Corazón de Fuego

La tarde más complicada

En el momento en que uno cuenta cualquier cosa,empieza a echar de menos a todo el mundo. 
▬El guardián entre el centeno J.D Salinger
 

 

Los chicos habían llegado a las cinco de la mañana todos tenían la cara adormilada, pero el que nos hizo más gracia fue Alex que aun traía su pijama de patos azules y las marcas de su almohada en la cara, Rachel llegó directamente a la cocina y nos preparó el desayuno a todos, que más bien parecía un buffet platicamos un poco, Lester no agarraba confianza para decirnos algo y se la pasaba a lado de Jade, era un día perfecto para pasarla con la gente que quieres, en este caso mi familia.

- Vamos Lester cuéntanos, ¿en dónde estuviste todo este tiempo?, porque estos dos de aquí se la pasaron preocupadisimos todo es rato. - Dijo señalando a Jade y a mí, Donovan se acercó a él, y le dio un golpecito en la espalda a mi hermano, lo que hizo que se inclinara hacia adelante para tratar de no caer, claro que un golpe de Donovan por más pequeño que fuera siempre dolía, ventajas de ser parte de la familia de los osos, era que desde pequeños tenían una fuerza sobrepasaba a cualquiera, Jade tomó esa distracción para escaparse e ir a la cocina.

-Hey, grandulón cuidado con esa mano. – Lester se sobo parte de su brazo un poco molesto por lo bruto que algunas veces puede ser nuestro amigo.

- No seas dramático y cuéntanos ya. – Duncan sonrió de una manera muy amigable como si estuviera hablando un su mejor amigo, creo que se le olvido que es mi hermano pequeño y que solo lo ha visto dos veces

- Bueno como todos saben nací sin magia, soy más humano de lo que ustedes podrán ser, eso hace que aquí sea molestado en todas partes por eso mismo así que decidí ir me al mundo humano durante una temporada, las cosas allá son completamente diferentes y nuevas, intente volver, pero cada vez conocía más y más me perdía en lo increíble que pude llegar a hacer. – Lester siguió relatando su travesía mientras yo solo podía repetirme que mi hermano busco un lugar para sentirse cómodo, me lo decía para ahogar mis ganas de gritarle enfrente de todos que nos había abandonado para convivir con los malditos humanos y que estuvo muy ocupado que ni siquiera pudo mandar un mensaje, todos le preguntaba que cómo eran las grandes ciudades mortales de sus costumbres y tradiciones, medí cuenta que Kassia se levantó rápido y camino rápido hacia la cocina no le di importancia, de seguro se le antojó algo para picar.

Mientras todos prestaba atención a Lester, yo veía el brillo que tomaban los ojos de mi hermano al hablar sobre los humanos, hablaba de ellos como si fueran su familia y de cada lugar como si fuera su hogar, cada vez que lo escuchaba en mi nacía una llamarada de furia y envidia, estaba a punto de explotar cuando.

- ¡JARED! – Kassia grito, todos fuimos corriendo para ver lo que sucedía, fui el primero en llegar luego Lester y atrás de él venían Rachel, Duncan Donovan, Zahira y Alex que este último no alcanzó a frenar a tiempo y un líquido transparente que estaba en el piso hizo que se tropezara y callera, si Kassia no nos hubiera gritado, este momento sería muy gracioso.

- ¿Qué pasó? - Jade estaba recargada en el lavado con las piernas un poco separadas, Kassia estaba a un lado de ella tocando su brazo como si en algún momento esté fuera necesario.

-Ve por a su Sanadora. - Kassia suspiro como si fuera obvio, pero solo me quede en mi lugar parado esperando una explicación.

- Que no estás viendo o estás viendo y no entiendes lo que pasa, pedazo de idiota, él bebe ya viene. - Zahira paso a mi lado y medio un Zape, una fuerte ráfaga de aire paso junto a mi y casi logró empujarme, de pronto apareció Rachel al lado de Jade, entre las dos llevaron a Jade a las escaleras mientras está respiraba fuerte, después proceso todo lo que estaba sucediendo, hasta que comprendí lo que estaba a punto de suceder.

- ¡ÉL BEBE! - Salí corriendo detrás de las chicas – Jade necesitas algo ¿Te sientes bien? – Kassia se volvió hacia mí con una cara que decía muchas cosas muy pocas amables, pero antes de que dijera algo Jade me hablo.

- Tranquilo amor, ve por nuestra Sanadora... dile que venga, las chicas... y yo iremos al cuarto preparado. – Jade no espero que le contestara y siguió caminando, alguien tocaba la puerta y creo que Alex la abrió, pero no me importaba, corrí lo más que pude a la cocina a buscar la dirección de la sanadora, sabía que por aquí debía de estar.

- Jared. – Alex estaba en la entrada de la cocina, pero no le di importancia, tenía que ir por la sanadora, movía los cajones desesperado - JARED. – Alex grito para que le prestara atención y lo había conseguido.

- ¿QUE QUIERES? – Me di la vuelta para saber por qué insistían en molestar cuando mi esposa estaba a punto de dar a luz a mi hijo y yo debía de ir buscar a nuestra sanadora en la villa ya que no encontraba su dirección.

- Solo quería decirte que una señora llegó y está subiendo las escaleras para ver a Jade. – Detrás de el venía nuestra sanadora, ella comenzó a dirigirse a las escaleras, fui atrás de ella.

- ¿Como llego tan rápido?,¿Cómo lo supo? – La seguí, pero antes de que pudiera alcanzarla ella se detuvo y paro mi paso.

- Mira no tengo tiempo para ti, deja de hacer preguntas estúpidas, Jade me necesita, presentí que él bebe ya venía, así que vine, deja de molestar y relájate, por que tu esposa te necesita. – subimos los dos al cuarto que Jade y yo habíamos preparado semanas antes, Jade estaba recostada Zahira estaba sentada atrás de ella y sosteniendo sus manos, Rachel y Kassia acomodaron todo y prepararon lo que la sanadora pudiera ocupar, me acerque a Zahira, se sentó en la otra punta de la cama, para que yo pudiera ocupar su lugar, pasó un largo rato antes de que la sanadora dijera una sola palabra




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