No chica, no llores

Eran las 5 de la mañana cuando la alarma con la canción de Never too late empezó a sonar tan fuerte que era imposible que no me levantará de golpe. La noche anterior había planchado mi uniforme, necesitaba dar una buena imagen el primer día. 

Arregle un buen de accesorios que combinarán con el uniforme blanco de la facultad. Aretes negros, un collar de plata que mi hermano me regalo en el verano, me pinte las uñas de color beige porque de todas las reglas que tiene la universidad una de ellas es "No llevar uñas con colores que "resalten" DEMONIOS...¡una locura!. Termine de ponerme el saco y prepare un sandwich de pollo para amortiguar el hambre, parece que es muy temprano para almorzar, pero la universidad queda a Dos Horas de la casa de mis padres.

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Después de aplicar el examen de admisión, al mes dieron los resultados y fue algo terrible no verme en la lista de aceptados. Fui con mi madre, no quería que mi semblante fuera tan evidente (mi mamá confirmó que me veía devastada) no pude sacar una palabra de mi boca cuando ya estaba hecha llanto en el regazo de ella. Sabía que no era el fin, que tenía más años para presentar examen, pero era inevitable. La sensación de Insuficiencia recorrió mi cuerpo, en ese momento tenía el apoyo de las personas más importantes de mi vida, solo que de repente empecé a sentir la presión social que enfatizaba mi fracaso en el futuro y se me olvido completamente las palabras de aliento que mis padres y hermanos me daban. Todos mis compañeros de bachillerato quedaron aceptados en sus respectivas carreras, me mandaban mensaje para preguntar mi resultado, no respondí a ninguno de ellos. Me sumergí en un profundo odio hacia mi. 

"No eres lo suficiente buena para ser médico.

Eres una burra. 

Todo el esfuerzo que tus padres han hecho, lo has tirado a la basura." 

Frases como estas me las dije por muchos días y me afectaron tanto, al grado de estresarme, mal comer y que todo esto me resultará en anemia. 

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Comencé terapia, un año después tomé otro examen, y otro hasta que... 

¡Felices 20! Gritaron todos

Aceptada, bienvenida a nuestro campus. Decía el correo. 

Era una nueva Yamil.