Narra Liz.
Lunes, mi día favorito, pues odio los fines de semana ya que no tengo nada que hacer y prefiero ir a la escuela antes que estar encerrada en 4 paredes. Como siempre, me encuentro en mi habitación, aún no suena el despertador para levantarme e irme al Instituto, estoy muy ansiosa, necesito volver a utilizar mis neuronas después de tanto tiempo, creo que las vacaciones se me hicieron eternas.
Suena el despertador. 6:30 a.m.
Mi ropa la tengo lista, hoy iré con un jeans rasgado, mis vans burdeos, una blusa burdeo, que últimamente es mi favorita y mi chaqueta de cuero. Amo el color burdeo desde que fui a la semana de la moda el año pasado, pues era un color que no destacó pero que de igual manera brillaba.
Me voy a bañar, pero suena mi celular. Sam me está llamando, obvio le contesto, de lo contrario es capaz de desesperarse.
─Lizzzz ─ no sé cómo puede ser tan gritona a estas horas de la mañana ─ me tendrás que pasar a buscar a mi casa.
─Hola amiga, sí, yo también estoy bien gracias por preguntar.
─Lo siento, pero ¿Me podrás pasar a buscar? ─ ya la imagino haciendo un puchero.
─Solo si me dices porqué
─Te lo explico cuando nos veamos es muy larga la historia y tengo poco tiempo para arreglarme, hoy tengo que llegar perfecta a la Escuela, es primer día y tengo que dar una buena impresión ─ ruedo los ojos. No entiendo como este lugar se basa solo en primeras impresiones.
─Ok, pero tienes que estar lista ─ acepto y sé que está saltando, si yo no la pasaba a buscar tendría que haberse ido en bus escolar y detesta eso como si su vida dependiera de ello.
─Ok, gracias, Liz te amo.
Luego de 45 minutos estoy lista, bajo y me encuentro a Jenny en la cocina con mi desayuno favorito listo. Ella es una de mis personas favoritas en el mundo mundial.
─Buenos días, Jenny, ya sabes que no es necesario que me prepares el desayuno, lo puedo hacer sola.
─Tú sabes que te adoro y lo hago porque es mi deber si quiero seguir trabajando acá ─ me responde con una sonrisa en el rostro.
─Ok ─ pongo los ojos en blanco.
En eso llega mi hermano. Christian Dallas, un ángel para todos, menos para mí que lo conozco desde que estábamos en el útero de nuestra madre, de hecho, el me dio una patada y por eso nací primero, no, no es cierto, pero nosotros bromeamos con eso.
─Querida Jenny de mi corazón, la mujer a quien amo...
─Si pequeño Chris, ya te preparé tocino con huevos ─ interrumpe a mi hermano y este salta a abrazarla.
─Jenny te amo
Ruedo los ojos, no entiendo como puede ser tan patero, Jenny solo mueve la cabeza, después de todo ya está acostumbrada, ha estado con nosotros desde que nacimos.
─Hermana de mi corazón ─ me abraza mientras devora su desayuno.
─ ¿Qué quieres? ─ cuando mi hermano me abraza es porque algo quiere que haga por él.
─Hermana me ofendes, pero necesito que me lleves en tu auto.
─Lo siento, tengo que ir a buscar a Sam, no entras en el auto ─ hace un puchero, Jenny ríe.
─ ¿Y si vamos en mi auto? ─ propone.
─ ¿Me quieres de chofer?
─Es que me suspendieron el permiso ─ frunzo el ceño, no sabía eso ─ una larga historia hermanita.
─Ok Christian, las llaves ─ termino el último bocado de mis tortillas.
─Déjame desayunar ─ protesta – Jenny, dile algo ─ dice cuando yo me estoy levantando de mi taburete.
─Liz espéralo ─ dice Jenny riendo.
─Pero llegaré atrasada ─ protesto.
─Ya estoy listo ─ dice Chris con la boca llena.
Tomo mi mochila y me dirijo al garaje, Chris corre a su habitación para buscar sus llaves, no entiendo como puede ser tan desordenado a veces.
─Hermanita ya llegué ─ me entrega las llaves de su jeep, nos subimos al auto y le envió un mensaje a Sam para decirle que voy a buscarla.
Sam👑
Sammy voy saliendo de mi casa, voy en el auto de Chris
SAM: Ok, menos mal estoy presentable para verlo
Río al ver su mensaje e ignoro la cara de confusión de mi hermano mientras que guardo mi celular en el bolsillo trasero de mi jeans. Pongo en marcha el auto y salimos de nuestro hogar. Chris pone música y va Aullando, porque él no canta, él Aúlla.
─Hermanita, te amo ─ lo miro confundida, no sé porque dijo eso. Y sigue cantando.
Llegamos a casa de Sam y está esperando en la entrada, sube en la parte de atrás.
─Hola Chris, Liz de mi corazón ─ nos saluda.
─Hola Samantha ─ Chris sabe que Sam odia que la nombren por su nombre completo.
─Christian, ya me arruinaste el día ─ le responde esta divertida. Continuamos nuestro camino, nos bajamos una cuadra antes ya que, por orden de nuestros padres, con Chris debemos hacer como que no nos conocemos.
─Hermana mía, por la tarde te vienes para acá ¿ok?
─Ok Christian.
─Te quiero ─ me lanza un beso, encuentro muy extraño el que me haya dicho que me ama a estas horas de la mañana, pero lo ignoro ─ adiós, Samantha no se si por la tarde te lleve.
─Descuida Chris, la que conduce es mi amiga ─ le enfrenta ella, por lo que mi hermano solo agacha su cabeza y hace un puchero, lo cual resulta muy divertido.
Se va y nosotras comenzamos a caminar.
─Este año conquisto a tu hermano ─ dice Sam y yo solo la miro, ha dicho eso todos los años y nunca sucede.
─Ok ─ respondo riendo ─ ¿Qué pasó?
─Mi mamá no me dejará usar el auto por mucho tiempo, fue mi castigo ─ agacha la cabeza.
─ ¿Por Qué? ─ esto me da mucha curiosidad.
─Porque le tendí una pequeña broma de mal gusto a mi prima, la que más detesto, se lo merecía, me dijo puta en frente de todos ─ desde siempre la detesta.
─Ok, te apoyo, pero como a Chris le quitaron su permiso te tendré que pasar a buscar en su auto todos los días, a menos que sus amigos lo pasen a buscar.
─Las mejores mañanas de mi vida ─ da pequeños saltitos.
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Editado: 17.07.2022