Solo han pasado dos días desde mi regreso del hospital y ya me siento como en una jaula, mis amigos han venido a verme pero solo por muy pocos minutos ya que como estamos a final del semestre es normal que tengan mucha tarea que hacer de la universidad, por mi parte entraré a estudiar hasta el siguiente año, es muy doloroso para mi ya que significa que mi sueño de ser arquiecta se verá retrasado por un año completo.
He pasado casi toda la mañana en mi habitación gracias a mi madre, me ha prohibido ayudarle en los quehaceres de la casa. Somos una familia con dinero pero desde solo unos años antes de que yo naciera, antes de eso, mi madre era una mesera y mi padre un chef aficionado y para nada conocido, pero ambos trabajaron muy duro para lograr todo lo que tienen ahora (una cadena de restaurantes por todo el país). Y mi madre se niega a contratar a alguien que le ayude a limpiar la casa, no por ser avara ni nada de eso, pero al provenir de una familia de muy escasos recursos, mi abuela la crió para ser una perfecta ama de casa, es por eso que ella trabajaba de mesera, porque y aunque mi abuela la crió para eso, mi madre tenía otras aspiraciones y con ese y otros trabajos pudo pagarse su estudio.
Decido bajar para almorzar y me encuentro a mi padre en la sala de estar viendo television, es muy raro que a esta hora esté en casa, "hola papá, ¿por qué tan luego en casa?", "tu madre me pidió ayuda con la cena de hoy", casi se me olvidaba que hoy es la cena con mis amigos, o mejor dicho parrillada, "y conociéndola sé que te dejará todo lo de la cocina a ti", "exacto, solo estoy esperando a que termine de hablar con tu cirujano para que almorzemos y luego salir a compras unas cosas que hecn falta", "¿Alex?,", "si, hace unos momentos llamó por telefono, oh mira, ahí viene", veo a mi madre venir hacia nosotros con una sonrisa en el rostro y se sienta al otro lado junto a papá, " Alex acaba de llamar y me dio el numero de contaco de los familiares del joven donante", inmediatamente un vacío se instala en mi pecho, el que murio y gracias a quien hoy estoy con vida fue un joven, un joven que ya no podra cumplir sus sueños, "¿hija?, ¿estás bien?", mis padres me miran con un semblante preocupado, "he... si, claro... ¿no te dijo Alex cuantos años tenía o cómo se llamaba?", "no, solo me dio el numero y el nombre de la persona que firmó la autorización, Adeline", ella me da el papel con el numero, el cual guardo en uno de los bolsillos de mis jeans y los tres pasamos al comedor.
Cuando subo de nuevo a mi habitación tomo mi celular y marco el numero que esta en el papel, que despues de dos tonos contestan, "¿hola?", "hola... ¿hablo con Adeline?", "si, ella habla", "yo... me llamo A-ria y...", demonios, debi haber pensado en lo que diría,"yo, quiero agradecerle lo que han hecho, "no entiendo de que habla", "hace unos meses alguien de su familia... me salvo la vida", "¿tu eres a quien se le donó el corazón de mi hijo?", su voz salió un poco devil, como si estuviera apunto de llorar, "si, soy yo, he pedido su numero en el hospital para saber si puedo conocerla y así poder darle las gracias en persona, espero no le moleste", "no, para nada, eres bienvenida en mi casa...", "Aria", "Aria, muy lindo nombre, dime Aria, ¿cuantos años tienes?", "veintiuno", "solo unos años mas joven que mi hijo", dice con tristeza pero para ella misma, así que era su hijo, " ¿está bien si llego mañana?", "claro", me dice su direccion y nos despedimos, no sin antes acordar la hora a la que voy a llegar, fueron pocas las palabras pero pude sentir que es una señora muy amable.
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Me encuentro con mi mabre frente a la casa de la señora Adelin y debo decir que estoy muy nerviosa, por loque comienzo a tronar mis dedos, mi mamá al ver eso coloca una mano sobre las mías y me dedica una sonriza que logra tranquilizarme un poco. Bajamos del auto y al acercarnos a la puerta tocamos el tiembre, en solo segundos una señora con una sonrisa nos abre la puerta, "hola, soy Adeline y tú debes ser haria", dice con la mirada puesta en mi, "si, mucho gusto, ella es mi madre Carol", "el gusto es to es todo mio, pasen, hay personas que quieren conocerlas", ella se hace a un lado para que entremos y cierra la puerta. Desde afuera la casa se veía muy grande, pero desde adentro se ve enorme, diseñada con una combinacion entre minimalista he industrial.
Adeline nos conduce hacia la sala, y al entrar nos enconramos con cuatro pares de ojos fijos en nosotras, un señor que supongo que es el esposo de la señora Adeline, dos chicas creo que de mi edad muy lindas y un hombre de unos veinteseis años bastante apuesto, y el verlos solo hace que mi nerviosismo salga a flote de nuevo. "ella es Aria y su madre Carol, Aria es la chica a la que le hicieron el transplante de corazón", inmediatamente una de las chicas se levanta y me da un abrazo, al separarce veo que tiene lágrimas a punto de derramarse, "lo siento, es solo que estoy feliz de conocer a la persona que lleva una parte de mi hermano", "descuida...", "Lauren", "es un gusto para mi tambien conocerte", ella sonríe cálidamente y vuelve a su lugar, luego me saluda el chico (Joel) y el señor (Herald) que al igual que Adeline y Lauren, son bastante amables con nosotras, "asi que tu eres la de que tiene el corazon de mi primo", habla la otra chica sin moverse de su lugar y con un tono de desprecio, "Kristen", dice en un tono de advertencia Adeline, "tomen asiento, ¿quieren algo de tomar?", ella nos guía hacia uno de los sofás junto a Lauren, "gracias señora Adeline, pero estamos bien así ", contesta mi madre un poco incomoda por la cactitud de la tal Kristen, "solo diganme Adeline"