6. El día 15 de febrero

CAPÍTULO SEIS

EL DÍA 15 DE FEBRERO

Salir de una pelea con una chica no es la mejor opción, por lo que no hice nada mientras ella tiraba batido de fresa en mi cabello. Tuve que pedirle a Eric que me ayudara con ropa suya y su baño, cuando salí de su casa quise que me acompañara a una fiesta, pero se negó. Así que mientras iba a mi casa (porque las ganas se me fueron), me detuve en un puesto de juegos y ví el nuevo juego lanzado. Era hermoso pero mi vista se desvio hacia la chica vestida de negro y un ramo blanco.

Desde la vitrina pude verla, con el cabello suelto y un lazo haciéndola tierna, me volteé y la ví perdida y triste. Me acerqué y la chica me miró, no sé que puedo expresarlo en forma cursi pero todo sucedió como una exploción. El viento dió su entrada dando aire a la chica del frente, haciendo que su cabello luciera un toque hermoso en ella.

—Hola, ¿estás bien? —le dije a la chica

—Un poco bien

—¿Por? ¿Te puedo ayudar?

—Soy **** y me están tirando hate por hacer engordar

—¿Y eso importa? Yo te veo bien, estás perfecta

—No digas eso para hacerme sentir bien… me siento fatal, recién estoy creciendo de **** y me da miedo que esto crezca aún más.

—No trates de cambiar lo que eres por otros. A ver…. si te dicen “estás muy flaca”, sólo sube un poco, pero si luego te dicen “estás muy gorda”, aceptalo. Al final, debes aceptarte y quererte como eres. Eres linda como eres y nadie debe criticar el cuerpo de otras personas

—Siento que no puedo, me siento fatal

—No dejes que te vean débil, ese será el primer paso para acceder a tu miedo, confía en mí —le digo para que se calme.

—Ok… —mira a todos lados, —Creo que debo irme a casa, voy a tirar esta flor blanca

—¿Me acompañas a una fiesta? —le pregunté, —Es una fiesta, te voy a cuidar. No te preocupes, nada te hará sentir mal, no quiero dejarte ir caminando. Una hora y te aseguro que saldrás feliz ¿vienes?

La chica sonrió y aceptó ir conmigo. Cuando nos metimos a la casa de mi amigo, una música kpop sonaba por la casa. No me gusta el kpop pero al verla que ella sonreía, me puse cómodo. 

Cuando le pregunté, me dijo que la cantaba un tal Kai y que la canción se llamaba Rover. Mentalmente me dije que lo escucharía, pero nunca llegó a suceder. La música sonaba haciendo que ella bailara, no podía quedarme atrás por lo que baile sin más, ella se acercó a mí.

Sus ojos verdes y ese labio que tenía un corte pequeño me hicieron acercarme más a ella, nuestros frentes de pegó y sin que pida algo a cambio, me besó. El beso… fue la mejor de todas mi vida. Nuestros labios se complementaban y ansiaban por más, de uno dulce se puso más fuerte.

Ninguno estaba bebiendo pero el sabor de sus labios sabía a fresas, su olor a cítrico junto a un collar morado con plateado, me gusta esa chica. 

—¿Cómo te llamas? —dije a ella, quitando el beso del medio

—Valentina

—Eres grandiosa, Valen

—Tú igual —dijo atrayendo a sus labios de nuevo, los dos sonreímos. Pegué su cuerpo contra el mío y nos quedamos por un largo tiempo allí, los dos.

Nuestro momento.

Nuestra oportunidad.

Nuestro momento más feliz.

Sólo nuestro.

La alarma que había puesto sonaba, nos separamos y ella revisó en su celular una llamada de su chofer, ella me miro y con unas palabras que no escuché por la música, se fue. No supe de ella cuando salí, supuse que se había ido por lo que preferí irme a mi casa. 

Al llegar, mis padres descansaban. Me fui a mi habitación con una sonrisa y me eche en la cama, me toque los labios y reviví el momento.

Nuestros besos.

Nuestra conversación.

Me levanté con la intención de anotarlo en el calendario, cuando veo una flor roja. Fruncí el ceño y lo dejo a un lado, lo anoto con una estrella y un corazón pequeño, voy hacia la rosa y lo tiro en el tacho.

Quiero recordar ese momento.

Espero que algún día, vuelva a verla.

Con ese pensamiento me fui a dormir. Quería volverla a ver, no la buscaría. Sólo lo dejaba a manos del destino. Si el destino lo quería, nos volvería a unir.