Después de la confesión de Grace mi vida dio un giro maravilloso. Pasé de dos decepciones amorosas no logradas a tener la esperanza con el amor de mi vida. Todo era muy loco y mi mente adolescente no lo podía entender del todo, pero esa pequeña luz que me había dado Grace era mi motivación para sacar al desagradable de Manuel del juego y quedarme de forma definitiva con el amor de mi querida vecina.
Creo que pasaron tres días desde que Grace me dijo la verdad y por respeto a ella no le quise a contar a nadie, claro que al cuarto día no me pude contener. En la tarde fui a casa de mi mejor amigo y le di a conocer lo qué pasó con Grace a Victor.
—Ese día que nos quedamos en la plaza conversando, ella me hizo saber que había mentido, que ese beso que me dio en la fiesta no fue un beso de amigos, fue porque está enamorada de mi —le confesé entusiasmado.
—¿En serio? ¿O estás bromeando? —Me miró con desconfianza mi mejor amigo—. No me agarres para la broma Benja, mira que es algo delicado lo que me estás contando y tú sabes por quién.
—Te lo juro que es verdad. —Hice el gesto de juramento—. Ella mismo reconoció que yo le gusto.
—Pero si le gustas ¿Porque sigue con Manuel? —preguntó confundido—. Tal vez solo es una excusa por haberle contado a Manuel que tú le gustas.
Esa era una excelente pregunta. Si a mi me gusta alguien y estoy con otra persona, mando a esa persona a freír espárragos y me quedo con la que me gusta, pero al parecer la lógica de Grace era totalmente diferente a la que haría cualquier otra persona. Por otro lado mi hermosa vecina no es de mentir para tapar errores, no creo que juegue con algo tan delicado como lo que siento por ella.
—No tengo la más mínima idea, pero espero que no me esté mintiendo. —Me encogí de hombros.
—Eso no importa, ahora lo importante es que se te ha presentado una oportunidad de oro con Grace y Benjamín, tiene que agarrar el toro por las astas o se te va a pasar el tren. —Me palmoteó la espalda el optimista de mi amigo.
—Lo sé... aunque con Manuel no va a ser para nada fácil —reconocí—. Eso si te quiero pedir que por fa no le cuentes a nadie esto, no quiero que nadie más sepa lo que Grace me dijo.
—Tranquilo, de aquí no sale. —Me juró.
Había que confiar que mi mejor amigo no diría nada por que de lo contrario lo iba a descuartizar. Al día siguiente nos fuimos a clases como era la costumbre, yo no dejaba de mirar a Grace que se incomodaba mucho con mis ojos café encima de ella buscándola.
—Me pones nerviosa Benja. —Se sonrojó mirando al suelo.
—Es que no creo que todavía sigues con Manuel siendo que el es como es... —le reclamé.
—Es un grandísimo idiota —complementó mi mejor amigo.
—Exacto. —Apunté a Victor que había dado en el blanco.
Era malvado de mi parte hacer eso, pero un poco de presión tal vez haría que Grace se diera cuenta de que era en realidad lo que le convenía, o sea yo.
—No lo sé, a veces se comporta tan tonto, pero a veces es tan dulce conmigo. —Suspiró—. Es cambiante, pero cuando se preocupa de mí es maravilloso.
—Pero si a veces ni siquiera te toma en cuenta —le recordó amablemente Victor.
—Pero me gusta tal como es —sentenció.
De verdad no la entendía, se supone que le gusto, pero sigue con el tipo que la hace sentir mal y agrede a la persona de la que está enamorada, de verdad ya empezaba a perder la paciencia, tenía que hacer algo para que Grace lo termine de forma definitiva y yo finalmente logre conquistarla.
Además de mis problemas con Grace tenía otras cosas que solucionar como las estúpidas guías de ecuaciones en matemáticas, cuanto deseaba que hubiera una ecuación perfecta para hacer que Manuel desapareciera para siempre y me deje ser feliz con Grace.
—¡¡Hey, Cardona!! ¡¡hey!! —me habló una voz chillona que después noté que era Iván.
—¿Que pasa Orellana? —le pregunté bajando a la tierra nuevamente.
—Mónica me pidió que te dijera que necesita conversar contigo al recreo —me avisó.
¿Mónica desea hablar conmigo? Y sobre qué querrá hablar si todo había quedado muy claro entre nosotros. Habíamos quedado en ser amigos y como yo no puedo ser solo amigo de Mónica preferí alejarme de la chica del segundo de Ventas. Sonó el timbre del recreo, en serio yo no quería salir, ni menos verle la cara a Mónica, claro que tampoco podía ser tan cruel con ella, había que reconocer que yo la había tratado muy mal, tenía que escucharla. Salí de la sala y allí estaba Moni con una polera blanca, un poleron encima y unas lycras negras esperándome con su sonrisa habitual, se veía bastante bien, que pena que lo nuestro no haya funcionado como quería.
—¿Y porque andas vestidas así? —pregunté mirándola de pies a cabeza.
—Tengo una presentación de un producto, por eso —explicó .
Si el producto es como ella debe ser maravilloso. Le compraría mil si quiere. Muy bien Benjamín no te distraigas, concéntrate en el motivo por el que te llamó.
—Que frío verte. —Le sonreí.
—Ven, vamos que necesito decirte algo. —Me invitó.
Nos fuimos al patio de atrás para conversar más tranquilos. Ella iba tomada de mi brazo y yo, que había cedido tan fácil, sentía como su cuerpo se apretaba contra el mío, no caigas Benjamin, resiste por favor.
—Ehmm... creo qué hay algo que hace días me viene dando vueltas en la cabeza y es lo que dijo Manuel de Contabilidad sobre que te gustaba esa tal Grace. —Me miraba muy seria.
—¡¡Aaaah eso!! Bueno, es un amor de infancia pero ella no me toma mucho en cuenta, así que somos amigos —fue lo único que se me ocurrió decir.
—A ver ¿Te gusta ella y yo también? Porque no entiendo como me dijiste que te gustaba yo si estabas enamorada de otra. —Se cruzó de brazos.
No era muy fácil de explicar, me gustaba Mónica pero también Grace, llegó un momento en que me gustaba más ella, pero ahora me gusta más mi vecina, ¡¡Que enredo tengo en mi cabeza por Dios!!.
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Editado: 24.06.2024