Sebastián
Una sonrisa seguía mi rostro desde aquella noche donde tuve la segunda oportunidad de ser privilegiado por beso de parte de Ross. En mis pensamientos seguía reproducción la escena con el fin de revivir el momento tan esperado, lamentablemente esto no dudaría para siempre porque en unos días regresaría a San Diego por un problema dado con papá.
Desde que papá descubrió mi salida con Jonathan he tenido que enfrentar diferentes problemas porque solamente buscaba un momento para atacarme y hacer comentarios que me hacen sentir culpable por haber tenido una elección diferente a los demás. Por esa misma razón, termine quedando en casa de Los Ferrer como en los viejos tiempos, me sentía protegido y amado estando aquí, no obstante, no podía ser una carga para ellos ya habían hecho suficiente por mí.
Cuando llegue mamá a México no sabía si decirle la verdad sobre mi relación con Jonathan temía que fuera recibir odio de su parte por esta decisión que he tomado. En el pasado mis papás me demostraron un rechazo fuerte para mí resultó ser unos días difíciles porque tenía que soportar con el desprecio de toda persona que estuviera a mi lado.
Mi temor era repetir la misma historia otra vez y no tener un apoyo.
—Sebas, ¿Cómo distingues a los chinos? —cuestiono César.
Salí de mis pensamientos para enfocarme en la serie coreana que estábamos viendo a las 11.00 de la noche, mientras disfrutábamos de un paquete de palomitas.
—Cuando recién entras a ver su cultura los confundes, pero con el tiempo te percatas que tienen facciones diferentes — respondí—. Además, todos los asiáticos tienen distintas características y no tienen un parecido.
César alzó una ceja.
—Para mí todos los chinos son iguales —dijo César.
—No les digas chinos, diles mejor orientales o asiáticos —dije.
—Va, ¿Cómo van las salidas con Jonathan? — preguntó curiosamente César.
Desde el beso y declaración en el karaoke hemos estado teniendo pequeñas salidas a diferentes lugares para conocernos y romper las barreras que fuimos creando con los años; era increíble todo esto.
—Perfectas, me encanta estar a su lado de nuevo —dije—. No tengo palabras para agradecerles a Emma y a ti.
—Lo hicimos porque entre ustedes todavía había amor y no podíamos desperdiciar la oportunidad —dijo César.
—¿Que pasará con Santiago? —le pregunte.
A César le resultaba incomodo hablar sobre el tema no era porque fuera un tabú en su familia, sino que negaba esa parte de experimentar y conocer nuevas personas.
—Pues, somos amigos y no hay nada de romance —dijo César.
—Él se mira embrujado de amor —comenté.
—Lo sé, pero no puedo estar a lado de alguien a quien no puedo corresponder, y somos diferente. Déjame te explico somos como los chocolates, él es muy empalagoso que me harta, mientras yo soy amargo ¿me entiendes?
Solté una ligera risa.
—Sí —replique.
Continuamos viendo la serie antes de ser descubierto por los papás de César, ya que, ellos solían desconectar el internet a cierta hora de la noche con la finalidad de mandarnos a dormir y no desvelarnos para el día siguiente.
***
Jonathan
El sentir nuevamente la adrenalina correr por mis venas era increíble. Hace tiempo que tenía la sensación de estar muriendo lentamente por la falta de acción y motivación creía que todo se volvería aburrido siguiendo una vida que no me correspondía llevar, sin embargo, aún tenia un camino largo por recorrer, mis padres no tenían ni la menor idea sobre mis citas con Sebastián y cuando lleguen a enterarse s va desatar una guerra familiar.
Fui un tonto con pensar que Sebastián se iba a enamorar de Erick para olvidarme, si tenía fuerte el recuerdo de nuestra relación porque estuvo esperando cuatro años para robarme el corazón y justamente eso hizo.
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Editado: 23.05.2020