Corrupcion

capitulo 22

Capitulo 22

“Una noche más….”

Cientos de abominaciones recorrían las calles….Ya no eran unos cuantos…esta vez….eran cientos…

En una zona con docenas de residencias y familias refugiándose en sus hogares. Hambrientas criaturas allanaban las casas en busca de alimento.

En ese mismo complejo de hogares. Bill, y un grupo de elite de confianza, hacían todo lo posible para erradicarlos. Pero sin importar los esfuerzos, estaban en todos lados: En las calles, sobre las casas, edificios. Totalmente alborotados y agresivos. La armada combatía con todo lo que tenia, pero los números enemigos los suprimían poco a poco.

En una avenida con grandes edificaciones: oficinas, apartamentos, centros comerciales, restaurantes y demás. Agentes con armamento pesado, con la ayuda de vehículos de combate y tanques, controlaban la situación. Y daban refugio a los civiles apoderados por un ímpetu pánico, en un centro hospitalario.

Sobre un enorme rascacielos, que daba una gran vista de la capital que poco a poco se destruía. Y a pesar de la atura, los gritos de terror se escuchaban con gran acústica. Xeroc: vistiendo una chaqueta blanca con los bordes azules y el logo de un tigre blanco en su espalda, el cuello de la chaqueta levantada que cubría levemente la parte baja de su rostro, usando pantalón oscuro con una cadena atada en su pierna izquierda por decoración, y botas negras. El viento acariciaba su cabello negro. Sus ojos rojos brillaban con intensidad. Y veía con una sonrisa de satisfacción el funcionamiento de su sanguinario plan:

-Las personas están acostumbradas a lastimar a quien no lo merece sólo para tener su por su propia felicidad…Ahora, sufran por todo el dolor que le han causado a quienes sólo tratan de vivir su día a día.

En la azotea del escondite de los Comunes. “Gotita” Cansado de tanto combate, está sentado en un banco de manera, recuperando energías. Cuando Rayito se acerca, y se sienta. Mirando hacia la ciudad, el adepto de trueno le pregunta al ex militar:

-¿No deberías estar ayudando?

-Llevo horas combatiendo…dame un respiro.-Responde Víctor.

-Ya veo…

-¿Y tú no deberías estar ayudando?

-También estoy agotado….

-Ya veo…

Mientras tanto. Los Comunarios combatían con valor para proteger su ciudad con ayuda de los dotados. A medida de que peleaba, Clara, se percata de la ausencia de Zeo y Víctor. Con un gran enojo, pregunta al aire:

-¡¿Dónde demonios se metieron Víctor y Zeo?!

Nicol, mientras que disparaba, se fija a su alrededor, y ve que varios Comunes, Rosa, Clara y Sawiken lo están dando todo para suprimir a las abominaciones. Pero, el adepto de rayo y agua no están en el lugar.

Confundida por la desaparición de ambos. Ella responde con algo de confianza:

-Los conozco a los dos. De seguro que están en otro lugar de la ciudad arriesgando la vida para proteger a quien lo necesite.

Entre carcajadas, Zeo, le cuenta a su amigo:

-Y viene la chica, totalmente apenada y dice: ¡Cuando te digo: “Mete el machete!” ¡Me refiero a que la metas a la casa! ¡No que lo metas “allí”!

-¡¡JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA!!-Ríe Víctor descontroladamente, por el chiste que acaba de escuchar.

Después de reírse un rato con un chiste de mal pensados, el dotado de agua pasa su risa…. Y de manera muy seria y repentina, le habla a Zeo:

-Muy bien…creo que ya perdimos demasiado el tiempo. Sigamos con nuestra labor.

El ex agente se levanta, y se prepara para volver al combate. Con una mirada árida hacia la ciudad, el adepto de trueno se queda pensativo. Víctor, al ver la actitud de su amigo, le pregunta:

-¿Qué tienes?...Te conozco, y sé que estas así por que algo te molesta.

Mientras observaba el caos en la capital. Le responde de manera fría:

-Esto no acabara. Esas cosas seguirán apareciendo hasta que ataquemos de raíz.

-¿Tienes alguna idea?

-Carlos mencionó que un sin ley apodado: “proyecto Xeroc” es el que los crea. Si lo acabamos. Podemos ganar.

-¡Entonces derrotémoslo y terminemos con esto!

-No es tan fácil…Debemos encontrarlo.

-En lo personal, ya me harte de pasar noches enteras tratando de detener a esos experimentos. Vamos a cazar a ese sin ley.

Con una sonrisa de confianza, Zeo, se levanta de su asiento y exclama:

-¡Bien! ¡Tú me cubres y yo te cubro!

En otro lado de la ciudad. En un cuarto de reunión, asegurada y totalmente custodiada. Los cinco hombres anónimos, discuten:

-¡Esto es inaudito! ¡Esas monstruosidades han vuelto! ¡Y ahora están peor que nunca!

-Con la muerte del director de la armada, tenemos escases de tropas.

-¡Inadmisible! ¡Es todo culpa de ese anormal que controla la energía! ¡Si no fuese por él, nada de esto estuviese pasando!

-Es sólo cuestión de tiempo…. Hemos convencido de que nos den un poco más de tiempo antes de que usen el purgatorio.

-¡¿Y qué haremos?! ¡¿Ver cómo todo lo que hemos trabajado se derrumbe?!

-No podemos salir de la ciudad….No podemos salir de éste sitio, o ese niño nos ejecutará como lo hizo con uno de los nuestros. Si no lo hace él, lo harán las mutaciones.



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En el texto hay: sangre, accion, balas

Editado: 10.10.2018

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