Conspiración

Adriana V

Adriana V

Por fin había llegado el día en que saldría del hospital, estaba a poco de enloquecer, quería sentirse útil, ayudar a su equipo a resolver el caso en el que,  debido a ella, estaban metidos y con sus vidas en peligro, no había dejado de pensar en eso desde que despertara después del accidente, fue ella quien tuvo la idea de desafiar las órdenes de su padre y comenzar a investigar por cuenta propia, debido a eso termino en el hospital y sus compañeros podrían seguir ese mismo camino, pero no podía dar un paso atrás, ya estaban demasiado inmersos en el asunto, solo le quedaba dar todo de sí para proteger a sus compañeros.

—¿lista para salir de aquí?— preguntó Diego sacándola de sus pensamientos, el chico pasó todos los días y noches a su lado, cosa a la que daba las gracias, tenerlo ahí le hizo más llevadero su accidente, por no hablar de pasar tiempo con el único hombre que amaba

—lo estoy, quiero terminar con esta investigación antes de que pase otra cosa que me envíe al hospital—

—lo que están haciendo es peligroso, aun no es tarde para abandonar la investigación— dijo el joven tratando de sonar desinteresado mientras miraba hacia la televisión del cuarto

—sabes que no haré eso, quien sea que esté detrás de esto trato de matarme, así que esto es más que solo por hacer lo correcto— respondió la joven tratando de incorporarse ligeramente de la cama, pero la maniobra le provocó una punzada de dolor en su pierna herida, apretó los dientes para resistirlo antes de continuar hablando —no me detendré hasta que ponga a los culpables tras las rejas, o los mate—

—es una estupidez Adriana— levantó la voz Diego tomando por sorpresa a la joven, aunque era muy común verlo perder los estribos, cuando estaban solos era bastante tranquilo —¿crees que le ganaran a un montón de gente poderosa?, gente que con solo tronar los dedos pueden hacer lo que quieran— 

—entiendo tu miedo Diego y lo comparto, pero comprende que esto es algo que quiero hacer, es la primera vez en todo mi tiempo como agente que siento emoción por el trabajo, que pienso en que esta vida podría ser para mí— explicó la mujer tomando las manos del chico entre las suyas

—solo no quiero perderte— musito Diego juntando su frente con la de Adriana, la joven cerró los ojos al sentir el contacto, definitivamente extrañaba tener a ese chico a su lado y lo extrañaria más si su matrimonio con Oswaldo se completaba

—no lo harás, voy a resolver este embrollo pidiendo que mi padre esté implicado, romper el compromiso e irnos a otro lugar lejos de aquí— 

—dicen que Grecia es hermoso— dijo Diego mostrando una sonrisa ligera —y que hay muy buenos corredores ahí—

—no serán tan buenos una vez que les demostremos como corremos en México— en ese momento tocaron a la puerta de la habitación, Adriana dio la autorización de entrar y Christopher se acercó a ellos sonriendo

—no saben lo tranquilo que me pone ver a mi pareja favorita junta— señaló el médico tomando asiento junto a la cama donde la joven yacía 

—pienso lo mismo Chris, pero solo está aquí para ayudarme— replicó Adriana desviando la mirada hacia la ventana que daba al exterior —¿ya voy a salir de aquí?—

—sabes que si, solo vine a revisar tu pierna por última vez, tengo que asegurarme de que estes bien para salir— el doctor cambió el vendaje que cubría su pierna rápidamente, terminaba con su trabajo cuando la puerta de la habitacion se abrio, esta vez entrando por ella Oswaldo y Alberto 

—se ven tensos muchachos, ¿Mauricio ya habló?— cuestionó la agente Méndez clavando su mirada en ellos, Alberto se acercó a ella mostrándole la fotografía que solía estar en su estudio —¿qué es esto?, ¿entraron a mi oficina?—

—en defensa de Alberto, la puerta estaba abierta, aunque lamenta haber entrado, ¿conoces a este sujeto?— dijo Oswaldo señalando hacia el hombre entre Adriana y Mauricio

—no muy bien, solía ir de vez en cuando a las carreras, el y Mauricio son muy unidos, ¿porque?— 

—este sujeto solia ser guardaespaldas del gobernador antes de llegar a ese puesto, trato de convertirse en presidente municipal en la anteriores elecciones y, ahora con la muerte de actual presidente, es su turno de subir al poder, demasiada coincidencia, ¿no crees?— explicó el agente más joven del grupo ganándose una mirada de entendimiento de Adriana

—lo es, ¿han interrogado a Mauricio de esto?— los dos agentes negaron a la pregunta de Adriana 

—sigue negando saber acerca del ataque y de los sujetos que te sacaron del camino, creemos que solo hablara contigo— señaló su mejor amigo 

—hablara conmigo, o lo haré hablar de una u otra forma— señaló la chica tomando las muletas que se encontraban al lado de su cama —de todas formas ya estoy lista para dejar este lugar—

—el papeleo de tu salida también está listo, eres libre para irte, solo recuerda tomar tu medicación a tiempo— aconsejó su amigo Christopher ayudándole

—lo se, gracias por todo tu apoyo Christopher, Diego ¿puedo hablar contigo un momento?— dijo Adriana señalando un rincón aislado fuera de la habitación, el joven asintió siguiendola

—te esperamos afuera Adriana— mencionó Oswaldo alejándose junto con el joven agente, de igual manera el doctor también se alejó después de dirigirle una sonrisa a sus amigos



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En el texto hay: policias, romance, accion

Editado: 23.07.2020

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