•1. La llegada •

Scarlett Jones

Una persona normal pensaría que volver a un lugar donde sufriste tanto no está bien. Menos cuando no has cerrado las heridas del pasado, pero yo, estoy completamente loca.

Y la necesidad de atraer devuelta a la causa de aquellas heridas me consume por dentro lentamente, cómo si una parte de mi quisiera que todo regresé.

Miré por la ventana del taxi que había tomado del aeropuerto. Me llevaba en dirección a la casa en la cual me quedaría todo el tiempo que estuviera en el pueblo.

Distinguí no muy lejos una antigua casa de campo, se veía casi igual que la última vez que la vi.

El taxi se detuvo enfrente de unas grandes rejas color negro con púas al final de estás. Me baje del taxi y fuí a al baúl para comenzar a bajar mis maletas. Tomé mis maletas y me acerque a la ventanilla del taxista.

—Le agradezco por traerme—, sonreí y lo mire a los ojos—. Ahora se irá de aquí y olvidará haberme conocido, ¿Entendido?

El taxista asintió lentamente mientras encendía el auto y se fué.

Caminé lentamente por el jardín de la casa hasta llegar a unas grandes escaleras que daban hacía la puerta principal de la casa, subí los escalones hasta estar frente a la puerta de entrada y la toque. Al pasar unos minutos está se abrió dejándome ver la esbelta figura de un hombre de cabello castaño, ojos color miel, una barba en forma de candado, tez trigueña y un gran ceño fruncido.

Sonreí con inocencia.

—Hola Jeff, ¿cómo has estado?

La sorpresa se hizo presente en la cara del hombre cuando me vio.

—Tía Scarlett…—Un hilo de su voz salió de su garganta—¿Qué haces aquí?

—Que mala manera de tratar a tus mayores niño—, hice un puchero—. Veo que tus padres no te enseñaron modales.

Jeff adquirió una cara de seriedad.

—No estoy jugando Scarlett, ¿Qué estás haciendo aquí?

Miré a Jeff fijamente —, yo no estoy jugando Jeffrey.

—Siempre lo haces, todo para ti es un juego—, se cruzó de brazos mientras me observaba. — ¿Que planeas hacer aquí en Rothenburg?

—Jeff, querido, esta conversación puede seguir adentro, ¿Me dejarías entrar?

La mirada desconfiada de mi sobrino estaba sobre mí, lo mire sonriente.

—No te mataré, puedes tener eso en cuenta—, confesé.

—Bien, puedes pasar.

Sonreí —, gracias.

Jeff me guío directamente hasta la sala y tome asiento en el sofá que se encontraba frente a la chimenea, mientras el hacía lo mismo en el sillón que estaba al frente de mí.

—Y dime, ¿Cuánto tiempo planeas quedarte?— Empezó a interrogarme.

—El tiempo que sea necesario, mi querido Jeff—. Lo mire—, además está casa es de mi propiedad, puedo estar aquí el tiempo que deseé.

—No me recuerdes que solo estoy aquí como invitado tía—. Respondió molesto.

—Tranquilo Jeffrey, solo vine a terminar algo que no pude en el sesenta y dos, y luego me iré.

— ¿Y eso que vas a terminar es algo malo, cierto?

—Saber mucha información podría causar tu muerte, Jeff—. Sonreí.

—Entiendo, pero espero que tú inesperada visita a el pueblo no llame mucho la atención.

—No lo hará, nunca he sido alguien que llame la atención—,comenté tranquila.

—Eso es algo imposible de creer, Scarlett — Jeff me miró—. El caos que tú simple presencia causa llama la atención de todo el pueblo.

Una risa salió de mi garganta sin poder evitarlo.

—Jeff, tengo todo planeado—. Me levanté del sofá y alisé mi ropa—, ahora sí me disculpas, iré a mi habitación. Mañana será un día muy importante.

Y antes de que Jeff pudiera decir algo más, tomé mis maletas y me dirigí a una de las habitaciones de huéspedes para evitar las preguntas que el tenía sobre mi llegada.

Entré a la habitación, deje mis maletas a un lado del escritorio que se encontraba en la habitación, un gran ventanal con un gran mueble junto a el y una cómoda cama matrimonial.

Sin esperar mucho me tire sobre la cama boca arriba, mientras soltaba un suspiro.

Y entonces tuve un pequeño deja vu.

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Scarlett Jones 1762

Desde la ventana se veía el hermoso paisaje del jardín de mi hogar, las hermosas flores llenaban de vida todo el jardín. Y ahí estaba él, con todo su esplendor, estaba jugando junto con mis hermanos, una sonrisa se formó en su rostro cuando uno de mis hermanos se le acercó y le susurró algo en el oído. Su mirada se dirigió hacia mi encontrándose con la mía.

Una sonrisa tonta de formó en mis labios mientras sentía mis mejillas arder.

Mientras él regreso la mirada hacía mis hermanos.

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Scarlett Jones Actualidad

Mis ojos estaban fijos en un punto del techo y de manera inconsciente su nombre se escapó de mis labios.

—Naveen.

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Gracias por leer <3

Besos Gea.