Capítulo 3.
Chelsea observa con desconfianza a la pelirroja, su nombre le suena de cierta forma, pero a su mente no llega ningún recuerdo de ella, o de su nombre siquiera.
— ¿Vamos? —Evan camina hacia ellas con lentitud, mirándolas con una sonrisa tenebrosa que causa escalofríos en Kelly, quien mira con cierto temor a la mujer.
— Mi abuela nunca me habló de ti —susurró Chelsea desviando la vista, no quiere mirarla.
— ¿Enserio? Eso ya lo suponía, y creo que se los dije. Somos mejores amigas desde pequeñas.
Algo hizo clic en el cerebelo de Kelly, quien sonrió complacida ante las palabras de Evan y le dio la mano.
— Ahora la recuerdo, Tía Salma hablaba de usted cuando llegamos a la resistencia.
Ante las palabras de Kelly, Chelsea también recordó el nombre de Evan, la mejor amiga de su abuela, solo que por lo que parece a Salma se le olvidó mencionar que estaba un poco loca.
— No perdamos el tiempo mis renacuajas, hay un avión que nos espera.
Evan nuevamente ríe y causa escalofríos en ambas chicas, algo en la mente de Chelsea le dice que no debe confiar aún en ella, es una loba y los lobos no son de fiar.
Comenzaron a caminar y Kelly completamente ansiosa camina hasta quedar al lado de Evan, ninguna de las dos hablas, pues Evan sabía que les causa miedo a ambas jóvenes y Kelly, bueno ella está demasiado ansiosa como para hablar.
Llegaron a un claro donde lo único visible es una camioneta demacrado antigua de la cual Chelsea duda que funcione en óptimas condiciones, pero Evan camina directo hacia esa camioneta, la cual por lo que se puede ver en su tiempo fue de un color celeste pastel y blanco. Ahora la camioneta se encuentra llena de óxido.
— Por favor —Evan les sonríe—. Tengan el honor.
Kelly mira a Chelsea y esta frunce el ceño, si algo de malo posee Kelly es el hecho de confiar muy rápido en las personas y dejarse engañar.
Evan toma los bolsos de ambas jóvenes y los deposita en la carroza de la camioneta.
No vamos a caber.
Piensa Chelsea, pues la camioneta es solo de una cabina, ósea tres asientos.
Como puede Kelly goma del brazo a Chelsea y la sube a la camioneta, quedando está en medio.
Evan ingresa y con dificultad logra encender el motor.
Un espantoso ruido es lo que suena cuando Evan aprieta el acelerador a fondo, causando miedo y dolor en los oídos a las jóvenes. Evan sólo se limita a sonreír triunfada, a ella le fascina causar miedo en las personas, pues su pasión en la adolescencia era estudiar teatro y ser una actriz reconocida, por desgracia en los seres sobrenaturales es algo difícil, ya que no pueden convivir mucho tiempo en masas humanas.
— ¿De qué año es esta chatarra? —pregunta Kelly colocándose cómo puede el cinturón de seguridad, ya que Evan va a una velocidad impresionante.
— Mi pequeña renacuaja, este bebé no es una chatarra, chatarra vas a ser tú si vuelves a insultar a Doroty.
Kelly traiga con fuerza, eso le causó miedo, mucho miedo, ella no está acostumbrada a que la traten así.
En cuestión de minutos llegan a un lugar desértico, no se ve vida en la zona, solo hay árboles y una pequeña casa café bastante desgastada en medio de una enorme pista de cemento, pista que ambas jóvenes desconocen de que es.
En cuanto Evan se detiene Kelly no duda en quitarse el cinturón de seguridad y salir rápido de la camioneta, nunca había tenido tanto miedo por su vida, sintió en todo el trayecto que Evan chocará y se estrellara contra algún árbol siento ese su fin.
Chelsea baja con lentitud de la camioneta, la ventaja que tuvo de ir en medio fue que se sentía protegida, por alguna razón se sintió segura.
Evan ríe nuevamente con esa risa tan tenebrosa y camina hacia la carroza de donde baja las maletas de las jóvenes al momento exacto en el que un avión pequeño, más parecido a un jet se estaciona en medio de la pista.
Kelly y Chelsea deben taparse los oídos debido al ruido que el jet provocó, junto con la ráfaga de viento que trajo consigo.
— ¿Aún no saben usar su magia? —pregunta Evan caminando hacia el jet, el cual ahora tenía la escalera puesta.
Kelly mira impresionada el jet, se siente como si estuviese viviendo en una película, ve todo en cámara lenta, ve como alguien baja del avión y Evan le entrega las maletas, la pelirroja se da media vuelta y les sonríe a las jóvenes, una sonrisa cálida, sincera y linda, una sonrisa que causa una sensación extraña en Kelly y Chelsea, una sonrisa que las hizo sentir protegidas.