Corazon de zafiro

6. Cascada

Un poco antes de que saliera el sol, Marisse, Aneu y Rose ya estaban levantadas y arregladas preparando sus cosas para su salida a la cascada.

-¿Qué es lo que llevaremos?-

-Según Elián- recordó Marisse- solo los bocadillos, ellos iban a llevar lo demás para hacer un tipo picnic cerca de la cascada-

-Ok-

-Rose, ¿Ya estas lista? – gritó Aneu desde la sala.

- ¡Solo un momento! – Apuró a terminar sus cosas- ¡listo! – bajo casi corriendo con la bolsa sobre el brazo, y siguió a las demás.

Mientras que en la cabaña de los chicos estaban casi todos levantados, todos excepto uno que aun seguía descansando profundamente y se notaba por la forma en que roncaba ruidosamente.

- ¿Cómo lograste dormir aquí? – Mathew miró a Elián mientras terminaba de acomodar algunas cosas.

-¿Y si lo despertamos? – preguntó John al ver a Jack dormido.

-Lo haremos- dijo Elián mientras se formaba una sonrisa en su rostro- pero será a mi manera- salió caminando hacía la cocina seguido de los demás.

Al llegar, primero tomo un poco de agua caliente y también un poco de crema batida. Les dijo a los otros que debían hacer y en seguida subieron a la habitación. Elián tomó una hoja del jardín mientras que John ponía la crema batida en la una mano de Jack mientras que en la otra mano, Mathew metía despacio la otra mano en el agua poco caliente. En seguida se vio como Jack reaccionaba al efecto del agua y eso se podía notar en sus pantalones. El creador de la broma empezó a hacerle cosquillas en su nariz con la hoja, y Jack al sentir que algo le picaba la nariz, uso la mano que tenía crema batida y la aplasto en su cara. Al sentir la crema, Jack despertó sobresaltado con la cara embarrada y una mancha en sus pantalones.

- ¿Pero qué…? -

Al mismo tiempo, las otras 3 personas empezaron a carcajearse por la reacción de su amigo.

- Ja, ja, que graciosos-miro con un poco de recelo a sus compañeros.

-Eso te pasa por quedarte dormido- habló John entre risas mientras trataba de tranquilizarse.

-Ya cámbiate bello durmiente, que iremos a desayunar- tomó Elián sus cosas mientras bajaba a la sala.

John y Mathew fueron a ayudar con el desayuno, mientras que Jack tomaba una ducha y se apuraba para no quedarse sin comer. Cuando acabo, vio a todos desayunando y fue rápido a tomar su lugar en la mesa.

-Buenas días- burló Aneu mientras tomaba un sorbo de jugo-se te hizo temprano ¿no?-

-Cállate- se sentó en el único lugar disponible y empezó a comer en silencio.

-Parece que alguien se paró con el pie izquierdo- volvió a atacar Aneu a Jack, pero esta vez no hubo respuesta.

El desayuno continúo entre pláticas y una que otra risa. Terminaron y empezaron su caminata a la cascada. El camino era un poco largo. En el piso se veían pocas hojas de diferentes tonos cafés. Había algunos obstáculos como raíces gruesas, arbustos, ramas caídas, partes rocosas en donde uno tenía que escalar. Al final del camino pudieron ver que la foto del folleto se quedaba corta al paisaje que tenían en frente.

La cascada era más amplia y más hermosa en persona, cualquiera que la viera, pensaría que estaría soñando. El agua era ruidosa y caía rápida, como si se tratara de una competencia que debía de ganar. Al llegar a tocar con el espejo de agua que se encontraba al final de su camino, creaba espuma blanquecina, logrando que el lago estuviera un poco intranquilo desde su centro, pero a las orillas se podía ver paz, sin ninguna onda de agua que perturbara su calma. A sus alrededores se veía como la tierra y el agua se conectaban entre sí, por otro lado se encontraba un barranco que estaba lo suficientemente alto para hacer clavados, sin salir lastimado.

-¡Wow! -

-Es hermoso-

-Si-

-Vinimos a disfrutar esto ¿Qué estamos esperando? –

Antes de que alguien pudiera decir algo, Jack ya se había quitado la ropa y solo usando un short color azul marino, haciendo resaltar su piel blanca, corrió hacia el barranco y salto desde su punta, hasta tocar el agua y salpicar un poco de agua a su alrededor, mojando un poco a los que estaban cerca de la orilla.

-Tonto, mojaste mi vestido- gritó Aneu al ver empapado su vestido naranja que llevaba puesto.

-No empieces a llorar, como quiera te ibas a mojar-

Aneu no respondió y se quitó el vestido, dejando ver su cuerpo solo cubierto de un bikini blanco, que contrastaba con su tono de piel, sin dejar espacio a la imaginación para algo más. Jack al verla así tuvo que desviar la mirada, para evitar que alguien notara que el color carmesí invadía sus mejillas haciéndolo parece un jitomate.



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En el texto hay: brujas, misterio, amor y magia

Editado: 01.04.2018

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