El ataque

Me subí a la sima de un gran árbol y me mantuve ahí un buen tiempo, intentando pensar entender todo que estaba pasando, si debíamos quedarnos o irnos, al no llegar a una conclusión baje pero ni me había dado cuenta de lo tarde que era, pues incluso la hora de la comida ya había pasado, di una vuelta por todo el refugio para ver cuál eran las actividades normales que realizaban, me imaginaban que se preparaban para posibles ataques o para defenderse de posibles amenazas, para mi sorpresa solo jugaban, se paseaban por el lugar, pero nada para mejorar ni siquiera su estilo de vida-

• (Alondra) Halia ¿Dónde estabas? Hace rato que no te veo
• (Halia) solo estaba por ahí, nada importante
• (Alondra) veo que también te parece que desperdician todos aquí su tiempo

Era bueno escuchar eso de alguien más pues pensaba que era la única que creía eso, o que era demasiado paranoica, así que solté una gran risa de satisfacción.

• (Halia) saben ustedes me hacen sentir mejor, desde que llegue aquí no he podido estar de acuerdo con las personas que anhela ver, pero ustedes lo han hecho más fácil
• (Alondra) solo hacemos lo que una gran persona hiso por nosotros

De cierta manera quería arreglar las cosas con él y Daniela ellos eran parte importante en mi u no me gustaba este así con ellos a pesar de que no sintiera que tuviera la culpa, vi a Sebastián pasando por ahí, así que lo salude pero solo me ignoro, me sentía confundida, estaba tan molesto conmigo que ni siquiera me hablaría, intente ignorar eso por un momento, pero aún así me dolió su  desplante, es decir solo fue diferencias en pensar, por el momento no tome importancia y salí a buscar mi hermana, para ver cómo estaba, me costó un poco encontrarla, estaba en la casa de campaña, leyendo un libro, no sabía cómo iniciar la conversación, pero solo dije lo que pensé.

• (Halia) lamento lo de ayer y prometo pensar bien en esto
• (Daniela) gracias, me da gusto saber que al menos lo pensaras, sabes que eres importante y te queremos pero este lugar es bueno ya lo verás.

Ambas reímos un poco, y charlamos sobre nuestros días separadas, realmente extrañaba todo su compañía, después de un rato la deje parabcontinuar con su lectura, y realice una mesa con un tronco que halle afuera y me puse a realizar figuras con madera, era divertido y no había más que hacer, entre ratos mi hermana y yo sacábamos una conversación corta y nos reíamos un rato, creo que era de las muy pocas ocasiones en la que las 2 disfrutábamos un buen momento, de momento Sebastián entro a la casa de campaña, pero al verme salió, quería arreglar lo que paso ayer así que fui tras de él, lo alcance en poco tiempo lo tome del hombro y se voltio.

• (Halia) espera, tenemos que hablar, lamentó lo que dije ayer, pensare bien todo y después tomare mi decisión, pero no me evites

Baje un poco el tono de mi voz con lo último y baje la mirada, me sentía muy mal por todo y no sabía si era la manera adecuada de disculparme o si tan siquiera debía hacerlo.

• (Sebastián) perdón pero todo esto no es fácil de asimilar, tienes tus razones para querer irte pero aquí todos te necesitamos, yo te necesito, y el simple echo de pensar en separarnos me pone mal
• (Halia) lo se tampoco me gusta la idea, pero créeme que mi intención es la mejor, pero entiendo mover a todos será muy difícil, solo olvidemos esto y pasémosla bien los 2 juntos.

