Era difícil explicar la sensación que sentía en lo más profundo de mi ser. Quería jugármela por Grace, demostrarle que yo era mejor que ese idiota que no está interesado en mi amada vecina. Pero también tenía a mi papá como pulga en la oreja insistiendo en que quería que dejara eso que para él son solo "juegos de niños"
Ese fin de semana de la quincena de Junio la pasé encerrado en mi casa, no quería salir. Afuera estaba lloviendo a cántaros y en mi corazón estaba las húmedas lágrimas de mi vecina lejos de mi, con otro. Si quería quedarme en mi hogar era porque no quería saber de Grace, de su novio ni nada de eso. Pero no todos son capaces de darse cuenta de que quería estar solo.
—¡¡Montoncito!! —Fue a tirarse encima mío mi hermano.
—Sal de aquí torpe. —Lo empujé para botarlo de la cama.
—Parece que tenemos a un joven con el corazón irremediablemente roto, tendremos que darle atención inmediata. —Se paró frente a mi.
Como dije, mi hermano el 85% del día es un idiota, pero una de las pocas virtudes que tiene es darse cuenta cuando algo le pasa a su hermano menor.
—No me pasa nada Javier —refunfuñe perdiendo la paciencia.
—Sabes, yo he visto todo lo que ha pasado con Grace y creo tener la solución para tu problema. —Empezó a moverme las cejas muy seguro.
Yo lo quedé mirando con desconfianza en lo referido a sus planes de ayuda. Con lo tonto que es mi hermano seguro que me iba a decir que la solución es olvidarme de ella u alguna otra estupidez.
—¿Y cuál es la solución según tú? —pregunté sin darle mucha importancia.
—Tienes que atacar la debilidad de Manuel, las mujeres. —Me hizo con el dedo pulgar hacia arriba .
Como dije mi hermano es un estúpido y para la edad que tiene no sabe expresarse muy bien, y por supuesto que yo lo miré tratando de entenderlo.
—No comprendo a que te refieres... —Lo miré aturdido.
—Noté que a Manu le gusta las mujeres, todas las mujeres, le gusta tenerlas bajo su control, tienes que hacer que Grace lo pille justo con una chica que no sea ella y entonces nuestra desnutrida vecina lo va a patear como una piedra en el suelo. —Me quedó observando sonriente.
Claramente mi hermano no tenía idea de analogías, pero tenía mucha razón, Manu siempre saludaba efusivamente a chicas de otros cursos, tenía que pillarlo haciéndose el lindo con otra mina para que mi vecina lo termine. Ese plan no era tan descabellado después de todo, lo que tenía que lograr es captar justo el momento preciso y Manu será historia para mi querida vecina.
Al día siguiente decidí comenzar una investigación profunda de los movimientos de Manuel, así que al recreo me senté en la galería con mis amigos a observarlo. Siempre en los segundos recreos dejaba sola a Grace y desaparecía, a veces los últimos cinco o siete minutos. Si mi hermano dijo que la debilidad del novio de mi vecina son las mujeres es porque algo había visto y tenía que descubrirlo.
—Que estas planeando Benja que miras tanto a Grace y su novio. —Me quedó observando sospechosamente Miguel.
—Mi hermano Javier me dijo que la debilidad de Manu son las mujeres, todas las mujeres, si lo pillo con otra y logro que Grace lo vea seguro que van a terminar. —expliqué mi maléfico plan—. Entonces será el momento en que por fin lograré que mi vecina me dé una oportunidad.
—Pero no creo que sea tan desgraciado para hacer eso —refutó mi plan maestro el siempre correcto Victor.
—Yo estoy segurísimo que Manu la engaña —aseguré—. Además, como dicen por ahí en la guerra y en el amor todo se vale.
—Claro y después Manuel se va a enterar que tú lo echaste al agua, te agarra y te golpea hasta aburrirse. —Encendió las alarmas de lo que podía pasar Iván—. Lindo te va a dejar de tanto pegarte combos.
—Es un riesgo que voy a correr. —Me froté las manos.
Lo sabía, era una jugada arriesgada y que podía traer malas consecuencias para mi, pero estaba dispuesto a hacer lo que sea necesario para abrirle los ojos a Grace. De repente Manu se fue al patio de atrás, así que por la parte más alta de la galería seguí sus pasos, iba con un compañero, saludaron efusivamente a todo el mundo hasta que empezaron a conversar con unas chicas de otro curso.
—Mírenlo como se hace el lindo. —Se reía de su descaro Iván.
—Pero ya va a caer, ya va a caer. —Empuñé la mano, seguro que lo iba a lograr.
De repente aparecieron detrás de nosotros las chicas de segundo de Ventas y Publicidad, siempre es bueno tener compañía femenina, aunque esta vez solo me importaba hacer caer a la leyenda ultra inflada de Manu.
—¿Que están mirando con tanto interés? —preguntó Rebeca.
Pregunta complicada con una respuesta incierta, tenía que salir de ese momento complicado lo más rápido posible sin que las chicas de ventas se enterasen de mi plan perfecto.
—Una chica, es que a Victor le quedó gustando una loca de Párvulos —se me ocurrió como excusa.
—¿Cuál de todas? En una de esas la conocemos y podríamos hacerte gancho con ella. —Se ofreció Johana.
—No, mejor que no... creo que quiero hacer esto por mi mismo. —Se sonrió incómodo Victor.
Menos mal que mi mejor amigo entendió que las chicas no se podían enterar de lo que quería hacer y me siguió la jugada para salir del paso. Creo que mientras menos personas sepan mi plan, iba a ser mejor.
—Cuidadito con andar engañándome con otra. —Amenazó Johana a Miguel.
—Nunca my Love. —Le cerró el ojo Miguel.
—Atina loco, atina. —Le pegó un codazo Angie
Aparentemente uno de nosotros por lo menos iba a tener éxito en el amor y era obvio porque esa cercanía entre Miguel y Johana era bastante notoria, demasiado. Seguimos la animada conversación, claro que Mónica que también estaba en el grupo, aparentemente no tenía muchas ganas de ser parte del diálogo.
—¿Y a ti que te pasa Moni? —inquirí curioso.
—Está con la tontera por que se peleó con Dani... —me susurró al oído Angie.
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Editado: 24.06.2024