Dos semanas después de aquel día me tocaba ir a cazar con Elián y Milena una chica un poco tímida y de nivel uno, los tres nos estábamos divirtiendo mucho ya habíamos juntado una buena caza, por lo general solo cazamos una animal de cierta especie, la multiplico y la original la dejo ir, para no acabar con esa especie y adentro la multiplico nuevamente dependiendo de la demanda de ese día., Era divertido pasar tiempo afuera además de refrescante, Estábamos por meternos cuando de repente sentí que a lo lejos alguien venia corriendo, pensé que era un animal o algo así hasta que oímos una voz era Fabiola la chica de ayuda comunitaria los 3 nos acercamos a ver.
Vi cómo se acercaban unos solados del ejército negro así que la ayudamos a ocultarse con nosotros mientras pasaban, la vi un poco agitada pero después de descansar un poco me abrazo de manera repentina y fuertemente.
Miro a Elián, y le dio un cálido abrazo
Mi orden era que pasara lo que pasara nunca a ningún nuevo se le digiera mi identidad fuera quien fuera, todo por seguridad, mientras estuviéramos listos para atacar no habría ningún problema, y aunque ella era amiga se lo ocultamos pues la reglas se tenían que respetar, cuando vimos que se habían ido el ejército negro les pedí a Elián y Milena que se adelantara, según por seguridad iríamos de 2 en 2 pero en realidad era para avisar a los demás que abría alguien más y que no me trataran especialmente y cambiarían mis cosas de lugar para que crea que no tenía un puesto importante, después de unos minutos pasamos nosotras, al llegar todos le dieron la bienvenida, y Mireya como líder del refugio le mostro el lugar y explico las reglas, mientras yo me acomodaba en mi nuevo lugar de dormir, apenas eran las 3:00 de la tarde así que me dirigí a entrenar con los demás con los de nivel 5 como todos los demás, la clase la dio Mireya y mi hermana Daniela pues ella era la colíder, mientras Fabiola nos veía como entrabamos, pero después de un rato fue a recorrer sola el lugar pues estaba impresionada por donde estábamos refugiándonos y bueno en si el lugar era impresionante, al terminar de entrenar fui a hacerme y me reuní con Mireya y Daniela.
Lo pensaron por un momento, pues ellas querían mandar a Fabiola a otro refugio para así seguir con las actividades normales y no ser interrumpidas, pero algo dentro de mí me decía que no la tenía que dejar ir, que tenía que tenerla cerca de mí, no tuvieron más que aceptar lo que dije, y el rol de casería cambio, ya no iría yo sino 3 chicos solos, pero ahora con menor tiempo por su seguridad, al irme a mi nueva cama para leer un poco me encontré a Fabiola, hablamos un poco pero no paraba de preguntarme de todo, ¿cómo construimos este lugar?, ¿quién era la líder de todos los refugios?, ¿cómo hacíamos para mantenernos?, ¿cómo sobrevivimos aquel ataque de hace un año?, lo cual esa pregunta me sorprendió, al parecer ya muchos lo sabían los rumores eran grandes. Como sea no le conté la verdad, le oculte muchas cosas o simplemente le decía que no tenía idea que era cosa de los encargados del refugio, hasta que por fin me dejo de preguntar y dormí tranquila, aunque tuve un sueño un poco extraño me encontraba en el refugio y estaba sentada en mi cama leyendo cuando de repente oigo una voz, pero se parecía mucho a la mía, o la que habitualmente escuchaba en cada sueño raro que tenía, la cual me estaba llamando, intente localizar de donde provenía, al lograrlo me acerque poco a poco a donde antes dormía y justo detrás de un árbol vi a Fabiola, me sonrió vacíamente y dijo “lo siento Halia” me desperté de inmediato un poco alterada por ello, algo en mi me decía ve, ve no pierdas tiempo así que decidí dirígeme al lugar que me mostro mi sueño, algo fuerte en mi me decía que lo hiciera, me acerqué silenciosamente intentando no hacer ningún ruido y al llegar al lugar ahí estaba Fabiola, me oculte detrás de un árbol y pude lograr ver que tenía un comunicador, por un momento pensé que le diría a sus amigos de la resistencia de la que me hablo que estaba bien y no se preocuparan, pero no tarde en darme cuenta lo equivocada que estaba, casi me caigo por la impresión, al escuchar lo que del comunicador decía