Capítulo 20: Habilidades desconocidas

Bueno, tal vez, no aprecie mucho mi vida. Porque lo que estoy haciendo es estúpido desde todos los ángulos, pero no puedo simplemente quedarme en mi cama llorando mientras repaso los momentos con mi gemelo malvado. Así que es hora de que me porte como alguien grande que puede tomar sus decisiones en vez de esperar que mis hermanos resuelvan todo por mi

-Princesas, ¡¿Qué están haciendo?! - Ante mí, un guardia bloque mi camino hacia la sala del trono, Intento rodearlo, pero un segundo guardia se para junto a él en una posición de brazos cruzados que deja claro que no tiene ninguna intención de dejarme pasar.

-Necesito entrar a la reunión

-Lo siento princesa, pero no puedo dejarla pasar, el príncipe Kasper me dejo clara la orden de no dejar pasar a nadie. En especial a usted. - dice con algo de pena en sus ojos

-Te dije que era una mala idea. – susurra Trixie en mi oído. Había olvidado que estaba detrás de mí. – Kasper me había dicho que te informara sobre lo que estaban discutiendo en la sala, pero además me dijo que por nada del mundo te dejara cruzar esas puertas

- ¿Se puede saber por qué? - Mi enojo comienza a crecer en mi a una velocidad increíble.

-Bueno, puede ser porque eres…- su voz baja a un volumen casi apagado.

- ¿Por qué soy qué? - Mis dientes rechinan.

-Porque en ocasiones tiendes a explotar cuando estás muy enojada. – Jake dice desde detrás de mi con una sonrisa casi inocente. De inocente no tiene medio pelo.

- ¡No es verdad! – me quejo. Me duele la cabeza, pero no es porque estoy enojada

-En realidad, eso es cierto. - Sale Hanna desde detrás de una columna. Su cara es una mezcla entre miedo y diversión. - De echo tu cara es roja, y apuesto a que ya te duele la cabeza.

No digo nada, solo me giro hacia los dos guardias y casi mostrando mis dientes, les siseo con una calma que no siento para nada.

-Serian tan amables de quitarse de en medio. Tengo una ley que detener y como pueden ver no tengo una pizca de paciencia.

-Te hemos dicho que no.- dice el segundo guardia. Parece mucho mas joven que el otro, por otro lado, la forma en que me mira no es de respeto, sino de repugnancia como si fuera lo más asqueroso que haya encontrado.

-Y ya te he dicho, que te quites de mi puto camino. - Mira, seré sincera, si me enojo con facilidad, y tiendo ha explotar descardo mi rabia de una forma no muy sana. Pero, vamos, este chico esta suplicando que le de un golpe donde no le da el sol.

-Yo no recibo ordenes de impuros. - Ok, es parte del grupo “acabemos con los mestizos”. Creo que oficialmente este pedazo de basura esta en mi lista negra, definitivamente.

- ¡Amón! - espeta el guardia con enojo notable. - ¡Es a tu princesa la que le estás hablando, muestra algo de respeto y discúlpate! -

-Ella no es ni siquiera merecedora de ese título.

- ¡Oye tú, estás buscando que yo! - Dice Trixie con mis amigos aproximándose a nosotros con claro disgusto manchando sus caras.

-Que mal. - No dejo terminar a Trixie. - pero igual lo que pienses me importa una reverenda mierda. Ahora quítate antes de que te mande donde tu creador. - Soy más palabras que acciones la verdad. En Atlanta, me enfrentaba a los matones porque era más fuerte que la mayoría de personas gracias que no era totalmente humana. Pero con el tengo las de perder, no soy una luchadora nata y él es un dragón completo.

Pero sea lo que sea que vio en mí, se alejó asustado, al igual que al otro hombre. Enojada doy miedo, pero tampoco tanto. Me giro hacia mis amigos que me miran con el grito quebrado en sus gargantas. Bueno esto es raro.

-Iris…- dice Trixie, sus ojos muy abiertos por la sorpresa.

- ¿Qué pasa? – digo con la incertidumbre corriendo por mi cuerpo.

-Tus ojos. - no dice nada mas

Me acerco hacia un espejo ubicado en el pasillo, ¿Qué hace un espejo a la mitad de un pasillo?, no tengo ni idea así que no me preguntes. Cuando me acerco un grito de miedo sale de mi boca con bastante fuerza. La mirada en el espejo no es la misma que siempre veo por las mañanas antes de ir a la escuela.

Mis ojos, son los mismos que tantas veces vi en mi padre o en ocasiones en mis hermanos. Mi pupila esta alargada y mis iris son de color azul mu brillante. No entiendo, no entiendo una puta mierda. Se supone que yo no puedo hacer eso con mis ojos. Solo algunos mestizos pueden y son solo los que tienen un linaje muy poderoso.