Lo abrase y nos sentamos a platicar sobre todo lo que ocurría, como nos sentíamos, disfrutando uno del otro, intentando recuperar el tiempo perdido, me sentí tan protegida y segura con el que decidí que nos quedaríamos ahí, estuvimos ahí hasta el anochecer pues Mireya vino a buscarme

• (Mireya) que bueno que te encuentro Halia, mira tenemos un problema, hay un bebe con fiebre alta y no se le ha podido bajar y bueno quiero saber si puedes hacer algo por el

Asistí con mi cabeza y nos dirigimos a la casa de campaña la cual usan como clínica pues solo están personas muy enfermas, entre y junto con Sebastián, vi al niño el cual efectivamente tenía mucha fiebre, le pedí a la madre que saliera un momento la cual accedió y con mis poderes de curación regule la temperatura del bebe, paso su madre y agradeció por lo sucedido, abrigamos bien al bebe y salimos todos a cenar, y bueno yo me senté junto a Alondra, Xiomara y Walter pues mi hermana estaba con Mireya, Sebastián y otras personas, y ellos estaban al igual que yo adaptándose al cambio sin conocer a nadie más, además de que yo no me sentía cómoda con ellos de cierta forma estaban con quiénes manejaban el lugar se notaba por la manera arrogante en que actuaban, esepto Sebastián y Daniela o almenenos a si lo veia, y bueno a mí no me agradaba nada eso a demás que como no sabían quien era no me tomaban encuentra.

• (Alondra) veo que nuestra amiga paso tiempo de caridad con cierto chico
• (Walter) chicas basta solo hacen que ella se avergüence
• (Xiomara) pero si no es nada malo, todo lo contrario estaba muy ansiosa de encontrar este lugar
• (Halia) pase tiempo tanto con Daniela como son Sebastián
• (Walter) es bueno saber que arreglaron las cosas entre ustedes

La sonrisa que me mostraba era tan cálida y pura que no evite sonreír con ellos, sin duda encontrarlos fue algo maravilloso pues sin ellos estaría hundida aquí, después de cenar nosotros recogimos y lavamos todo pero de la manera más divertida, después pase con mi hermana por mis cosas para dormir, las tome y salí de inmediato de ahí para ir con los chicos, los cuales me esperaban, no dormí con ellos en la casa de campaña pues les había prometido a Alondra, Xiomara y Walter estar con ellos, creamos un campo de energía a nuestro alrededor para que nadie nos escuchara y comenzamos a contar historias y a jugar entre nosotros, aunque nos dormimos un poco tarde, nos levantamos llenos de energía al día siguiente, fui a dejar mis cosas a la casa de campaña para integrarme con los demás, aquel día estuvimos buscando la manera de contactar a los demás refugios y aunque tardamos mucho para crear contacto solo pudimos hacerlo con la central de información, así que decidimos dejarlo así por el momento ocultando quien soy, pero si nos dieron ordenes de entrenamiento, para poder estar listos para cualquier cosa, solo nos mandaron la orden y como realizaría, pero no dijeron nada de un entrenador, así que yo tome ese cargo, aunque a muchos no les parecía bien esa idea tuvieron que aceptarla, y yo todas las tardes después del entrenamiento junto con alguien más, me encargaba de salir y buscar cualquier cosas que hiciera falta, y aprovechaba para intentar ayudar a la gente a escondidas, pues eso era muy peligroso para cualquiera, pero no me gustaba la idea de que la gente estuviera pasando dificultades por esta disputa, de vez en cuando salía unos días hacia los poblados más lejanos en compañía de Daniela y Sebastián para ayudar y brindar nuestro apoyo incondicional, me uni más a ellos conociendo los aún más pero a la vez los sentía cada vez más distantes de mi sobre todo Sebastián, pasábamos poco tiempo y había momentos buenos entre los 2 pero cada vez había más malos, pareciera que la cercanía que estábamos teniendo no nos beneficiaba, poco a poco la distancia entre ambos se fue marcado por más que intentamos que fuera diferente, eso me dolía y me bajaba el ánimo, bueno supongo que a los 2, y comense a pensar que estábamos haciendo todo mal, es decir porque me la pasaba muy bien con Walter, Xiomara y Alondra y con el cada vez era peor, y bueno el cada vez era más sercanos a Mireya, de hecho cada vez pareciamos menos una pareja, cada vez extrañaba a mis amigos que tuve que dejar atrás y sobre todo a Uriel y Badir, más que nada a Badir con el ise un lazo único y siempre estaba sin importar nada, sin importar lo herido o mal emocionalmente que estuviera, el siempre me apoyaba.