Bennett
Estaba tan desconcertado, tanto que no podia ni concentrarme en una importante junta.
Todo fue culpa de esa chica Henley. Había pasado una semana y aún no me había llamado. Cada pocos segundos miraba mi teléfono y me preguntaba si lo vería vibrar con un número desconocido en la pantalla. ¿Por qué le estaba tomando tanto tiempo de todos modos? Supuse que llamaría al día siguiente y llegaríamos a un acuerdo. Pero no lo había hecho. Y las dos últimas veces que había vuelto al restaurante ella no había estado allí.
Después de la reunión, volví a mi casa y encontré a Sebastian esperándome en la puerta principal. Levantó una mano a modo de saludo. "¿Cómo estuvo la reunión?"
"Aburrido. Realmente no me necesitan. Todo lo que digo es sí o no. ¿Qué estás haciendo aquí?"
"Escondiéndome de mi mamá", dijo, siguiéndome al interior.
Le levanté una ceja a mi amigo. "¿No puedes en tu casa? ¿Por qué no cierras las puertas con llave?"
"Ella tiene llaves."
"Cambia las cerraduras".
"Ella tendrá las llaves", dijo, sacudiendo la cabeza. "Está loca. Aunque no vendrá aquí. Creo que le tiene miedo a tu mamá".
"Jah ni idea de porque"- dije sarcasticamente
Suspirando me deje caer en el sofa, y revisè mi telefono.
"Nada..." - dije tristemente
"Te ves como si tu cita de graduación te abandonó", comentó Sebastian desde el otro lado de la habitación, donde se había sentado en el escritorio de mi computadora.
Le di una mirada de mal humor, pero me di cuenta que solo estaba demostrando su punto, asì que aparte la mirada. "¿Por que no ha llamdao?"
"¿Quien?"
"Henley"
"La chica del restaurante??"
Asenti
"Bueno, tu nota fue un poco rara", me informó, abriendo el periódico.
"Aunque estaba borracho. Ella lo sabía".
El se encogió de hombros. "¿Dejaste una mala propina?"
Parpadeé. ¿Le dejé una mala propina? Recordé haber escrito la nota, pero no recuerdo haber escrito una cantidad. "No puedo recordar lo que le dejé."
"Quizas si le diste mala propina"
"Hmm, bueno, tuvimos que esperar media hora por nuestra comida", dije. No había sido una mala camarera, pero tampoco la mejor, desde el punto de vista profesional. Desde un punto de vista personal, no era justo que pareciera que ella misma dirigía todo el restaurante. Recordaba vagamente que me había llevado al baño para que no vomitara por todo el restaurante, lo que iba más allá de sus responsabilidades como cliente. Le debía una buena propina por eso, al menos.
Sebastian pasó una página. "El gerente la tenía corriendo sin parar, dale un respiro. Me sentí cansado con solo mirarla. Si yo fuera ella, me habría ido".
Fruncí el ceño, cruzando los brazos sobre mi pecho. "Dijo que necesitaba dinero. ¿Por qué no aceptaba mi oferta entonces? Quizás no la despidieron como esperaba".
Voya buscarla, decidi...De todas formas esperar una llamada no era para nada mi estilo
"No crees que estas llevando esto muy lejos?"
"No tengo muchas opciones, Sebastian"
"Pero.. podria pensar que la estas acosando o incluso quete intera y mucho, es mas hasta yo creo eso"
"Imposible", respondí de inmediato. Las razones de eso eran simples.
A) Ella de un estilo de vida diferente y por lo tanto incompatible conmigo.
B) Sería contraproducente para mi plan que me permitieran estar soltero .
C) No me había enamorado de nadie durante los últimos veinticinco años, entonces, ¿cuáles eran las probabilidades de que sucediera ahora?
Jaja con todo no hay que temer, seguro que cuando terminara el contrato no iba a tener ningun problema en despedirme de la chica, y de no saber nada mas de ella. Tal vez incluso en el futuro nos podriamos ver para tomar un cafe, y nos reiriamos de la relacion falsa.
Sebastian me examino durante unos segundos, no se de que se preocupaba si ambos estabamos en el mismo barco, todas las chicas que nos rodeaban nos veian como un fajo de dinero, o nos contaban con que chico millonario se habian acostado. Era imposible encontrar a una chica genuina.
" Esta bien, si eso quieres, pues no lo puedo impedir, ve y cazala leon"- dijo Sebastian
"Vienes conmigo?" yo pregunte
"No me perdería esto por nada del mundo".
"¿Mi coche?"
"¿Tengo una opción?"
"Realmente no." Las llaves de mi BMW recientemente intercambiado ya estaban en mi mano.
Me pregunté qué tipo de expresión tendría Henley en su rostro. ¿Uno de los hombres más elitistas de Estados Unidos que viene a buscarla personalmente? ¿Con tal contrato que ofrecer? Casi pude ver esos ojos azules abriéndose, una pequeña chispa de asombro brillando en ellos. Sus mejillas se sonrojaron ante la perspectiva de salir conmigo, aunque solo fuera por una artimaña. Sus labios rosados se separaron suavemente mientras jadeaba.
De repente... REALMENTE queria verla, di... digo su expresion.
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Editado: 06.04.2021