lo que haré si no estoy patinando y ganando.

- Tu mismo al decirlo, al menos sabes con lo que tienes que lidiar para tu propia paz interior.

- ¿Son tus clases de yoga?

- Tal vez - me dice mientras come su sandwich.

- Por cierto, encontraste algo que nos pueda ser útil, ya sabes.

- No, aún no pero tengo un buen presentimiento. Solo ten un poco más de paciencia con ese tema y siempre reúnete con ella en lugares públicos.

- No soy tan tonto.

 

Después de una intensa mirada, admití que a veces soy un poco lento. Pero la conversación con Yulia, me ayudó a aclarar mi mente. Por ahora podía abordar algunos temas de la mejor manera.

Al llegar a mi casa, después de una buena ducha y más comida, estuve en mi computadora, investigando algo a lo que ya mi cabeza le había dado vueltas desde hace varios meses.

“Carrera de Terapia Física y Rehabilitación”

 




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