GREGORY

Ella sonaba diferente, fría y todo era culpa mía.

–Emm, sal de ahí y dejame explicarte todo, por favor, no puedes solo desaparecerme de tu vida.– dije pegado a la puerta y con la esperanza de que ella me escuchara. Casi me caigo de cara contra el suelo cuando abrió la puerta.

–¿Qué quieres ahora Gregory? ¿Acaso vienes a restregarme tu felicidad a la cara?

–Mierda, Emm, no soy así y lo sabes, solo fue un error en serio.

–¿Un error? Al carajo con tu error Gregory, un error es olvidar un aniversario o un cumpleaños, no sé, pero ¿engañarme? Eso no fue ningún error, lo hiciste y sabías las consecuencias así que vete y deja de confundirme, ¿entendiste?– soltó enojada y empezó a caminar en dirección al comedor.

–Emm lo siento, en serio lo siento, hablemos, dejame arreglarlo, por favor– dije tomando su brazo.

Las puertas del comedor se abrieron y dentro pude ver a el chico de la otra vez y al subdirector Wright cenando con la familia de Emily.

–¿Qué hace él aquí? No han pasado ni dos semanas Emily, ni siquiera do semanas desde que terminamos y ya le presentaste tu familia a tu nuevo noviecito.

–Mierda Gregory, él no es mi novio y aun si lo fuera no es problema tuyo ¡dejó de serlo en el momento que decidiste ponerme el puto cuerno!– soltó enojada y Mayra se tapó la boca con las manos.

–Joven Stone, creo que es momento de que se vaya.– dijo el padre de Emily y yo negué con la cabeza.

–¿Estás de acuerdo con esto Xavier?

–Es señor Jones para ti, Gregory y es hora de que te vayas– contestó Nial Wright mirándome a los ojos.

–Todo esto es culpa tuya, todo iba bien hasta que llegaste tú.– señalé a Alexander y se levantó, pero Emily tomó su mano y su enojó se calmó de inmediato.

–Mira idiota, no me culpes de algo que te hiciste tú solo, lo único que hice yo, fue estar para ella cuando tú estabas demasiado ocupado besándote con una chica cualquiera.– contestó mientras abrazaba a Emily y mi ira aumentaba.

–Debiste alejarte de ella desde el primer día, lo vas a lamentar Wright, tanto que desearás terminar como tu padre.– en cuanto dije esto último noté la ira creciendo en sus ojos y salí de ahí, escuchando a Emily tranquilizarlo a mis espaldas.