Un día antes de la boda de Mary & Albert.
Narra Liz.
Me acabo de despertar a las 7:45 a.m., Emily, mi querida hija no me dejó seguir durmiendo desde hace 45 minutos, pues sus pataditas me dejan delicada. Por desgracia estoy sola y eso me hace tener mucha ansiedad, todos los chicos fueron a Miami hace una semana y llegan a la madrugada porque mañana es la boda de mi hermana.
Me pongo un short de algodón y una camiseta de Chris, pues estaré sola y nadie me viene a visitar. Me preparo un plato de cereales con leche. Preparo unas tostadas. Busco un chocolate. Preparo el living y mi comida para sólo llegar y estar todo el día mirando televisión. Busco mi película favorita porque para nadie es sorpresa que amo al chico ese.
Como mis cereales y mientras preparo las tostadas. Emily da vueltas, está muy inquieta y no me está agradando. Me voy a sentar en el sofá, pero tocan la puerta. Que extraño. ¿Quién será a las 8:30 de la mañana?
Voy a abrir ¿Mary? ¿Llorando? Me abraza. Que mierda. ¿Qué está pasando? Se separa de mí solo un poco.
–Hermana no sabía dónde más ir o con quien ir – la miro confundida porque no entiendo ni una mierda – estoy embarazada y no es de Albert – me vuelve a abrazar, sigue llorando. Está más alta, pero solo por los tacones.
–Explícame todo, por favor, vamos – la invito a pasar – te prepararé un té, también tengo chocolate, por si quieres – asiente y me sigue a la cocina.
Le indico que se siente en un taburete, ella solo llora y no me mira, me siento mal porque no tengo idea de que puedo hacer para que no se sienta así. Le preparo un té y busco algo para darle de comer. Ahora que lo pienso. ¿Cómo supo mi dirección? Pero ahora no importa. Está embarazada y NO es de Albert. El único problema y más grande es que mañana es su boda.
–Ahora, cuéntame todo – le paso el té y un chocolate.
–Fui parte de provocar tu accidente en el Hospital hace un mes, no digas nada, después hablas – asiento porque no me queda de otra.
>Tú sabes que te detestaba y un día escuché a Albert discutir con mi suegro, yo sé que tú sabes que él te secuestró, Charles decía que te iba a matar, no importaba matar a tu bebé – abro los ojos sorprendida.
>Albert le dijo que no te podía matar, ni a ti ni a tu bebé, porque tal vez tú llevabas a su nieto, después se fue. Me acerqué a mi suegro y planeamos todo, te investigamos, por eso se tu dirección. Aquí entra Andrew Focker.
–WOW – ¿Andy Focker?
–Se que lo conoces, Andy es el guardaespaldas de Charles. Albert llegó hace 5 días, no lo veía hace meses y no sé lo que siento por Andy, tuvimos nuestros encuentros muy seguidos, de hecho, aún los tenemos, pero, ayer me enteré de que tengo 5 semanas de embarazo y ya sabes, imposible que sea de Albert.
–WOW – es lo único que puedo decir.
–Di algo aparte de WOW – pide.
La abrazo y ella llora en mi pecho, mi vientre se interpone entre ambas, pero eso no es de interés ahora.
–No sé por qué me detestas. Sí, sabía que Charles me quiere matar. Sobre el sexo con Andy, no sé qué decirte. Sobre tu bebé, será mi primer sobrino regalón. Y sobre mi embarazo, no recuerdo cómo llegué a la cama con Albert, solo conozco la consecuencia – acaricio mi vientre.
–¿Algún consejo, hermanita? – pide en un susurro.
–Debes hablar con Albert, decirle todo, si quieres puede venir acá así yo te acompaño, luego debes contarle a Andy sobre el embarazo.
–Gracias ¿Me perdonas por todo?
–¿Y tú, por acostarme con tu prometido?
–¿Perdón por perdón? Yo acepto – me dice sonriendo entre lágrimas.
–Yo también – acepto – ahora llama a Albert.
Toma su celular de su bolso. Dejé pausada la película y ahora nos vamos a sentar allá las dos para poder ver la película juntas y comiendo chocolate.
Narra Albert.
Desperté por el celular que estaba sonando. Mary no estaba. Y resulta que ella era quien me llamaba. Ahora justo voy llegando al departamento donde me citó. Llamo a la puerta y al principio lo que ven mis ojos, es algo que no puedo creer, Liz abriendo la puerta, Mary llorando en el sofá y están juntas, ni una muerta.
–Pasa, bienvenido a mi hogar, Mary tiene que hablar contigo – dice Liz – Mary, si quieres me quedo, sino estaré en la cocina, comiendo.
–Anda a alimentar a mi sobrina – dice Mary. Liz va a la cocina, su departamento es bastante grande.
–Dime amor – pido sentándome a su lado y tomando sus manos.
–Estoy embarazada, Albert.
–No es mío ¿cierto? – niega con la cabeza.
–Es del guardaespaldas de tu papá. Me uní a Charles para dañar a Liz cuando supe que tu podías ser el papá de su bebé y estuve mal, lo sé, pero conocí a Andy y hemos tenido nuestros encuentros.
–¿Qué sientes por él?
–No lo sé.
–¿Qué sientes por mí?
–No lo sé, perdón. Por favor, Perdóname – pide llorando y la abrazo.
–Tranquila Mary, no te preocupes. Yo cancelaré la boda y le diré todo a mis padres.
–¿Qué va a ser de ti? – pregunta y sé que es porque se siente culpable, yo la conozco y cuando llegué lo pude notar.
–Me iré a Italia, pero primero arreglaré todo – le digo, era obvio si me iba tanto tiempo.
Se que piensan que soy muy estúpido por no poner el grito en el cielo, pero no soy así y además yo no fui muy fiel que digamos, me acosté con su hermana y puede que esa hija sea mía.
–¿No quieres saber si mi sobrina es tu hija? Igual hay probabilidades – dice Mary. Miro a Liz, está con el celular y comiendo frituras.
–No, me voy, no sé si volveré, que sean felices ¡Liz! Le diré a papá que no te dañe – dicho esto me voy.
Narra Mary.
Wow, no me imaginé esa reacción, fue muy relajado, sorprendente. De hecho, sentí que me entendió tan bien que quizás no era real, pero sé que es real cuando Liz se lanza a mi lado y se golpea el pie en la mesa de centro.
#3235 en Joven Adulto
#17143 en Novela romántica
#3104 en Chick lit
romances prohibidos, errores y decisiones, amigos amor y celos
Editado: 01.10.2022