Cosmos

Capítulo 3- Nuevas Habilidades.

Pasaron unas lunas, antes de que pudiera decir con total seguridad, estoy bien, y por más que le insistía a mis hermanos, ellos se negaron a dejarme sola e ir a cumplir con sus rondas en otros planetas.

Los entiendo, no podemos arriesgarnos a estar lejos y que alguno de nosotros entre en trance.

Luego de un día de instrucciones y entrenamiento (por parte de ellos, yo lo tengo prohibido) Esperamos hasta bien entrada la noche para poder regresar a la biblioteca y robar unos cuantos libros del estudio de Gaerl. Al salir fuimos directo a la habitación de Laban.

Él es muy organizado, práctico, y su habitación es un buen reflejo de ello: cuenta con solo su cama tamaño King, una mesa en forma de "L" y tres sillas flotantes que suelen bailar por la habitación. La silla principal tiene añadido: los controles que le permiten manipular las pantallas en la pared de alta tecnología que cubre el fondo de su dormitorio, cuando no está cerca del teclado en la mesa. Desde allí puede monitorear y controlar (si así lo quiere) la fortaleza y la casa real (Manoir Hëne) Sin contar a los planetas que hackea cuando está aburrido.

La tecnología en la habitación es sensible a los cambios en sus emociones y pensamientos. Cuando hay emociones que no compartimos y sabemos como manejar o él se ve abrumado. La tecnología de su piso le proporciona una especie de red de seguridad.

Se monitorea a diario, para él eso es indispensable, pues le ayuda a mantener guardadas sus habilidades las cuales están ligadas a las emociones o al menos es lo que creemos. Cada uno tiene su método para ello. También tiene diferentes cajones ocultos repartidos por la habitación en espera de su toque, pero nada impresiona más que el techo.

Es un mapa de nuestro universo. 

Gracias a él nuestras habitaciones están insonorizadas. Fue necesario cuando las habilidades se manifestaron y el enlace entre los tres apareció. Cuando nuestro padre lo descubrió, no lo discutió. <<Ese es su refugio, su espacio sagrado. Hónrelo, es lo único que les exijo.>> A mi parecer fue una forma de decir que había cosas las cuales en realidad no quería enterarse, ni que nadie lo hiciera, y agradecía a Laban por ello.  

Aun así, mis hermanos no golpeaban sus botas1 en casa y ¡vaya!, que les gustaba hacerlo.

Ojalá mis padres valorarán más lo buenos que eran Laban con su tecnología y Landers con su fascinación por construir y desarmar cosas. Siempre tiene proyectos locos en su habitación, creando y rearmando cosas desde cero, se la pasaba diciendo: Me gusta saber cómo funcionan las cosas.

Lástima que solo éramos los trillizos príncipes mimados. Una anomalía, joven e imprudente que solo acata órdenes.

—¿Qué libros tienes ahí? —Inquiere Laban.

Me acerco a una de las sillas, la bajo lo suficiente para poder subirme en ella y que siga en su baile continuo por la habitación enumero con los dedos de una mano los temas que creo pertenecen a los libros que escogí.

—Armamento, los 12 pilares...—Se los enseño— Estoy segura de que habla de los 12 caballeros, los guardianes de: los Dueños de la luz, y  los elementales. Este me lo quedo yo, ya he logrado traducir gran parte y habla sobre las habilidades que manejaron atreves de la historia los antiguos gobernantes y herederos.

—Yo quiero el de las armas, quiero saber por qué su uso varía según el mundo en el que se está.

No me sorprende que Landers quiera ese tomo. Lo escogí por él.

—Eso me deja el de los guardianes para traducirlo. —Dice Laban entusiasmado revisando los símbolos que este tiene.

—Seguro que son más que niñeras patea culos. —Comenta sarcásticamente Landers refiriéndose a los caballeros encargados de nuestra seguridad.

Son más un estorbo que nada. ¿Qué nos puede pasar aquí? La fortaleza es custodiada por una cantidad absurda de seres y en Hëne siempre hay parte de la Guardia Oscura. Nadie está tan desquiciado en la vida, como para querer enfrentarlos. 

—¿Sigues pensando en que nos ocultan algo?

—La verdad sí, todavía no puedo sacar de mi mente a Osleiym comandando las fuerzas en Deemas. Por muy Cabeza de la Guardia Oscura que sea, no debiera tener tanto poder ¿no?. Él solo llegó y se hizo cargo, como si Asier y Slim no estuviesen allí, eso no es normal. Sin discutir sus habilidades u Ónix.

—Bueno, puede ser que le pidieran ayuda, en definitiva, Osleiym tiene más experiencia. —Aporta Laban. —Tafi ¿sigues teniendo problemas con el manejo de tu energía? —pregunta preocupado.

—No, ya no y menos de esa índole. Lo que paso con Osleiym fue un accidente, jamás le haría daño. — Los miro— En ese momento me desesperé, nunca me habían empujado tanto en un entrenamiento como ese día, y la conexión Shades-Compañero estaba muy reciente actué por instinto, bueno, más el de Shabdiz que el mío, pero instinto al fin. Así que me alimente, ni siquiera sé cómo hice eso ¡lo juro! Si Dragosh no llega, no sé qué habría sucedido, sin embargo,  hace mucho de eso, por favor dejen de recordármelo.

¿Por qué no entienden que hablar de eso no es sencillo para mí?

—Tranquila, éramos demasiado jóvenes. Bien sabes que Pabel estuvo a punto de crearme una cadena para evitar que me moviera porque estaba cansando de que cada vez que venía por mis medidas nuevas se iba de aquí con su cabello quemado o electrocutado.

Landers suelta una risa de suficiencia al recordar sus luchas con el diseñador encargado de vestirnos desde que nacimos, y es que Joen Pabel no es un tipo cualquiera. 

Él con su larga cabellera plateada, su cuerpo poco musculoso y bien definido, alto, rayos de fría luz de luna se filtran por sus ojos turquesa exquisitos y de pupila rasgada, fue el encargado de diseñar, la ropa, calzados, accesorios y armas, para los reyes de Iziam y Lunarys.

Desde ahí, trabaja a su antojo con quien, y cuando quiere, pero cuando la noticia de los trillizos recorrió el universo, él apareció en la Manoir Hëne y se instaló a disposición de nosotros. Lo llaman el Gato Lunar por sus grandes poderes empleados a través de las maravillas que crea.




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